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Reformar la actual reforma

La ley de Reforma a la Educación Superior (ES) fue aprobada en el Parlamento a principios de este año. Diferentes actores han manifestado importantes críticas a la ley, indicando que van a existir muchos problemas en el momento de su implementación. Estas dificultades hacen necesario plantear algunas modificaciones urgentes al cuerpo legal. Sin duda hay varios aspectos positivos en la actual reforma, dentro de los que se incluyen una mayor regulación del sistema,-que evitará los abusos que ha provocado gran daño a los estudiantes; un nuevo sistema de aseguramiento de la calidad, que debiera tener plazos y metas realistas, de acuerdo a la nueva agencia de acreditación; y una política pública de gratuidad focalizada en los estudiantes más vulnerables. A estos aspectos positivos se suma la reciente presentación de un nuevo sistema de financiamiento estudiantil, que presenta importantes progresos y otros aspectos que hay que corregir.

Existen aún tres importantes temas pendientes a resolver y que van a requerir, a mi juicio, una reforma que complemente la nueva ley. El primero de ellos es disminuir la sobrerregulación que presenta el riesgo de un control estatal del sistema, debido al exceso de atribuciones de la Subsecretaría y de la Superintendencia de ES. Segundo, se requiere una nueva definición de los aranceles regulados de las carreras, del tiempo de cobertura de la gratuidad y de la fijación arancelaria de nuestros estudiantes que hoy no se benefician de la gratuidad. Estos tres factores descritos van a significar el desfinanciamiento del sistema, lo que afectará la calidad de cada proyecto educativo. Además, las instituciones públicas que no le pertenecen al Estado, responsables de más de la mitad de la investigación del país, tendrán un severo daño debido a la ausencia de nuevos aportes basales y estímulos de desempeño.

Las dificultades descritas en la ley aprobada son necesarias de corregir, a través de un nuevo proyecto de ley que permita un análisis conjunto y coordinado de los diferentes aspectos que están en evaluación. El texto actual adolece de una mirada de largo plazo, con ausencia de los grandes desafíos de futuro. No asumir esta tarea significará exponer al sistema de ES a graves consecuencias que afectarán su calidad. No podemos poner en riesgo un activo del país clave para nuestro desarrollo integral. Reformar la actual reforma es una tarea de todos. (La Tercera)

Ignacio Sánchez

La guerra comercial y Chile-Alejandro Alarcón

Hemos tenido una gran cantidad de información en estos días sobre los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. La preocupación no es menor debido a que la proporción de estas dos economías en el PIB mundial es cercana al 40%. Si agregamos a Europa por las repercusiones directas que está teniendo este conflicto, tenemos más de la mitad del PIB mundial comprometido. Cuanto más dure el conflicto y cuanto más profundo sea, mayores serán los efectos. Lo que está claro es que será imposible evitarlos, dado el impacto que tendrán en la actividad global.

Además, y no directamente relacionado al conflicto, las decisiones de Donald Trump han afectado el entorno macroeconómico de Estados Unidos y el mundo, sobre todo los países emergentes. El aumento del déficit fiscal, como su proyección futura, han determinado una subida de las tasas de interés en ese país, las cuales podrían subir aún más. Se suma a este efecto financiero la revaluación global del dólar que ha incidido en una devaluación de las monedas en el mundo, especialmente aquellas ligadas a los países emergentes y, particularmente entre éstos, los que tienen economías más vulnerables por el ejercicio que tuvo el fisco de cada uno de ellos en años anteriores. Especialmente aquellos que tuvieron políticas expansivas de gasto fiscal, que no contaron con financiamiento tributario adecuado por el bajo crecimiento que experimentaban; éstos tuvieron que recurrir a un proceso creciente de endeudamiento público.

La combinación de la guerra comercial en curso, su profundización y extensión en conjunto, con las peores condiciones financieras que presentan muchos países que se endeudaron recientemente, muestran un entorno vulnerable a la caída de la actividad económica, a las apreturas de financiamiento y a las peores condiciones financieras.

Hasta este punto la economía chilena no ha sido afectada y con estos datos de conflicto comercial y financiero el efecto no sería mayor, aunque es claro que la profundización del conflicto y peores condiciones financieras, frente a un eventual incapacidad para ajustar el excesivo gasto público acumulado en años anteriores, determinarán que nuestro país podría enfrentar algunos impactos en los próximos años.

