Página 430

Comando de Matthei: relanzamiento visual con Demócratas y Amarillos

La candidata presidencial Evelyn Matthei presentará este lunes en la noche un “relanzamiento visual” de su campaña, en un acto que reunirá a Chile Vamos junto a los partidos Demócratas y Amarillos, que recientemente se sumaron a su candidatura.

El evento, programado para las 20:00 horas, incluirá el estreno de nuevos logos, registros audiovisuales e imágenes. Según adelantó Juan Luis Ossa, coordinador programático del comando, será la primera vez que confluyan todos los partidos y sectores que respaldan a Matthei, en un despliegue más amplio que el desarrollado antes de la incorporación de Demócratas.

El relanzamiento se produce en medio de una nueva polémica entre Matthei y su contendiente, José Antonio Kast. Las declaraciones del economista Jorge Desormeaux, esposo de la candidata, quien advirtió que un eventual gobierno del líder republicano traería “menos paz social”, desataron la controversia. Desde Republicanos respondieron recordando que el estallido social de 2019 ocurrió bajo el gobierno de Sebastián Piñera, entonces apoyado por Chile Vamos.

Consultado por el tema, Ossa enmarcó la discusión en la dificultad que enfrentará cualquier próximo gobierno por la fragmentación del sistema político. A su juicio, Matthei tendría mejores condiciones que Kast para construir acuerdos con el Congreso y garantizar gobernabilidad.

El coordinador también subrayó que la candidatura busca crecer hacia la centroizquierda, destacando que votantes que apoyaron el rechazo a la propuesta constitucional podrían sumarse ahora a Matthei. La incorporación de Demócratas y Amarillos, junto con figuras como Felipe Harboe que han mostrado cercanía, fue presentada como una señal de ese posible ensanchamiento del electorado.

Por qué importa el crecimiento

En marzo pasado, con ocasión de una charla suya ante una concurrida audiencia, el rector Carlos Peña formuló la siguiente pregunta: ¿Por qué importa el crecimiento? Y a renglón seguido agregó: ¿No sería mejor decrecer y aspirar a una vida más sosegada y bucólica?

Para responder a estas interrogantes expuso razones asociadas a la naturaleza de la condición humana. Sin crecimiento, afirmó, no es posible desarrollar nuestras trayectorias vitales de individuos dueños de nosotros mismos, capaces de discernir el tipo de vida que deseamos llevar. Esto le confiere una dimensión moral que excede con creces la mera satisfacción de las necesidades que el crecimiento provee. Es así que la pobreza no se limita a la carencia de bienes materiales, sino que sobre todo despoja a quienes la sufren de su condición de agentes morales, capaces de imaginar proyectos de vida y de procurar su realización.

Pero además —añadió el rector—, sin crecimiento el capitalismo se desplomaría y con ello la creación de riqueza, que es indispensable para el progreso y prosperidad de las naciones.

Estas reflexiones dan sustento a una poderosa razón moral que invalida el tipo de propuestas igualitaristas que por momentos invadieron la esfera pública en nuestro país. Había llegado la hora de enfrentar la desigualdad al precio de postergar el crecimiento —se decía—, o peor todavía, que era necesario frenarlo y optar incluso por el decrecimiento, de la mano de una frondosa “permisología” para desalentar la inversión.

Notablemente, el sistema político —el mismo que había impulsado un crecimiento sostenido de la economía por más de dos décadas— pareció de pronto convencerse de que ya no era necesario o que había que pausarlo hasta nuevo aviso.

La razón moral del crecimiento se hizo tangible entre nosotros en el período de los “30 años” —como se lo suele denominar— cuando disminuyó aceleradamente la pobreza, posibilitando el acceso a los bienes de la modernidad a millones de chilenos, excluidos hasta entonces del goce de los productos y servicios que fomentan el bienestar de las personas. Se trata del proceso de inclusión social de mayor envergadura en la historia de nuestro país, que ilustra rotundamente los invaluables beneficios sociales que se derivan del crecimiento económico —que no otra cosa pudo propiciarlos en ese tiempo.

