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Gobernación y PDI poner término a proyecto de identificación biométrica

En el marco del Consejo Regional del martes 30 de abril, encabezado por el gobernador de la RM, Claudio Orrego (ind.), un punto clave pasó casi inadvertido en el balance de las gestiones de inversión de su administración. Uno de ellos fue abordado con especial dureza por el propio Orrego, quien calificó como “un crimen” que hayan transcurrido tres años sin implementarse un sistema “que todo el mundo dice que es fundamental para la seguridad de los chilenos”.

La crítica apuntó directamente al fallido convenio entre el Gobierno Regional de Santiago y la Policía de Investigaciones (PDI) para la implementación del Sistema Automatizado de Identificación Biométrica (ABIS), una inversión de $5 mil millones que, según el gobernador, no avanzó en su licitación durante tres años.

Frente a esa inejecución, Orrego anunció que, en acuerdo con la PDI, se resolvió poner término al proyecto y reasignar los fondos a otras iniciativas que fortalezcan la capacidad operativa de la institución, como drones, vehículos y tecnología.

“Si no te lo puedes gastar, por la razón que sea, en tres años, la manera de hacerlo era ponerle término. Eso es un tema que nosotros como equipo lo planteamos –para no hacerlo de manera unilateral– y lo pusimos como un acuerdo. El Ministerio del Interior tiene que ver ahora, o el Ministerio de Seguridad Pública, cómo será la financiación”, señaló esa vez.

El proyecto –presentado en agosto de 2022 con bombos y platillos– contemplaba un plazo de un año para su ejecución. Fue lanzado por Orrego junto al entonces subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, y el prefecto inspector de la PDI Eduardo Ullivarri.

El proyecto permitía la identificación de manera instantánea de quienes han cometido delitos, migrantes en situación irregular y personas fallecidas sin identificación, al comparar antecedentes en tiempo real con las bases de datos del Registro Civil, PDI e Interpol.

En esa ocasión, Vergara destacaba su relevancia como plan piloto: “No solamente es algo que desde el gobierno miramos con buenos ojos y estamos apoyando en la Región Metropolitana, sino que también es algo que, en base a lo que se está haciendo en esta región, queremos que se replique a otras regiones”.

Sin embargo, la falta de avances generó cuestionamientos dentro del mismo consejo regional. Una de las críticas más directas vino de la consejera Carolina Oteiza (PS), quien planteó la preocupación que esto generaba: “No es solo desistir. Ellos nos señalaron la necesidad que había para el tema de delincuencia, entonces que hoy día se desistan así me parece grave (…) Han venido a solicitar dinero al consejo regional y todos nos pusimos, transversalmente, en esa situación. Todos creemos en la seguridad, y creo que desistirse de esa forma me parece grave y ojalá lo podamos revisar en la Comisión de Seguridad”.

Sin embargo, una vez ocurrido este consejo y quienes conocen de las conversaciones sobre el proyecto biométrico comentan que el director general de la PDI, Eduardo Cerna, ha buscado en estos últimos días en insistir en la posibilidad de retomar la licitación del sistema, mientras que desde el entorno de Orrego se comenta que mantiene su decisión de no financiarlo, buscando dónde destinar el dinero, el que, de hecho, podría ser para otros proyectos de la misma PDI.

Aunque tanto el Ministerio del Interior como la dirección de la PDI aún sostienen privadamente la idea de continuar con el plan original, está previsto que prontamente se concrete una conversación entre Orrego y el director para definir el futuro del proyecto.

A pesar de que en el consejo regional Claudio Orrego formalizó el fin del proyecto, desde la Subsecretaría de Seguridad Pública afirmaron a La Tercera que no han recibido ninguna comunicación formal por parte del Gobierno Regional Metropolitano informando la rescisión del convenio con la Policía de Investigaciones. Añadieron que, en el marco de la implementación del Sistema Automatizado de Identificación Biométrica (ABIS) a nivel nacional, han mantenido una coordinación constante con la PDI y los gobiernos regionales para concretar el proyecto.

Hasta el cierre de esta edición, ni la PDI ni el Ministerio del Interior respondieron a las consultas respecto del estado y futuro del proyecto de identificación biométrica. (La Tercera)

Día de Europa 2025: 75 años de unión y cooperación

Hoy celebramos el Día de Europa, conmemorando la fecha en que el entonces ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman, pronunció su visionaria declaración que hoy cumple 75 años. En 1950, cuando aún se sentían en Europa los estragos de la Segunda Guerra Mundial, Schuman propuso que Francia y Alemania -rivales históricos durante siglos- pusieran en común su producción de carbón y acero, insumos críticos para el armamento bélico. Así, una nueva confrontación entre estos países no sería solo impensable, “sino materialmente imposible”.