Muy recientemente he accedido a reflexiones de Kissinger, que indican que es muy grave lo que le está ocurriendo al mundo bajo el liderazgo de Trump. Ello me recordó el famoso discurso del rey Jorge VI, que marcó el comienzo de la II Guerra Mundial, y que se puede ver en la película “El Discurso del Rey”: “En esta grave hora”… palabras que marcaron el comienzo de este conflicto. Como en la cinta, vienen a mi mente las notas del segundo movimiento de la séptima sinfonía de Beethoven.

Recuerdo a Kissinger señalando que Estados Unidos se podría convertir en una isla entre el Pacífico y el Atlántico. Este aislacionismo será aprovechado por China, quien podría obtener el sueño mejor guardado por los líderes chinos por los siglos: expandir la influencia del imperio de entonces a todo el mundo.

Alejandro Alarcón

Mallplaza protagoniza la mayor apertura a bolsa de la historia de Chile

Había mucha expectación en la Bolsa de Comercio de Santiago. Hasta allá llegaron inversionistas, altos ejecutivos y la prensa económica para presenciar la mayor apertura bursátil en la historia del mercado chileno: la de Mallplaza.

Y todo terminó cuando cayó el martillo, con la colocación de 240 millones de acciones secundarias del operador de centros comerciales.

Luego de que los colocadores decidieran renunciar al precio mínimo establecido de $1.498 y consiguió un precio de colocación de $1.431, con lo que la operación recaudó $343.440 millones (US$ 529 millones).

La demanda fue fuerte, llegando a los $2,35 billones (millones de millones), es decir, casi siete veces lo ofertado.

La asignación de acciones tuvo como principal comprador al segmento de institucionales, que se llevaron el 41% de la colocación, seguido por retail, que consiguió un 17% de la oferta, y las AFP locales, que consiguieron un 14%.

Mallplaza tiene 21 centros comerciales y pertenece en un 59,3% a SACI Falabella, mientras que el restante 40,7% está relacionado a las familias Donoso, Fürst y Müller. Opera en Chile, Perú y Colombia y agrupa una superficie arrendable (GLA) de más de 1.600.000 m2.

ESTRATEGIA

En los días previos, los ejecutivos apostaban por «Retailtainment» para dibujar el camino de la empresa. Esto básicamemte se traduce en ampliar los espacios de entretención, para hacer frente al acelerado avance del comercio electrónico, que ha puesto en duda el futuro de los centros comerciales.

«Si vamos a crecer como compañía, será con un porcentaje mayor de entertainment del que tenemos hoy» aseguró el ejecutivo hace algunos días, en el marco de la presentación ampliada realizada en el hotel Ritz-Carlton, precisamente con motivo del debut bursátil.

Graficando esta estrategia, De Peña recurrió a la experiencia de uno de sus principales activos, Los Dominicos, donde aseguró que «en todos los lugares del centro comercial están pasando cosas. Los espacios están diseñados para que la gente se entretenga». (DF)

¿Cuándo morir?

Todos vamos a morir, esa es la única certeza que podemos tener. «Seres arrojados al mundo y destinados a la muerte», decía Heidegger. Un breve haz de luz en medio de dos interminables oscuridades, la que precedió a nuestro nacimiento y aquella que seguirá después de morir, eso es la existencia de cada uno, aunque con el siguiente consuelo: entre tanto, es decir, mientras estamos vivos, bien podemos tomar un vaso de vino, y donde «vino» no alude a ese delicioso licor que fabricamos de las uvas, o no solo, sino a cualquier persona, cosa o actividad que dé sentido o a lo menos haga placentera la efímera y radicalmente mortal existencia de hombres y mujeres.

Algunos podrán creer que la vida humana tiene en sí misma un sentido, un sentido trascendente que suele vincularse a la existencia de un ser superior que sería responsable de todo cuanto hay; otros pueden negar ese sentido y, a la vez, consentir en que cada cual, cada individuo, cada hombre y mujer, tiene que inventárselo, es decir, dar un sentido a su existencia, o más de uno, puesto que el sentido que otorgamos a la vida bien puede ser plural. Estos últimos podrían decir también que si morir es algo, la muerte es nada. Morir es un momento por el que todos vamos a pasar, pero que, una vez ocurrido, nos sume en la nada, en la más completa inconsciencia de nosotros mismos y del mundo, en un sueño eterno y solitario del que no tendremos percepción alguna, en aquella segunda interminable oscuridad que mencionamos antes. Por lo mismo, de los difuntos solo puede decirse que murieron, que pasaron por el acto de morir, pero no que están muertos, puesto que la muerte no es un estado en el que alguien pueda encontrarse. En cambio, los creyentes sí pueden hablar de la muerte como una situación en la que se está luego de morir y como un tránsito hacia un estado distinto y mejor que el que se tuvo durante la vida terrenal.