Resulta llamativo que no pocos de quienes participaron en la elaboración e implementación de las políticas públicas que viabilizaron ese extraordinario esfuerzo nacional hayan reaccionado con pasividad al intento de desacreditar uno de los períodos más virtuosos de nuestra historia, que involucró a varios gobiernos y legislaturas, cuando se formó en Chile la clase media más numerosa —como proporción de la población— de América Latina y el desarrollo pleno asomó sus contornos en el horizonte cercano.

Debe celebrarse que el crecimiento vuelva a ser reconocido entre nosotros como el motor fundamental del progreso, sin el cual sería imposible alcanzar el desarrollo pleno. Los estudios de opinión pública así lo muestran, y también adhiere a esa idea la mayoría de quienes aspiran a ser elegidos para gobernar el país a partir de marzo de 2026. Pero es solo después de que hemos pasado una larga década de estancamiento económico, en la que el sistema político hizo casi todo por desalentarlo, olvidando la razón moral que lo legitima y lo hace indispensable.

Se ha perdido un tiempo precioso en la ruta al desarrollo pleno. Es hora de retomarla sin vacilaciones.

Eduardo Frei
Expresidente de la República

Claudio Hohmann
Exministro de Estado

El programa de Jara: el verdadero y el falso-Jorge Ramírez

El documento final de “Lineamiento programáticos” de 84 páginas presentado por la abanderada oficialista Jeannette Jara ante el Servicio Electoral es un camuflaje. El de 7 planas de las primarias fue un resumen precario de la carta de navegación original: el Informe de Resoluciones del XXVII Congreso del Partido Comunista de enero de este año, éste es el verdadero programa de la tienda dirigida por Lautaro Carmona y la custodia de ese mandato partidario es lo que explica los constantes arrebatos del secretario general de la tienda de la hoz y el martillo en contra de su propia candidata.

Más claro imposible, para Carmona, lo inscrito en el Servel no es el verdadero programa, sino un borrador susceptible de revisión por el partido. Si se comparan esos “lineamientos” con las resoluciones del PC de enero, las diferencias saltan a la vista.

Hay un “programa verdadero” —el del Congreso— y un “programa falso” —el de campaña—, hecho para transmitir gobernabilidad, pero el proyecto del PC nunca ha sido ese, sino que el de generar condiciones para la revolución.

Sin ir más lejos, el texto madre del Congreso del PC es directo en señalarlo: “El Partido debe desarrollar un programa estratégico de izquierda y contribuir más allá de una coyuntura presidencial” (p.15).

El trasfondo es claro: mientras Jara promete gobernabilidad, travistiendo su militancia comunista con atuendos socialdemócratas para ganar elecciones, el PC se reserva la custodia de su texto doctrinario, con la convicción de que su proyecto histórico nunca ha sido el de administrar una mera coyuntura electoral, sino el de generar condiciones para la revolución. El Partido Comunista Chileno no es un partido con vocación de masas, es un partido de nicho, que busca hacer avanzar precisamente un programa: en esta ocasión el de Carmona, no el de Jara.

Porque a estas alturas el programa de Jara pareciera ser un texto genérico de cualquier candidatura socialdemócrata.

Por ejemplo, respecto de la democracia plantea una visión centrada en acuerdos y consensos para “fortalecer el diálogo y la participación es indispensable para una mejor convivencia democrática” (Programa Jara, p. 2), mientras que la visión del documento del PC es lapidaria: “la democracia representativa heredada de la dictadura ha fracasado en cumplir los anhelos populares” (Congreso PC, p. 3) señalando que el modelo de democracia representativa liberal debe ser superado, al ser un instrumento formal y burocrático que no responde a las demandas populares ¿Reemplazado por qué? Por un nuevo modelo de “democracia popular”.

En seguridad, mientras la candidata levanta el estandarte del orden y la autoridad diciendo que “nuestro gobierno debe garantizar entornos seguros y tomar acciones concretas que resguarden el imperio de la ley, combatiendo el crimen organizado y el narcotráfico” (Programa Jara, p. 4), su partido se declara contrario a la agenda represiva y restrictiva de los derechos y la democracia en materia de seguridad, promoviendo modelos alternativos de “seguridad comunitaria, con perspectiva de género y con énfasis preventivo para fortalecer la cohesión y el tejido social” (Congreso PC, p.15).