Esta idea cambió el destino de Europa. Fue el primer paso hacia la creación, en 1952, de la Comunidad Europea de Carbón y Acero, formada por seis países y que sentó las bases de la actual Unión Europea (UE). Durante las siguientes siete décadas, el proyecto común europeo se convirtió en el experimento de integración regional más innovador y exitoso del mundo. Hoy, la UE es una unión política y económica de 27 Estados que representa la segunda potencia económica mundial, el mayor bloque comercial, y cuenta además con la segunda moneda de reserva más importante del mundo, el euro. La UE en su conjunto destaca también como el mayor donante de ayuda internacional, tanto para la cooperación al desarrollo como para la acción climática. Su atractivo se manifiesta también en el incremento de su membresía y en las nueve candidaturas de países que desean integrarse a la Unión.

En un mundo de creciente incertidumbre, el 9 de mayo nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el origen de la UE, que es ante todo un proyecto de paz. Sin embargo, apenas 10 años después de que la UE fuera galardonada con el Nobel de la Paz -por su contribución a “transformar Europa de un continente en guerra a un continente en paz”- sucedió lo impensable: estalló otra guerra en Europa. La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y sus repercusiones en la seguridad europea y mundial en un entorno cambiante constituyen un reto existencial para la UE. En este contexto, estamos acelerando la movilización de los instrumentos y la financiación necesarios para fortalecer nuestra seguridad y la protección de nuestra ciudadanía.

Ante esta realidad, es clave para nosotros estrechar lazos con socios afines y democráticos como Chile, que, aunque geográficamente distante, comparte plenamente los valores europeos: paz, seguridad, desarrollo sostenible, solidaridad y respeto mutuo entre los pueblos, comercio libre y justo, erradicación de la pobreza, defensa de los derechos humanos, y un estricto respeto del orden internacional basado en reglas.

Más allá de sus beneficios económicos, la reciente entrada en vigor del Acuerdo de Comercio Interino entre la UE y Chile -y próximamente del Acuerdo Marco Avanzado- adquiere un particular significado en estos tiempos de incertidumbre geopolítica. Mientras algunos actores amenazan el orden multilateral, impulsando un mundo más dividido e inseguro, Chile y la UE han decidido estrechar sus lazos para enfrentar conjuntamente retos globales, apostando por la defensa de la democracia, el multilateralismo y los valores comunes.

En este día, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar junto a Chile en la promoción de sociedades abiertas, transparentes e inclusivas, así como en la firme defensa de la paz y del orden internacional basado en reglas. No cabe duda de que seguiremos colaborando para construir juntos un futuro más próspero y seguro, porque en el mundo de hoy, los europeos necesitamos “más Chile” y los chilenos “más Europa”.

Claudia Gintersdorfer (Embajadora de la Unión Europea), Susanne Fries-Gaier (Embajadora de Alemania), Werner Senfter (Embajador de Austria), Christian de Lannoy (Embajador de Bélgica), Mira Martinec (Embajadora de Croacia), Henrik Bramsen Hahn (Embajador de Dinamarca), Rafael Garranzo (Embajador de España), Johanna Kotkajärvi (Embajadora de Finlandia), Cyrille Rogeau (Embajador de Francia), Nikolaos Piperigkos (Embajador de Grecia), Edit Bucsi-Szabó (Embajadora de Hungría), Colum Hatchell (Embajador de Irlanda), Valeria Biagiotti (Embajadora de Italia), Elke Merks-Schaapveld (Embajadora de Países Bajos), Milena Łukasiewicz (Encargada de Negocios a.i. de Polonia), Helena Bicho (Embajadora de Portugal), Pavel Bechný (Embajador de República Checa), Floricel Paul Mocanu (Embajador de Rumania) y Tomas Wiklund (Embajador de Suecia).

Sin la música, la educación es un error

“Sin la música, la vida sería un error”, dijo un Nietzsche arrobado después de asistir a un concierto de Wagner: ahí descubrió que la música conectaba directamente con el ser y que, por eso, iba por delante de la filosofía. Con la música, la vida se eleva, se expande, se dignifica en el sentido más profundo de la palabra “dignidad”. Con la gran música, por supuesto, no con el reggaeton que ha invadido nuestra cultura y nos ha llevado más debajo de nosotros mismos (más debajo de la cintura, desde luego), en vez de elevarnos.

Hoy cada vez se escucha menos entre los jóvenes la gran música que es uno de los grandes patrimonios espirituales de Occidente, y no se escucha no porque sea más difícil o ajena a ellos, sino porque quienes toman las decisiones en educación en este país no creen en las capacidades y en la sensibilidad de nuestros niños y al abdicar de esa esperanza, los han condenado a ser rehenes de un mundo de “sonido y furia” como es el nuestro, donde el silencio y la música han sido expulsados. Es imperdonable que el cultivo de la música no esté considerado en los planes de educación como el mejor antídoto contra la violencia, la depresión, la ansiedad que hoy se expanden como peste por los colegios de Chile. Mozart asesinado: eso decía Saint-Exupéry cuando, en un tren en que viajaba, vio a un niño de apariencia angelical (que ayudaría a la creación de su Principito) rodeado de dos padres groseros, bastos, gritándose entre ellos, sordos a las preguntas sensibles de su hijo: ese era “Mozart asesinado”. Hoy ese niño estaría rodeado de dos padres absortos y ausentes en sus dispositivos digitales, sin ni siquiera tiempo de pelearse.