Como ocurre con tantas cosas relevantes, no coincidimos acerca del sentido de la vida, de si esta lo tiene y es cuestión de descubrirlo, o si no lo tiene y es asunto de dárselo. Tampoco coincidimos sobre el significado de la muerte ni acerca de lo que acontece o no luego del hecho de morir, y como vivimos en sociedades plurales, abiertas, nadie puede imponer a los demás su punto de vista sobre un asunto como este. La falta de acuerdo tampoco puede ser suplida por la determinación de algún ser superior en el que todos deban creer. En esto nos encontramos solos con nosotros mismos, en diálogo con los demás, es cierto, pero sin la esperanza de que ese diálogo pudiera conducir al hallazgo de una verdad que todos estemos en condiciones de compartir. Conversamos junto al fuego, pero luego nos levantamos y marchamos en paz cada cual por su lado. Es de este modo que se imponen la tolerancia y el contrato de indulgencia mutua que nos debemos unos a otros.

La decisión sobre la muerte propia entra en ese cuadro de ideas. No es habitual que decidamos el momento ni la forma en que vamos a morir, pero hay situaciones excepcionales en que esa decisión es posible y hasta razonable, en especial cuando alguien padece un mal irrecuperable y grave que causa constante e insoportable dolor físico y menoscabo a la dignidad de la persona que lo sufre. En una situación como esa nadie puede ser obligado a terminar con su vida, aunque nadie debería ser obligado a prolongarla hasta que se produzca la muerte natural. En tal situación alguien podría dar sentido al sufrimiento y a la prolongación artificial de la vida, pero otro, en el mismo trance, podría concluir, reflexivamente y no en respuesta a un impulso desesperado, que su padecimiento carece de todo sentido y que es preferible poner término a la existencia.

Dentro de pocos días va a votarse en general el proyecto de ley sobre eutanasia. La discusión tomará su tiempo. Los parlamentarios se escucharán unos a otros y oirán también a personas externas que tengan algo que decir. El debate será extenso e intenso por tratarse de un asunto moralmente relevante que no debe zanjarse con la injusta y abusiva afirmación de que quienes se oponen al proyecto son partidarios de la vida y quienes lo apoyan partidarios de la muerte. (El Mercurio)

Agustín Squella

Quedarse con el fondo

En política, la forma es parte del fondo. Cuando un gobierno tropieza por errores no forzados de sus ministros y cuando sus logros —desempeño económico, creación de empleos y reformas que solucionan problemas— son opacados por las polémicas producidas por los dichos desafortunados de sus rostros más emblemáticos, por más que  insista en que el vuelo avanza sin contratiempos, los pasajeros se empiezan a poner nerviosos porque creen que la tripulación no sabe hacer su trabajo y que eso pone en riesgo la feliz llegada al destino prometido.

No hay mejor indicador del éxito de un gobierno que el resultado de la próxima elección. Si la gente opta por mantener a la misma coalición en el poder, el gobierno logra proyectarse y guiar al país en la misma hoja de ruta. En cambio, cuando la gente castiga a los que están gobernando y vota para que la oposición tome el control, resulta difícil argumentar que el gobierno fue exitoso.

Es verdad que la democracia también supone alternancia. Un país donde siempre ganan los mismos alimenta sospechas sobre qué tan bien funciona. O bien porque las elecciones no son competitivas o porque la oposición es particularmente incapaz de representar las demandas de la gente, las democracias sin alternancia en el poder no son admirables. En Chile, después de 20 años de gobiernos de la Concertación, llevamos tres elecciones consecutivas en que la gente ha votado por alternancia en el poder. Aunque sus simpatizantes aleguen lo contrario —y apunten a los logros conseguidos en esos periodos— tanto el primer gobierno de Piñera como ambas administraciones de Bachelet terminaron con incuestionables derrotas electorales para sus coaliciones. La gente dijo “no va más”, y optó por elegir a la oposición del momento para que volviera al poder.

La segunda administración de Piñera tiene la posibilidad de demostrar que los chilenos valoran la hoja de ruta y quieren la continuidad de Chile Vamos. Para lograrlo, el gobierno deberá avanzar sólidamente por el sendero del crecimiento económico, la creación de empleos, la expansión de oportunidades y la reducción en la delincuencia. Pero no bastará con eso. Ya en el periodo anterior, Piñera logró sus objetivos de más desarrollo económico y disminución de la pobreza, y la gente igual castigó a la derecha en las urnas al final del mandato. Para evitar que ocurra lo mismo en las elecciones municipales y regionales de 2020 y en las presidenciales y parlamentarias de 2021, el gobierno de Chile Vamos deberá aprender las lecciones.