En economía, mientras Jara en su programa pone acento en la promoción de la inversión privada, advierte sobre los riesgos del proteccionismo, y resalta el hecho de que el mundo requiere de los recursos y capacidades de los que dispone el país como el litio, el cobre y el potencial para producir hidrógeno verde —omitiendo la nacionalización anunciada en su primer programa—, por contraste, el programa del PC concibe el crecimiento como el resultado de encadenamientos productivos controlados por el Estado, con planificación y protección de sectores internos, subrayando la necesidad de superar el patrón exportador primario centrado en recursos naturales y la apertura comercial, al considerar que forman parte de un pilar del neoliberalismo que debe ser reemplazado.

Al final, el verdadero programa no es el que Jara inscribió en el Servel, sino el que Carmona guarda bajo llave… y en esa disyuntiva radica la apuesta real del PC: no gobernar el presente, sino modelar el futuro, probablemente desde el Congreso, con una hoja de ruta auténticamente revolucionaria. (Ex Ante)

Jorge Ramírez

Bolivia pide repatriar a policías detenidos en la frontera: ingreso fue «accidental»

Las repercusiones diplomáticas y judiciales continúan tras la detención de seis ciudadanos bolivianos –cinco de ellos policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN)– en la frontera norte de Chile luego de ingresar por un paso no habilitado portando armas y gran cantidad de drogas. El viceministro boliviano de Sustancias Controladas, Jaime Mamani, solicitó la devolución de los efectivos policiales, propuesta rechazada por las autoridades chilenas.

De acuerdo a las versiones oficiales de Bolivia, los agentes realizaban labores antidroga y perseguían a un vehículo con sustancias ilícitas cuando fueron interceptados en territorio chileno, en el sector conocido como «Hito Cajón» de la ruta CH-27, tras internarse casi dos kilómetros. El comandante general de la policía boliviana, Augusto Russo, sostuvo que el ingreso habría sido «accidental» y que se gestiona la repatriación.

Durante el operativo, Carabineros incautaron 499 kilos de marihuana y 73 kilos de pasta base de cocaína desde una camioneta Toyota con encargo por robo en Chile, conducida por un civil; además, en el vehículo Nissan donde iban los policías se encontró armamento de grueso calibre, municiones, 14 celulares y placas patentes bolivianas. La Fiscalía de Calama formalizó a los cinco policías por tenencia ilegal de armas y municiones, disparos injustificados, secuestro y tráfico de drogas, mientras que el civil fue formalizado por tráfico de drogas y receptación de vehículo.

El Juzgado de Garantía de Calama decretó prisión preventiva para los seis imputados, argumentando que representan un peligro para la sociedad, y fijó un plazo de 150 días para desarrollar la investigación penal. Durante la audiencia, se presentaron antecedentes extraídos de los celulares incautados, que vinculan a los detenidos con actividades ilícitas anteriores.

El caso reaviva tensiones bilaterales y expone la problemática de corredores de crimen organizado en la frontera, con pasos no habilitados usados para tráfico de drogas, armas y vehículos robados. (NP-Gemini-Vilasradio-DiarioAntofagasta-Emol)

Afganistán: 800 muertos y 2.500 heridos por terremoto grado 6

Un fuerte terremoto de magnitud 6.0 sacudió el este de Afganistán, dejando un saldo de al menos 800 muertos y 2.500 heridos, según cifras oficiales proporcionadas por el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid. La catástrofe ha generado gran preocupación y los equipos de rescate ya trabajan intensamente en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros.