Quien entendió que la música puede ser una fuente de esperanza y paz para las nuevas generaciones (tan necesitadas de ellas) es Felipe Browne, eximio pianista chileno, quien ha hecho una cruzada de llevar Belleza a través de la gran música clásica a más de cien colegios públicos y privados a lo largo de Chile. Su propia historia es conmovedora: estudió piano desde los 8 años, entró al Conservatorio a los 11, partió a Tel Aviv y después a Inglaterra detrás de grandes maestros para aprender la técnica. Así es la vida de los que son “tocados” por la música: son verdaderos monjes, ascetas, con una vida tan exigente o más que la de los deportistas de alto rendimiento. Browne, muy joven, tuvo que soportar la soledad, la lejanía de los suyos, pero dice que logró sortear esas dificultades porque una vez levantó su mano y pidió que otra mano (¿la mano de Dios?) lo sostuviera. Y así sus manos siguieron fluyendo por el piano, a veces único compañero para la soledad. Browne cuenta, al revés de los pesimistas que tienen a nuestra educación sumida en una dolorosa decadencia, que los niños y jóvenes recibían sus conciertos con emoción y, a veces, conmoción. La misma que sintió él cuando tocó por primera vez a Chopin a los diez años y lloró, sabiendo que ahí estaba esperándolo su destino. Hay niños de alta vulnerabilidad que se le han acercado, después de escuchar a Schumann, Schubert o Liszt, a preguntarle: “¿Por qué me emocioné tanto?”. Ahí estaba un músico sensible para contestarles, para tomarlos de la mano, para sacarlos de la pobreza, que no es solo la pobreza social, sino también espiritual, en la que estamos sumidos.

Hoy campean en educación, o los discursos ideológicos, o el pragmatismo ramplón. Navegamos entre esos dos monstruos devoradores de almas nuevas. Y la música excelsa no está en sus prioridades, ni la Belleza. No es un problema de recursos (¡tantos recursos desperdiciados!), es un problema de visión. Debieran multiplicarse las orquestas juveniles (como la de Curanilahue) o las escuelas musicales como la de la pianista Mahani Teave en Isla de Pascua. La música es una escuela de disciplina y también de respeto a la autoridad, al maestro, al director de orquesta, a los grandes creadores. ¿No es eso lo que escasea por todos lados? ¿La tan cacareada “excelencia”? (El Mercurio)

Cristián Warnken

¿En qué minuto perdimos el control del Estado?-Pilar Lizana

En primer lugar, la policía, en último, los partidos políticos. A los primeros le siguen las Fuerzas Armadas, las universidades y algunos medios de comunicación. A los últimos le anteceden el Congreso, el sistema de pensiones y las redes sociales. Al centro y hacia el final más instituciones públicas. La confianza de que los tomadores de decisiones solucionarán las urgencias de los chilenos es bastante baja. Se cree con fuerza en la labor de las instituciones policiales y militares, pero quienes las conducen desde el ámbito político carecen completamente de credibilidad. ¿En qué minuto perdimos el control del Estado?

La encuesta CEP, publicada esta semana, muestra un panorama bastante preocupante sobre la confianza en el Estado. La alerta no tiene que ver con aquellas temáticas indicadas como urgencias y principales problemas del país, tiene que ver, con quién debe hacerse cargo.

El Estado es esa entelequia que se materializa a través de las instituciones y servicios encargados de entregar seguridad, desarrollo y bienestar a la población. Tarea desarrollada por funcionarios públicos, técnicos en su materia y liderada por políticos.

Política viene del griego Polis, que significa ciudad. De ahí que, la política represente todo aquello relacionado con la actividad social y organizativa de la ciudad. Aristóteles ya dejaba claro que la política era algo inherente a la persona, decía que el hombre era un animal político por naturaleza. Entonces, si la política y el Estado están tan relacionados con la sociedad y los individuos, ¿por qué no creemos en los políticos y sus partidos?

La CEP nos muestra cómo ha avanzado en Chile la idea de que los individuos deben solucionar sus problemas. El 58% cree que debe premiar el esfuerzo individual y el 41% en que la responsabilidad del sustento económico recae en uno mismo. Ambos, aspectos fundamentales para el desarrollo, una sociedad no avanza si no existe esfuerzo y responsabilidad de los individuos, pero tampoco lo hace si el Estado no genera las oportunidades para que ese esfuerzo individual rinda frutos y sea altamente productivo.

La desconfianza en la institucionalidad y la política es de tal relevancia que, la misma encuesta muestra que, desde mediados del año pasado, las personas que creen que es preferible un régimen autoritario y a las que les da lo mismo si uno democrático o no, no ha parado de subir.

Hemos perdido el equilibrio entre Estado y política. Ese equilibrio que lograba administrar la técnica con el poder y permitía transmitir a la población de que las instituciones trabajan en soluciones para entregarles seguridad, desarrollo y bienestar.