Uno de los principales errores del primer gobierno de Piñera es que la gente percibió que el crecimiento no llegaba a todos y que los ricos se beneficiaron mucho más que los pobres. Más allá de los datos duros —que desmienten esa percepción—, la creencia de que Piñera gobernó para los que más tienen llevó a una dura derrota de la derecha en 2013.

En los pocos meses de este gobierno, varios errores no forzados de altos funcionarios han alimentado la percepción de que Piñera II está formado por un grupo homogéneo de la elite económica que no entiende ni comparte la realidad, sueños y temores de la gran mayoría de los chilenos. Las recientes declaraciones de los ministros de Educación, Economía y Salud confirman la sensación de que los que forman el gobierno viven una realidad demasiado diferente a la de la mayoría del país.

Porque los gobiernos que privilegian el despotismo ilustrado siempre terminan fracasando en democracia, la administración del Presidente Piñera debiera aceptar que, en política, la forma es parte del fondo. Es más, precisamente porque la forma desvía la atención de la gente y nubla el fondo, a menos que los miembros del gabinete comiencen también a preocuparse de las formas, las posibilidades de que la derecha chilena gane dos elecciones presidenciales consecutivas comenzarán a desvanecerse.

La buena noticia es que este gobierno está recién comenzando y, por lo tanto, hay suficiente tiempo para corregir los errores. Pero si el gobierno no da señales claras de que sus autoridades entienden, comparten y representan los sueños y aspiraciones de los chilenos, entonces comenzarán a aumentar las voces que abogan por el retorno de la Nueva Mayoría al poder. Después de todo, los errores de forma nos recuerdan que, en democracia, no hay nada más de fondo que la percepción de que el gobierno no está en sintonía con los sueños y aspiraciones de la gente. (El Líbero)

Patricio Navia

Economía de EEUU creció 4,1% el segundo trimestre: récord de 4 años

La economía de Estados Unidos creció en el segundo trimestre a su ritmo más veloz en casi cuatro años debido a que los consumidores aumentaron el gasto y los agricultores apresuraron envíos de soja a China para evitar aranceles comerciales antes de que entraran en vigor, a comienzos  de julio.

El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos subió a una tasa anualizada de 4,1%, también gracias a un mayor gasto gubernamental, informó el Departamento de Comercio.

De este modo la mayor economía mundial registró su mejor desempeño desde el tercer trimestre de 2014.

Sin embargo, la expansión se ubicó levemente bajo las expectativas de los analistas que esperaban una expansión de 4,2%.

El crecimiento del primer trimestre fue revisado al alza a 2,2% desde el 2% reportado previamente. (Pulso-Reuters)

Líder del ELN de Colombia fue abatido en operativo militar

Uno de los miembros de la dirección nacional (mando) de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) murió en un operativo militar colombiano al regresar a su país de su escondite en Venezuela, informaron éste jueves fuentes oficiales.

Jacob David Acuña, identificado por el alias de «Samuelito» o «Samuel», llevaba 30 años en el ELN y murió en una zona rural del municipio de San Pablo, en el sur del caribeño departamento de Bolívar, detalló el Ministerio de Defensa.

La operación fue puesta en marcha por los comandos especiales de las Fuerzas Militares en coordinación con la Policía de Colombia, se agregó en la información.

El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Alberto Mejía, aseguró en febrero pasado que los máximos líderes del ELN están en Venezuela, por lo que no pueden lanzar operativos contra ellos y deben golpear a cabecillas «de segunda o tercera fila». (Cooperativa EFE)

Editorial NP: En defensa del periodismo

Diversos columnistas y analistas han planteado duras críticas a la prensa alegando contra la amplia difusión que han recibido hechos que el propio Presidente Piñera ha calificado como “anécdotas”, referidos a los recientes dichos del Ministro de Educación acerca de la reparación de los techos de algunos liceos, del Ministro de Economía sobre la importancia de diversificar las inversiones hacia el exterior, o sobre la corbata del experto en la Cámara de Diputados.

