El pontífice estadounidense, León XIV, presidió este miércoles su primera misa de Gallo en la basílica de San Pedro, marcando el inicio de las celebraciones navideñas de su mandato. Ante miles de fieles y el cuerpo diplomático, el Papa envió un mensaje centrado en la «caridad y la esperanza», destacando por un estilo más sobrio y apegado a la tradición religiosa en comparación con su antecesor, Francisco.
UN MENSAJE CONTRA LA MERCANTILIZACIÓN DEL HOMBRE
Durante su homilía, el Santo Padre evitó menciones directas a la contingencia política, pero realizó una profunda reflexión ética sobre el sistema actual. León XIV advirtió sobre los peligros de una «economía distorsionada» que reduce a los seres humanos a la categoría de mercancías, contraponiendo a ello la «dignidad infinita» que la fe otorga a cada persona. El Papa aprovechó la instancia para saludar en inglés a los peregrinos que aguardaban bajo la lluvia en la plaza de San Pedro, agradeciendo su valentía y fervor.
RETORNO A LAS TRADICIONES Y CIERRE DEL JUBILEO
El pontificado de León XIV ha comenzado a implementar cambios en el protocolo vaticano, como el retraso en el horario de la misa nocturna y la reanudación de la misa matutina del 25 de diciembre, una costumbre que remite a los tiempos de Juan Pablo II. Esta Navidad 2025 reviste una importancia especial, ya que coincide con la clausura del Jubileo u «Año Santo», evento que ha movilizado a millones de visitantes hacia Roma. Se espera que durante la bendición «Urbi et Orbi» de este jueves, el Pontífice refuerce su petición de una tregua global y la búsqueda de una paz desarmada. (NP-Gemini-Emol-EFE)