Preocupan varios aspectos de la recientemente lanzada encuesta, pero sin duda, uno que no podemos dejar pasar es la desconexión entre Estado, política e individuo. El animal político de Aristóteles no se está haciendo cargo de la Polis mientras los ciudadanos buscan opciones en cualquier lado. La mejor prueba de ello, son los más de 200 aspirantes al sillón presidencial que buscan patrocinios para llegar a primera vuelta. (El Líbero)

Pilar Lizana

Buenos gobernantes: ¿Qué dice el Tao?-Ernesto Tironi

Chile ya tiene una lista corta de siete precandidatos presidenciales entre los cuales elegir, bastante distintos unos de otros (u otras). En los tiempos que corren no dará lo mismo quién elijamos finalmente. Y para muchos no será fácil escoger, especialmente al interior de los dos sectores principales en que se distribuye la política chilena: centro izquierda y centro derecha. Además, como la mitad de los consultados en la última encuesta del CEP, todavía no sabe o decide por quién votaría.

Puede ser bastante simplista, tradicional y hasta primitiva la manera en que la mayoría decidimos por quién votar, a pesar de que pensemos lo contrario. ¿Cuántos lo harán realmente por los programas de gobierno que se proponen? ¿Cuánto habrá de inclinaciones muy emocionales? A veces pienso que los factores que determinan nuestras preferencias por partidos políticos y sus candidatos no son demasiado distintos de aquellos que originan nuestras preferencias por cierto equipo de fútbol. Ser de la U, el Colo o la Católica parece venir de una mezcla de preferencias heredadas de los padres o la familia, casualidades y circunstancias anecdóticas. No obstante, jamás reconoceríamos eso en el caso de la política, sino que lo fundamentamos en sesudos análisis. ¿Cuánto de eso será post factum?

¿Qué tal sería, para variar, considerar antes el perfil o características que debiera reunir un presidente/a para estos próximos cuatro años de la historia de Chile? ¿Y después, decidir cuál candidato es más probable que reúna o encarne esos rasgos requeridos? Tomémoslo simplemente como otra forma de decidir.

¿Y qué tal si consideramos no sólo atributos inmediatos o relativamente superficiales que debiera reunir un buen gobernante hoy, sino atributos más profundos, permanentes o universales? ¿Dónde encontrar referencias a estos últimos? ¿En Maquiavelo, Rawles, Berliner? ¿Y por qué no en Lao Tse, autor de “Tao Te Ching” (“Libro del camino y la virtud”), el texto clásico chino del siglo sexto AC que tanta influencia ha tenido en el Asia?

El Tao es uno de los tres o cuatro libros que reúne la más profunda sabiduría que los humanos hemos encontrado sobre cómo vivir bien. Es una lástima que ni figure en los programas de educación escolar de nuestros países. Puede ayudarnos, tal vez, conocer los criterios que tan precisa y poéticamente propone el Tao para los gobernantes.

Señala, por ejemplo, “si un gobernante carece de confianza, lo mismo le pasará a su pueblo. Gobernantes que no merecen serlo son despreciados.  Gobernantes comunes son temidos por sus súbditos; buenos gobernantes se ganan el afecto y las alabanzas de sus súbditos. Cuando grandes gobernantes lideran, la gente apenas se da cuenta de su existencia. Qué cuidadosamente elige sus palabras el gobernante sabio; cuán simple sus acciones. Bajo tal gobierno el pueblo piensa que se está gobernando a sí mismo”. (Cap.17)

Sobre el buen gobierno señala: “El gobierno es mejor administrado con virtud. El ejército es mejor administrado con estrategia; la gente es mejor administrada dándoles libertad. Cuántas mayores restricciones se establezcan, más pobre se vuelve el pueblo. Más soldados patrullan las calles; más desordenada se vuelve la ciudad. Cuanto más habilidosos y astutos se vuelven los funcionarios (públicos), más difícil se hace controlar a la gente. Si más leyes y órdenes se emiten, más abundan los ladrones e infractores”.

El gobernante sabio dice: “Si yo practico restricción y moderación, la gente se reformará sí misma. Si yo amo la paz, la gente se volverá pacífica. Si no soy codicioso, la gente se volverá próspera. Si yo practico la simplicidad, la gente se mantendrá simple” (57).

Así como las anteriores, hay decenas de reflexiones en este libro maravilloso. Me he limitado a extraerlas de sólo dos de sus 81 capítulos o secciones. Mis citas son de una versión en lenguaje contemporáneo de Sam Torode, publicado en inglés el 2019 (en Kindle). Les invito a todos a leerlo completo. Es corto (100 págs.), y es muy importante hacerlo en una buena traducción.

Personalmente, para esta etapa de la historia de nuestro país y del mundo me gustaría escoger un presidente que por sobre todo sea sabio o sabia. No él o la más inteligente, experimentada, habiloso, cercana, duro ni atrevida. Que tenga mucha consciencia de que su modo de ser importa tanto como su modo de hacer, y muchísimo más que sus propuestas anticipadas de qué hacer. No son las ideas solamente lo que importa, ni para gobernar ni para conseguir ser elegidos. Me gustaría un presidente que leyera libros como el Tao y otros semejantes para formarse para gobernar. Un presidente que no estuviera siempre en el centro de todos los acontecimientos aparentemente “importantes”. Que los mirara desde más altura y distancia. Que fuera más selectivo. Para así ayudarnos a todos los ciudadanos a mirar con más perspectiva y visión nuestro acontecer. Que fuera el contrapunto de los Matinales de TV. Que no dejara que sean los Matinales quienes educan a nuestro pueblo como ciudadanos. Que sea él o ella, con su ejemplo activo, sin palabras ni prédicas, quien educara diariamente sobre qué es importante considerar para construir un país feliz del cual nos sintamos todos orgullosos.