Con legítima preocupación, porque la tosquedad de los temas posibilita un tsunami indiscriminado de reacciones y polémicas en medios y redes que solo enervan el ya enrarecido ambiente político, las opiniones han comparado la resonancia de esos sucesos con la poca repercusión que tienen noticias como que el FMI ha mejorado las proyecciones de crecimiento para el país; o que, tras cuatro años de caída, la inversión extranjera ha crecido 400% durante los primeros cinco meses del año, o el acuerdo Trump-UE para detener la guerra comercial que, como consecuencia, ha hecho bajar nuevamente el dólar y subir el precio del cobre, mejorando las alicaídas expectativas de los mercados, con obvio impacto en el bolsillos de todas las personas.

Pero no sin cierta injusticia, los críticos atribuyen esta desequilibrada jerarquización en la relevancia de los sucesos, a decisiones editoriales discrecionales que, adoptadas por quien sabe que propósitos subalternos, impiden a los lectores, auditores o teleauditores, visualizar la real importancia de los segundos.

Veamos.

El periodismo considera noticia aquellos sucesos diarios que tienen, al menos, las siguientes características: novedad, actualidad, oportunidad, generalidad, proximidad, prominencia, conflicto, consecuencia, tema, interés humano y desenlace, al tiempo que debiera cumplir con mínimas cualidades de veracidad, claridad y brevedad para ser un servicio público valorado.

Sin embargo, desde ya hace años, la prensa escrita, radial, televisiva tradicional y hasta la digital vive un período de duro ajuste a nuevas condiciones de competencia, un fenómeno que puede observarse en las reiteradas informaciones sobre cierre, déficits comerciales, traspasos, ventas, fusiones o quiebras de medios de variadas dimensiones y canales, tanto en Chile como en el exterior.

Hasta antes de la radio, la TV y el periodismo digital, la bien llamada “prensa” escrita, era la norma informativa y su poder e influencia, indiscutido. Grandes fortunas, por lo demás, se crearon al amparo de la propiedad de los más importantes periódicos mundiales. La sociedad, a su turno, organizada más verticalmente, reproducía en los medios esa estructura, razón por la que, las “noticias”, eran aquellas que esos medios evaluaban editorialmente como tales. Así, diarios dirigidos por editores que justipreciaban con seriedad los hechos nacionales o mundiales novedosos y actuales, pero también prominentes, con consecuencias y desenlaces relevantes para los ciudadanos, dictaban la norma, aún contra “el gusto” de los lectores, conduciendo, desde sus oficinas, la agenda setting sobre lo relevante a nivel nacional. Se pudiera decir que era un “periodismo aristocrático” que ponía su atención en los hechos que importaban a ciertas elites y desestimaban los que, siendo atractivos -como chismes o farándula- no aportaban consecuencias notables para la vida de las personas, pero que hacían las delicias de los sectores populares.

La profundización democrática sobreviniente a contar de la radio, la TV y ahora en los medios digitales -que han transformado a cada uno en editores- y la medición de audiciones como práctica proveniente del marketing, fue mutando al periodismo caracterizado por difundir los hechos de mayor relevancia social, política, económica y cultural, y paulatinamente aquel fue poniendo mayor énfasis en aquellos temas que “interesaban” a la gente. La anterior lógica “aristocrática”, conductora cultural, tornó en creciente mercantilización de los medios, los que, a su turno, con grandes inversiones por cubrir, extensos planteles periodísticos y precios de insumos en alza, para sobrevivir de sus ventas de ejemplares, suscripciones y publicidad, fueron derivando hacia una pauta que “atrajera” más lectores y auditores para que buenos ratings los hicieran objeto de interés publicitario. De ahí al arribo del periodismo “de chismes” o “farandulero”, que por cierto convoca más público, la deriva tuvo asombrosa rapidez.

Es decir, la supervivencia de esas empresas las obligó a un cambio radical de sus líneas editoriales, vulgarizándolas (en el sentido de lo que gusta al vulgo) y transformando a la mayoría de estos, escritos, radiales y televisivos, en productores de “infoentretención”, con pocas excepciones que han aceptado su papel de periodismo de nicho y de pequeñas circulaciones o ratings.

Desde tal perspectiva y como se ve, no hay, ni ha habido, ni un propósito subalterno en las decisiones editoriales, sino el de sostener y aumentar lectorías, auditores o clicks, de modo de mostrar a las agencias buena masa de públicos consumidores y, por consiguiente, ser elegibles como canales para la difundir el mensaje de las empresas. Es, en definitiva, la prueba del mercado. Y si los medios ofrecen lo que ofrecen, es porque mayoritariamente la demanda valida esas ofertas con más lectura o audiovisualidad, que le sirve a éstos para vender más y poder sobrevivir.