Mujahid advirtió en una rueda de prensa que el número de víctimas podría aumentar a medida que los equipos de emergencia acceden a las zonas más remotas y evalúan los daños. Las operaciones de rescate se han visto complicadas por los deslizamientos de tierra que han bloqueado carreteras vitales en las regiones más afectadas.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó que el sismo principal tuvo una magnitud de 6.0, con su epicentro a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar y una profundidad de solo ocho kilómetros, lo que amplifica su poder destructivo. Después del temblor inicial se registraron al menos dos réplicas de magnitud 5.2.

El Gobierno talibán ha asegurado que ha desplegado equipos de apoyo y médicos para asistir a los afectados. Por su parte, el ministro del Interior, Khalifa Sirajuddin Haqqani, ha dado instrucciones a los funcionarios locales para que brinden asistencia inmediata a las familias afectadas. La vulnerabilidad de Afganistán a los desastres naturales, sumada a la precariedad de su infraestructura y su débil sistema sanitario, agravan las consecuencias de este tipo de catástrofes. (NP-Gemini-Emol)

Dudas sobre Jara y el PC

Ocurrió algo impensado en política para el común de los chilenos. Que una militante comunista fuera candidata a la Presidencia, apoyada por una diversidad de partidos, desde la izquierda radical, el socialismo democrático y hasta un centro cristiano.

Jeannette Jara es militante comunista hace 36 años. Partido que, recién fundado, adscribió a la Tercera Internacional Comunista, entidad que entonces dirigía el comunismo partidario en el mundo. Claro que, en la práctica, lo realizaba el PC soviético. A partir de entonces, su par chileno fue estricto en seguir las estrategias dictaminadas por Moscú, máxime durante la llamada Guerra Fría, hasta que la Internacional y aquel régimen se derrumbaron. Su obsecuencia lo caracterizó como el más ortodoxo del orbe; devino dogmático. Incluso aún se reconoce marxista leninista. Verbigracia, no hace mucho su máximo dirigente, en el congreso partidario de este año, reafirmó los pilares centrales de la colectividad: el proyecto político, económico, social y cultural cuyo objetivo final es construir el socialismo en Chile… y la lucha de clases, que reconoce la contradicción capital-trabajo como el motor de los cambios sociales, buscando la emancipación de la clase trabajadora por medio de la propiedad colectiva de los medios de producción y la economía planificada (leer los Informes del XXVII Congreso, de enero y julio).

No obstante, la conducta demostrada por la militante Jara ha sido errática. Inicialmente pretendió renunciar al partido transitoriamente, aunque hacía anuncios en línea con su perfil tradicional, en debates o foros, pero de los cuales se retractó a poco andar, siendo calificado como un error por adherentes. No concuerda en varios aspectos con su camarada Jadue —paladín de la tienda—, dando a entender que lo quiere lejos de su campaña. Eligió un comando variopinto y ningún camarada suyo figura como vocero. Demuestra particular interés por representar al pacto unitario amplio que conformó. Lo considera obra propia. Con ellos delineó un programa de gobierno que llamó, eufemísticamente, “lineamientos programáticos”, que se supone puede estar sujeto a cambios. No parece de izquierda y menos comunista. Tampoco es original. Algunas propuestas figuran en el discurso opositor y otras tienen pinta “concertacionista”. Es una declaración de intenciones y además excesiva, porque no toma en cuenta la situación de las finanzas públicas y el estado de la economía que dejará el Gobierno. Incluso se ha señalado desde el PC que se reestudiará y establecerán las apropiadas.

En fin, el proceso y la actuación de la candidata y su partido generan dudas. ¿Jeannette Jara es auténtica como militante? ¿Sus convicciones asimiladas durante 36 años las licuará o abandonará, mientras asumiría la jefatura de Estado, representando la alianza partidaria? ¿Cuánto pesará realmente el PC y cuánto esta? ¿Por qué militantes comunistas no demuestran entusiasmo por su abanderada? ¿Es una mascarada el demostrarse mutuamente distantes ante los electores? Algo es confuso y hace pensar en artimaña. (Emol)

Álvaro Góngora

Nunca más a primeras líneas y golpes institucionales-Iris Boeninger

El próximo 4 de septiembre se cumplen tres años de aquella epopeya ciudadana en que el 62% de los chilenos dijo “no” a la propuesta constitucional de la Convención. Fue un acto de defensa democrática frente al maximalismo, la superioridad moral y la imposición ideológica: una decisión que trazó la clara línea existente entre la violencia de octubre de 2019 y el proceso constituyente rechazado. Fue un acto de autodefensa democrática que quiso poner fin al ciclo refundacional gestado en la violencia.