Me propongo observar también estos aspectos en el comportamiento de los candidatos que llenarán el espacio de las noticias en los próximos seis o siete meses. Veamos qué aparece al mirarlos desde este punto de vista. (El Líbero)

Ernesto Tironi

Querellas vs. entendimiento

De cara a la futura gobernabilidad del país, cabe preguntarse —una vez más— de qué manera las derechas pretenden ofrecer una conducción política coherente. Cada semana aparecen nuevas querellas ideológicas que se suman a las anteriores. Ayer fue la imposibilidad de concordar elecciones primarias del sector. Antes de ayer, el sismo producido por la reforma previsional. Y, más atrás, la imposibilidad de ponerse de acuerdo en un nuevo texto constitucional.

La disputa más reciente es el verdadero desorden de voces emanado desde Chile Vamos, Republicanos y Nacional Libertarios a propósito del informe de la Comisión para la Paz y el Entendimiento que propone un camino para abordar el conflicto histórico de La Araucanía.

A pesar de reunir el amplio consenso de una comisión plural, donde también las derechas estaban representadas, la reacción de estas frente al informe fue absolutamente discordante. Desde una razonada, pero minoritaria, aprobación, hasta un virulento rechazo de quienes califican el informe como octubrista. Al medio, múltiples cuestionamientos que denotan disgusto a la vez que ceguera histórica y una nula capacidad de avanzar propositivamente.

En medio del fuego cruzado de esas voces, los líderes de la derecha vuelven a competir por quién muestra más dureza e intransigencia, antes que levantar puentes y sumarse a un camino de entendimiento y paz.

Mientras Kast acusaba una “cesión de soberanía” del Estado y a Chile Vamos de ser cómplice, a la vez expulsaba a la senadora de su propio partido que concurrió al acuerdo.

Matthei, a su turno, uno de cuyos colaboradores más influyentes copresidió la Comisión (el exministro Alfredo Moreno), volvía a quedar situada en un lugar incómodo. Sin un claro perfil propio, reiteraba en la radio generalidades como “no queremos más burocracia, el terrorismo hay que condenarlo y tiene que haber un consenso de que no se va a aceptar el terrorismo”. Son frases para competir; no para gobernar.

Kaiser, por su lado, proclamaba que su “Partido Nacional Libertario no reconoce legitimidad al acuerdo” y conminaba a Matthei “a tomar una posición clara en esta materia y a decidir sobre la continuidad del consejero Moreno en su equipo de campaña”. Otro líder entonces que sueña con expulsiones.

En fin, llama la atención no solo el desorden y la contraposición de voces que se manifiestan continuamente en el vértice superior de las derechas, sino, además, la falta de visión histórica y de seriedad frente a asuntos de la envergadura y densidad cultural como el estatuto de los pueblos indígenas y su plena participación en la comunidad imaginada que formamos. Al contrario, lo que trasciende de la comunicación de dichos liderazgos son básicamente querellas intestinas del sector. Y una escasa preocupación por construir un entendimiento frente al conflicto más duradero que acompaña nuestra historia. (El Mercurio)

José Joaquín Brunner

Crisis de fecundidad y las amenazas antiliberales-Antonia Russi

Sabemos que la crisis de la natalidad en Chile amenaza con traernos serios problemas, no solo demográficos sino que también sociales y económicos. En el caso chileno la tasa de fecundidad se encuentra alrededor de 1,2 hijos por mujer, muy por debajo del índice de reemplazo, convirtiéndonos en uno de los países con las tasas de natalidad más bajas del mundo. Las explicaciones a este complejo fenómeno son varias, pero una de las más interesantes es aquella que lo atribuye a un cambio de mentalidad, sobre todo de la femenina. Se alude constantemente a que en la actualidad, para las mujeres, la maternidad ha dejado de ser atractiva.

Expertos como Martina Yopo, socióloga y académica de la Universidad Católica, consideran que se está privilegiando una vida profesional por sobre la maternidad, lo que hace sentido viendo la mayor participación femenina en el mercado laboral. Sugiere también que los roles de género han cambiado, influyendo en que hoy en día “ser mujer no significa ser madre y hacer familia no significa tener hijos”, entregando más opciones de sentido de vida a las mujeres, antes reservados en la maternidad. Si bien esta aproximación puede ser cierta, y es sin duda muy interesante para el análisis, se configura desde la consigna de que hoy los jóvenes, y sobre todo las mujeres, no desean tener tantos hijos como en el pasado.