Así y todo, la revolución de las TIC’s ha hecho posible el surgimiento de medios de comunicación que, gracias a la eficiencia y eficacia de las nuevas tecnologías, económicamente pueden intentar recuperar aquella tradicional concepción de un periodismo que releve las noticias prominentes y con consecuencias ciudadanas, aún con el riesgo de no ser “entretenidos” y, por tanto, tener menos lectores o rating, en la medida que su sustentabilidad no depende de grandes inversiones o amplios equipos periodísticos, y, por consiguiente, pueden desarrollar una agenda setting que destaque los hechos que verdaderamente importan, por sobre la farándula o el chisme anecdótico.

En su papel subsidiario, esos medios podrán recibir la aprobación y lectura de los más escasos sectores ciudadanos con intereses que apuntan a entender mejor el país y el mundo en sus ámbitos temáticos de importancia efectiva, pero es previsible que -sujetos siempre a la evolución cultural de los mercados- nunca lleguen a superar el éxito de los que “infoentretienen”, aun cuando esa “infoentretención”, de vez en cuando, se vista de “política” “social” o “económica”, y que la mayoría de sus propios periodistas y editores estén conscientes de que los hechos destacados no son más que respuestas necesarias y de supervivencia al simple juego de los temas que “le gustan a la gente”. En el evento de una mayor exigencia cultural de la demanda, los periodistas serán los primeros en reaccionar positivamente ante tan milagroso, aunque bien difícil, suceso. (NP)

7 Tazas, modelo de privatización de nuestros parques nacionales

El pasado fin de semana el ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward junto a la subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, firmaron un convenio que entrega parte del Parque Nacional Radal 7 Tazas a manos de privados bajo el «nuevo modelo de concesión», establecido en la Ley de Turismo (Ley 20.423 de 2010).

Este traspaso, fue el trámite final de la licitación realizada por el pasado gobierno para la realización de actividades turísticas al interior del único Parque Nacional que posee la Región del Maule.

«Las Bases Especiales de la Propuesta Pública para la Concesión de Uso Oneroso en el Área de Desarrollo de Turismo Sustentable, Parque Nacional Radal Siete Tazas. Región Del Maule», publicadas en octubre de 2017 establecen como objetivo de la licitación la ejecución de proyectos turísticos, en forma compatible con los instrumentos de manejo y los objetos de conservación del área protegida, promoviendo el desarrollo socioeconómico local.

También establece que tanto en la unidad 1 Radal, que comprende 2,74 hectáreas y la unidad 2 Siete Tazas, Parque Inglés y El Bolsón que comprenden 36,65 hectáreas, en el marco de la concesión se podrá hacer un uso máximo del 80% de la superficie otorgada, por 10 y 25 años, respectivamente.

La concesión anunciada con bombos y platillos por el nuevo gobierno, fue justificada por el ministro de Bienes Nacionales como una vía para aprovechar el Parque Nacional «entregar en concesiones territorios para poder ser bien aprovechados».

Mientras para la subsecretaria de Turismo , la concesión sería una vía de inversión privada para poner los parques a disposición de la oferta turística: «entendemos que vía concesiones es que vamos a lograr que la oferta que viene de los privados responda a los estándares que nosotros como gobierno queremos darle a los turistas», una visión que claramente es compartida con el gobierno anterior que dejó cimentada esta concesión, no obstante alejarse del espíritu de la creación y tipificación de las áreas protegidas.

Los parques nacionales forman parte del registro de Áreas Protegidas del Estado, establecidos por el Decreto Supremo Nº40 de 2013. En el Reglamento del Sistema de Evaluación Ambiental se define a las áreas protegidas como «porciones de territorio, delimitadas geográficamente y establecidas mediante un acto administrativo de autoridad competente, colocadas bajo protección oficial con la finalidad de asegurar la diversidad biológica, tutelar la preservación de la naturaleza o conservar el patrimonio ambiental»por tanto su objetivo establecido legalmente es la protección y preservación de la biodiversidad y no el aprovechamiento como destino turístico, como señalan el ministro Ward y la subsecretaria Zalaquett.

Esta es la cuestión esencial que está hoy en discusión en el país, a propósito de las concesiones turísticas al interior de las áreas protegidas. Las áreas protegidas son espacios naturales prioritarios y representativos del patrimonio ambiental del país, y han sido seleccionados por la sociedad en su conjunto y validados por los científicos, para garantizar la preservación de la diversidad de la vida animal y vegetal en condiciones de bienestar.

Así como el mantenimiento de los procesos ecológicos necesarios para su preservación, la cual permite además la provisión de funciones y servicios ambientales para sostener a las sociedades humanas.