Esta tesis no es necesariamente cierta. Si bien encuestas chilenas, como la Bicentenario (2024), muestran una disminución en la decisión de procrear respecto del 2009, al contrastarlas con las de países desarrollados, esta caída parece ser parte del proceso normal cuando empiezan a salir del subdesarrollo. Con todo, estos índices no indican necesariamente el rechazo por procrear sino la decisión final de traer niños al mundo, de alguna manera no sabemos cuántos de aquellos que deciden no tener hijos lo hicieron condicionados por las circunstancias.

En este sentido, asumir con estos datos que los jóvenes (o las mujeres) ya no quieren tener hijos es una conclusión apresurada. Por ejemplo, un reconocido estudio del 2013 (Newport & Wilke, 2013) sobre fertilidad en Estados Unidos grafica que las actitudes estadounidenses frente a la paternidad no habían cambiado en los últimos 23 años, a pesar de las drásticas caídas en la fertilidad. Esto quiere decir que incluso a pesar que los deseos por tener hijos aumente, la fertilidad sigue disminuyendo, provocando una grieta cada vez mayor entre los ideales de los jóvenes y sus posibilidades reales de paternidad. De alguna manera, esta brecha se explica en la diferencia de los niños que una mujer promedio quiere tener (2.1) y los que terminará teniendo (1.8) (Stone, 2018).

Una de las conclusiones de esta línea de estudios es que las sociedades en vías de desarrollo, o desarrolladas, son más eficientes en evitar embarazos no deseados que en obtener embarazos deseados. Además, como se demuestra en el Censo 2024, aumenta la postergación de la maternidad dado que, felizmente, hay más participación femenina en la educación superior y en el mercado laboral; produciendo una baja en la probabilidad en los embarazos (en Chile por primera vez lideran las mujeres de 40 años dentro de las que tienen hijos). Por lo tanto, el foco del problema muchas veces estaría desviado si asumimos que las caídas en la natalidad se explican simplemente por el rechazo a la procreación en las nuevas generaciones. Si el análisis se enfocara en mejorar las condiciones para que los adultos jóvenes puedan tener los hijos que anhelan sin postergarse profesionalmente, el diseño de políticas de fertilidad se abordaría de formas más adecuadas.

Con todo, los impulsos de la política siempre serán de intervenir impositivamente para lograr los cambios. Sin embargo, los países que han sido más exitosos en las políticas de natalidad han demostrado (por el momento) que las mejores medidas son aquellas direccionadas a cambios integrales en la cultura laboral. Esto quiere decir, aquellas iniciativas que atacan diferentes puntos del problema y que generan cambios estructurales y a largo plazo. Por ejemplo, se ha visto que medidas como las trasferencias de dinero directas no son tan eficientes como aquellas que promueven un mejor sistema de cuidados infantiles y permiten una mejor compatibilización maternidad/paternidad y carrera (Bersgsvik et al, 2021). Esto implicaría un mejor diseño de políticas de sala cuna y postnatal para los hombres. Ahora bien, el peligro de estas conclusiones está en que se le cargue todo el costo a las empresas y se siga afectando la productividad. Este punto es relevante si se considera que la fertilidad no mejorará si Chile se transforma en un peor país para vivir económicamente.

De alguna manera, sabemos dónde estarían las mejores soluciones, pero éstas también implican amenazas, sobre todo en la forma de implementarlas. Por ello, es necesario pensar en políticas que incentiven la oferta de sistemas de cuidados y la posibilidad de que los padres puedan elegir el que más les acomode. Respecto de las políticas de postnatales universales, también sería interesante estudiar el caso de incentivos tributarios a las empresas con mejores iniciativas de apoyo a las familias. En este sentido el llamado es el de considerar cambios eficientes, que apoyen a las familias, y sobre todo a las mujeres, a compatibilizar carrera y familia, sin perjudicar el mercado laboral. Encontrar soluciones para este problema es sin duda urgente, pero el apremio no puede nublarnos el juicio incentivando proyectos políticos que asfixien la inversión, la formalidad laboral, el emprendimiento y el progreso. De ser así, las primeras afectadas serán las mujeres, que verán retroceder sus avances en igualdad y libertad. (El Líbero)

 Antonia Russi

Fiscalía detecta financiamiento irregular en campaña FA por alcaldía de Limache

En los antecedentes que tiene la Fiscalía por el caso ProCultura existen indicios de que el fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, fijó como asunto de interés para su indagatoria la existencia de un eventual mecanismo para financiar irregularmente campañas políticas.

Así se desprende, por ejemplo, del destino que se pudo haber dado a las platas provenientes del convenio suscrito, mediante asignación directa, en el marco del Programa de Asentamientos Precarios firmado entre la Fundación Procultura, la Seremi de Vivienda y el Servicio de Vivienda y Urbanización, ambos de la Región de Valparaíso. Ese convenio, destinado a la comuna de Villa Alemana, según registró el Ministerio Público, era de un total de $ 248.373.378.