Esto fue entendido a medias por la Presidenta Bachelet, quien en junio del 2014, ingresó el proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, con el cual se pretende completar la institucionalidad ambiental y mejorar las condiciones en la gestión y conservación de la biodiversidad de Chile.

Sin embargo, a este proyecto de ley no se le dieron las urgencias de tramitación necesarias, por lo cual hoy lleva más de 4 años en el Senado y se mantiene entrampado en la Comisión de Hacienda.

El nuevo gobierno, hasta ahora, tampoco ha apurado la causa y peor aún se ha mostrado ambiguo en su posición sobre quien quedará a cargo de la gestión de las áreas protegidas ¿el Ministerio de Medio Ambiente o seguirán bajo el Ministerio de Agricultura?

Esta lucha feudal por el botín de las áreas protegidas, cuyo presupuesto es paupérrimo ha perjudicado la tramitación y se arriesga su fracaso si el gobierno de Sebastián Piñera no le pone urgencia.

Lo que requiere el país es una buena ley que asegure la protección de la biodiversidad y las áreas protegidas, y después se puede ver quién se hará cargo de su gestión, y con qué presupuesto.

Lo que queda en evidencia hoy es la falta de voluntad política, del gobierno anterior y del actual gobierno para proteger, en serio, las áreas de mayor valor ambiental del país.

Sorprende por ejemplo, la incoherencia del gobierno pasado, pues si bien se destacó a nivel mundial por la creación de importantes parques marinos, por la notable iniciativa de la Red de Parques de la Patagonia y la formulación de la Ley que crea el Servicio de Biodiversidad, por otro lado inicia la privatización de terrenos dentro de las áreas protegidas, a través de la licitación de servicios turísticos mediante concesiones de largo plazo.

La concesión firmada la semana pasada por Felipe Ward y Mónica Zalaquett enajena territorios protegidos para servicios turísticos, sin esperar las regulaciones que establecerá la Ley de Biodiversidad y Áreas Protegidas, para el desarrollo y la gestión de las Áreas Silvestres Protegidas.

Preocupa que no haya un informe técnico de CONAF (actual encargado de las áreas protegidas del Estado), que explique las razones para concesionar parte de un Parque Nacional a privados; que defina si se ajustan el plan de manejo del Parque y la concesión, la cual habla de mejorar la infraestructura, incrementar la oferta de servicios y potenciar la llegada de turistas, pero que en ningún caso se refiere a cómo asegurar la protección de esta área.

También resulta incoherente que en el contexto de la plena discusión del Proyecto de Ley de Biodiversidad y Áreas Protegidas que se supone establecerá o modificará las condiciones de administración del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, se comience con este tipo de concesiones turísticas por 25 años, lo cual deja amarrada la forma de gestión del Parque 7 Tazas y eventualmente de otras áreas protegidas.

Las autoridades han justificado el proceso concesional al interior de las áreas protegidas, argumentando un modelo turístico sustentable y en pos del desarrollo socioeconómico local.

Sin embargo, la licitación no permitió presentar propuestas al Comité de Amigos de la Naturaleza Radal 7 tazas, y no se informó, excluyendo manifiestamente a los habitantes locales que viven del turismo en esta misma zona, y que hoy reclaman con justa razón.

El gobierno debe priorizar el beneficio de las economías locales en aquellas áreas donde se localizan los Parques Nacionales y otras áreas protegidas, pues es la forma más segura, equitativa y sustentable de protegerlas.

Pero también debe dar prioridad y urgencia a la tramitación al proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, pues es allí donde deben establecerse las condiciones para la adecuada gestión de los parques nacionales, (incluidas las condiciones para las visitas turísticas) y no en una ley que tiene como objetivo solo promover la oferta turística. (Cooperativa)

Sara Larraín

Se inició entrega de restos de soldados muertos en Guerra de Corea

Pyongyang entregó los que podrían ser los restos de soldados estadounidenses desaparecidos en la Guerra de Corea (1950-1953), cumpliendo una promesa hecha el mes pasado al Presidente Donald Trump, informó la Casa Blanca.

Un avión de la Fuerza Aérea de EE.UU. con los restos partió de Wonsan, en Corea del Norte, señaló Washington en un comunicado.

Posteriormente aterrizó en la base aérea Osan, en Corea del Sur. La transferencia de los cadáveres representa uno de los primeros resultados concretos de la cumbre del 12 de junio entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.

Ahora se aplicarán una serie de exámenes forenses para determinar si los restos son de efectivos estadounidenses o de aliadas muertos en el conflicto.