La Fiscalía pudo constatar que antes de que se suscribiera dicho acuerdo, entre los meses de noviembre y diciembre de 2021, hubo varias reuniones entre funcionarios del Serviu de Valparaíso y la Fundación Procultura “con el objeto de que se iniciaran trabajos con la mencionada fundación y levantar información sobre los productos que podía realizar en el territorio, conllevando ello también visitas a los campamentos de la comuna de Villa Alemana a intervenir”.

En una de las solicitudes realizadas por la Fiscalía para interceptar comunicaciones privadas -como lo hizo con el Presidente Gabriel Boric– se expuso que en una de esas reuniones “participaron una serie de funcionarios públicos, dirigentes de los campamentos de Villa Alemana, Alberto Larraín como representante de la fundación y también el Consejero Regional Sebastián Balbontín, militante del partido Revolución Democrática y parte del conglomerado del Frente Amplio, quien además sería actual pareja de Larraín”.

El Ministerio Público además agregó que es “importante destacar que, de fuentes abiertas, fue posible corroborar la cercanía del Presidente Gabriel Boric respecto de ambos, a propósito de actividades partidistas y en relación a su campaña presidencial”.

La sospecha respecto de Balbontín, a juicio de la Fiscalía radica en que “del análisis de los movimientos de la cuenta corriente de la Fundación Procultura y sus representantes legales, cuyo acceso fue autorizado judicialmente, se produjo el hallazgo de transacciones sospechosas”.

“De estos antecedentes bancarios, es necesario referirse al vínculo que se advierte entre Alberto Larraín y Sebastián Balbontín quien, como se señaló, estuvo presente en las reuniones previas al convenio, lo cual llama poderosamente la atención más allá de su calidad de Consejero Regional al momento de los hechos, por cuanto se han detectado relaciones a aportes a las campañas políticas de Sebastián Balbontín”, se lee en uno de los escritos que hay en la carpeta del caso.

En esa misma línea, la Fiscalía “detectó que desde la cuenta corriente Nro. XXX que mantiene Alberto Larraín en el Banco Scotiabank se registraron 126 transacciones entre el 01-07-2021 al 29-01-2024, por un monto total de $ 53.442.000 a la cuenta de destino Nro. XXX de Banco Estado la cual pertenece a Sebastián Balbontín, quien como ya se indicó es militante del partido político Revolución Democrática y parte del conglomerado del Frente Amplio”.

El Ministerio Público agregó más antecedentes para convencer al tribunal de autorizar los pinchazos telefónicos: “Al momento en que fue candidato por la comuna de Limache en el año 2021, según el registro de Servel, Catalina Rengifo (quien entre abril de 2022 a diciembre de 2023 figura en la Red Social Linkedin como Coordinadora Territorial de la Región de Valparaíso para la Fundación Procultura y también figura contratada por la Fundación para ejercer labores en el convenio al que refiere esta presentación), ejerció labores como encargada de redes sociales del candidato y luego ejerció funciones como brigadista para la candidatura a Consejero Regional, en la que finalmente es elegido, recibiendo por dichas labores un total de $1.700.000″.

En los antecedentes que maneja la Fiscalía además se expuso que “desde la cuenta bancaria de Alberto Larraín, en el periodo en que se ejecutan ambas campañas, existen transferencias a Catalina Rengifo por un total de $4.175.000. Además, se detectó que entre julio de 2021 a noviembre de 2023, Alberto Larraín realizó transferencias por la suma de $22.422.000 a Sebastián Balbontín”.

Finalmente se constató que “Sebastián Balbontín recibe para su campaña de alcalde un total de $3.399.872 de parte de Francisco Fuentes Araya, quien ejerció el cargo de director del circuito Lota Patrimonial a cargo de Procultura. Estos movimientos bancarios y el resultado de la interceptación reseñada, hace necesaria y justificada la medida a fin de indagar un posible financiamiento irregular de campañas políticas, en particular, de partidos del conglomerado de gobierno Frente Amplio y fundados en el vínculo personal del Presidente con miembros de la Fundación Procultura”.  (La Tercera)

Crecimiento e infraestructura

Existe un consenso nacional en que el país, en estos difíciles momentos, debe crecer y generar empleo. Para ello, es fundamental una mayor inversión y, por lo tanto, debemos dar certeza jurídica a los inversionistas, estabilidad tributaria y un país seguro, en paz y sin violencia.

Sabemos que el sector minero tiene programadas para los próximos años cuantiosas sumas de inversión y que el sector agroalimentario podría crecer muchísimo si se logran firmar los tratados de libre comercio que están en negociación con países del Asia Pacífico y la India. También son perfectamente posibles inversiones en el sector forestal, pero las mismas, al igual que las anteriores, están sujetas a aprobaciones medioambientales que siempre son analizadas con un perfil ideológico, político y no realista. Esto conlleva que muchos de estos proyectos no se puedan materializar, implicando un grave daño para nuestro país.

Para ejecutar los proyectos pendientes, se requiere que el país cuente con infraestructura moderna. No podremos exportar nuestros productos si no contamos con puertos de primer orden y acceso expedito a los mismos. Es absolutamente necesario contar con accesos ferroviarios a ellos, de modo que en vez del 5% de carga que hoy se lleva a los puertos, se llegue al 40%. Esta será la única forma de descongestionar el sistema vial.