Según los reportes, Pyongyang devolvería alrededor de 55 conjuntos de restos.

Unos 7.700 soldados están registrados como desaparecidos en la guerra, y se cree que 5.300 de los restos siguen en Norcorea. Millones de personas murieron, incluidos 36.000 soldados estadounidenses.

Las autoridades norcoreanas no hicieron comentarios sobre el retorno de los restos.

AGRADECIMIENTOS DE TRUMP

El presidente de EEUU, Donald Trump, comienza a recoger los frutos de la cumbre de Singapur con el líder norcoreano, Kim Jong-un, a quien agradeció hoy la entrega de restos de soldados estadounidenses muertos en la Guerra de Corea (1950-1953).

“Después de tantos años, este será un gran momento para muchas familias. Gracias Kim Jong-un”, tuiteó Trump, para quien el gesto de Kim supone un triunfo diplomático al tratarse de uno de los puntos acordados en la histórica reunión de ambos mandatarios del pasado 12 junio.

Previamente, la Casa Blanca había anunciado en un comunicado que un avión C-17 de la Fuerza Aérea de EEUU, con miembros del Comando de Naciones Unidas para Corea a bordo, había recogido los restos en el aeropuerto de la ciudad costera de Wonsan, en el este de Corea del Norte.

El Comando, en otra nota, explicó que se trataba de 55 cajas con restos de soldados que el avión transportó hasta la base aérea de Osan en Pyeongtaek, a unos 70 kilómetros al sur de Seúl (Corea del Sur), donde aterrizó antes del mediodía hora local.

Allí fueron trasladadas, en un acto cargado de solemnidad, por soldados vestidos de uniforme de gala y guantes blancos, a la espera de la ceremonia oficial de repatriación que el Gobierno de EEUU llevará a cabo el próximo 1 de agosto.

“Hoy, Kim Jong-un cumple parte del compromiso que asumió con el presidente de devolver a nuestros soldados caídos.

Nos alientan las acciones de Corea del Norte y el momento para un cambio positivo”, indicó la Casa Blanca.

Las cajas, cubiertas con banderas azules con el emblema de Naciones Unidas, fueron colocadas en camionetas que esperaban en la pista de aterrizaje de Orsan.

La entrega de hoy “es un primer paso significativo para reiniciar la repatriación de restos” desde Corea del Norte y las operaciones de búsqueda sobre terreno de los 5.300 soldados que se estima murieron allá, añadió la Casa Blanca.

Trump anunció el pasado 20 de junio que habían comenzado los trámites para la devolución de los restos de 200 soldados por parte de Corea del Norte, aunque la entrega, y aparentemente en menor número, no sucedió hasta hoy.

Más de 36.000 militares estadounidenses fallecieron en la Guerra de Corea y cerca de 7.700 desaparecieron, de los que 5.300 se cree que lo hicieron al norte del paralelo 38.

Equipos conjuntos de Estados Unidos y Corea del Norte recuperaron 229 cuerpos entre 1996 y 2005, pero Washington suspendió el programa de búsqueda por el deterioro de las relaciones entre los dos países.

En 2007, Pyongyang entregó otros seis cuerpos.

Según medios estadounidenses, durante los próximos cinco días en Osan, forenses realizarán un análisis preliminar de los restos, que después de la ceremonia del 1 de agosto serán trasladados a un laboratorio del Pentágono en Hawái para tratar de identificarlos mediante pruebas de ADN.

La entrega tiene lugar el día en que se celebra el 65 aniversario de la firma del alto el fuego que puso fin a la guerra, en un momento de acercamiento, especialmente tras la cumbre de Sinagupur, en la que EEUU y Corea del Norte se comprometieron a mejorar lazos y a trabajar por la desnuclearización si Washington garantiza la seguridad del régimen.

También se espera que la distensión sirva para anunciar la futura firma de un documento que establezca la paz entre los países participantes en esta guerra, que Corea del Norte considera un elemento fundamental para blindar al país frente a una invasión estadounidense.

La fratricida guerra de Corea se inició en la madrugada del 25 de junio de 1950 cuando tropas norcoreanas comandadas por Kim Il-sung, abuelo del actual líder, cruzaron el paralelo 38 para invadir territorio surcoreano.

Tras la entrada en la guerra del comando de Naciones Unidas liderado por Washington y del llamado “ejército de voluntarios” chino para apoyar a Seúl y Pyongyang respectivamente, el conflicto se prolongó durante más de tres años y se cree que dejó más de 2,5 millones de civiles muertos a ambos lados de la frontera. (La Tercera EFE)