Desde el año 2014 venimos hablando del Puerto Mayor de San Antonio, todavía estamos a la espera. En ferrocarriles es absolutamente necesario tener acceso directo con nuevos trazados a los puertos de Valparaíso y San Antonio. Del mismo modo, tenemos que impulsar y apurar el corredor bioceánico por el norte de Chile hacia Brasil, Paraguay y Argentina. También en el sur tener acceso fluido al puerto de Coronel, para productos argentinos.

Además, es importante destacar el daño inmenso que se le causa a Chile, al no proceder eficientemente al tratamiento de las basuras. Todos los cálculos que se han efectuado en esta materia señalan que el año 2028 nuestros vertederos estarán colapsados.

Hoy en día circulan por nuestras calles y autopistas millares de vehículos recolectores de basura, aumentando la congestión vial y emitiendo gases contaminantes. En las bermas de muchas de nuestras autopistas podemos ver enorme cantidad de basura sin recolectar, transformándose de hecho en vertederos irregulares. En el norte de Chile se reciben containers, supuestamente con ropa usada, pero no es así. Se trata de basura que llevan al desierto para quemarla.

Nuestros aeropuertos tienen el peligro permanente de suspensión parcial de vuelos, tanto de despegue como aterrizaje, por bandadas de pájaros que circulan en su cercanía, debido a los basurales que hay alrededor.

En fin, esta situación es insostenible si no actuamos ahora en forma eficiente. El Estado chileno, a través de las municipalidades, gasta hoy más de US$ 500 millones al año en este problema. Esta suma, si no hacemos algo a tiempo, aumentará con creces en los próximos años. Podemos transformar este grave problema en una oportunidad.

Hoy día existen tecnologías modernas que a altas temperaturas queman estos elementos y generan electricidad, de modo que las municipalidades, en lugar de incurrir en gastos, reporten importantes sumas de ingresos. Para lo anterior, se deben concesionar las basuras, al igual como se hizo con el agua potable y alcantarillado, de modo que los privados hagan estas inversiones de largo plazo, aliviando la inversión de recursos por parte del Estado.

Debemos actuar ahora, mañana será tarde.

Juan Eduardo Errázuriz

Infantería política y participación electoral

Más allá de las encuestas sobre intención de voto para la primaria presidencial de la centroizquierda, acá analizo datos electorales que sirven para estimar las posibilidades de éxito de cada candidato. Escogí dos evidencias. Primero, la fuerza electoral de cada bloque o partido. Segundo, las características etarias de la participación electoral con voto voluntario, que es la regla que aplica para las primarias. Sostengo que si bien Carolina Tohá tiene la primera opción de triunfo, Gonzalo Winter representa una amenaza real.

Si miramos la fuerza electoral de los bloques, el Socialismo Democrático (SD) y Tohá tienen amplia ventaja sobre el PC -en alianza con Acción Humanista (AH)-, el FA y la FRVS. En conjunto, el oficialismo sumó 3.747.518 votos en las recientes elecciones de concejales. El 51,6% de esa votación corresponde a partidos del SD. La diferencia aumenta según el número de concejales electos, que para una primaria funcionan como la “infantería electoral” de los candidatos. El SD obtuvo 554 de los 867 escaños que acumuló el oficialismo. Es decir, un 63,9%. Finalmente, de las 88 alcaldías que obtuvo el pacto, el SD ganó 35, el PC y la AH consiguieron tres, la FVRS solo una, y el FA totalizó cinco. El resto -la mitad del total- son alcaldes independientes dentro del pacto. Aparentemente, el SD consolida su ventaja sobre el resto de los partidos, pues sus alcaldes gobiernan a 3,2 millones de chilenos. Sin embargo, el FA administra municipios grandes como Maipú, Viña del Mar, Valparaíso, Valdivia y Peñalolén, que acumulan cerca de 2,2 millones de habitantes. Si el FA repite la movilización electoral de las primarias de 2021, en que Boric rebasó el millón de votos, Winter se transforma en una carta competitiva.

La segunda dimensión es la participación electoral. La primaria será el 29 de junio. Probablemente sea una jornada fría y con malas condiciones atmosféricas. Dado que el voto es voluntario, podría contraerse la participación de los segmentos más longevos, elevando la incidencia del voto juvenil, lo que beneficia a Winter. La elección presidencial de 2021 -la última con voto voluntario- mostró que la participación de los jóvenes entre 18 y 29 años fue de 43,1%, aumentando 6,5 puntos respecto a las presidenciales de 2017; mientras que la participación de los electores de 60 años y más retrocedió 6,8 puntos, llegando a 49,1%. Esto puede ser atribuible al “efecto postpandemia”, pero de todos modos se constituye en una evidencia a considerar.

En consecuencia, si bien Tohá sigue siendo favorita, la incertidumbre se instala a raíz de la capacidad de movilización del FA en los municipios que gobierna, y del apoyo de los jóvenes especialmente en las comunas de mayores ingresos.

Mauricio Morales

Académico Universidad de Talca