Para comprender la magnitud del significado del Rechazo, hay que volver al origen. El 18 de octubre de 2019 Chile sufrió un hecho violento y organizado. No se trató de una protesta espontánea, como insiste la actual candidata presidencial Jeannette Jara, que afirma y señala estar segura que “el estallido no fue organizado”. La evidencia la contradice: siete estaciones de Metro ardieron al mismo tiempo con uso de acelerantes, 18 fueron atacadas parcialmente y casi un centenar quedó con daños graves. Se incendiaron también iglesias y universidades, en lo que la filósofa Lucy Oporto advertía como una violencia dirigida a destruir símbolos de cohesión social, espiritual y cultural del país.

De esa ola emergieron los overoles blancos, encapuchados que se volvieron símbolo de la violencia instalada en liceos emblemáticos. Y lo más inquietante es que no quedaron en el pasado: siguen actuando con impunidad hasta hoy, lanzando bombas molotov en recientes enfrentamientos estudiantiles. ¿Los quieren detener o no? Mientras sigan operando, la educación pública y el orden democrático permanecerán bajo ataque.

La forma de enfrentar el caos de violencia fue a través de la firma del Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución el 15 de noviembre de 2019. Contó con el respaldo de la mayoría de los partidos e incluso por Gabriel Boric a título personal. No lo suscribieron el Partido Comunista, Convergencia Social, el FRVS ni el Partido Republicano de Kast, que lo cuestionó por considerarlo una claudicación frente a la violencia. Por su parte, Kast rompió con Piñera declarándose opositor a su gobierno en 2019.

Se corrió un riesgo, es cierto, y el Rechazo salvó al país. ¿Acaso era mejor responder con más violencia? ¿Habría resuelto ejercer más violencia en octubre de 2019 o la hubiera exacerbado? Primó la unidad, el trabajo en equipo y la institucionalidad.

Algunos, durante el violento estallido, prefirieron callar: fueron cómplices silenciosos que relativizaron la destrucción o la justificaron como legítima “expresión social”. Su omisión fue un permiso tácito para que el miedo se instalara como parte del discurso político.

De ese acuerdo nació la Convención Constitucional, que produjo un texto refundacional, sectario y desconectado de la ciudadanía. Fue entonces cuando irrumpió el movimiento Amarillos por Chile, liderado por Cristián Warnken, que junto a 76 figuras relevantes en su primer manifiesto alertaron: “hoy enfrentamos el peligro de lo que alguien ha llamado ‘estallido institucional’”. Amarillos se convirtió en un símbolo de la defensa de la democracia desde lo institucional.

El estallido, una Constitución radical y el intento de derrocar al ex Presidente Piñera fueron la antesala del deseo de la izquierda de un colapso del sistema democrático vía la destitución del entonces presidente. El Rechazo logró detener este colapso.

Paralelamente, quienes defendieron el Apruebo -el oficialismo, la ex candidata Tohá y la actual candidata Jara- atribuyeron el estallido a demandas sociales insatisfechas. Sin embargo, curiosamente, una vez en el gobierno fueron incapaces de resolverlas y, más bien, las profundizaron. En la marcha pacífica del 25 de octubre no había carteles pidiendo una nueva Constitución. Se trató de una negociación democrática para terminar con la violencia.

El Partido Comunista, y específicamente Lautaro Carmona, volvieron a avivar la idea de una nueva Constitución, incluso después del fracaso del segundo proceso constituyente. En marzo de 2025 dijo que “habría que replantearse agendarla con urgencia”, y en junio afirmó esperar que Jara lo impulse si resulta electa. El argumento del Apruebo era, además, ir contra una Constitución nacida en dictadura sin mencionar que la misma fue reformada sustancialmente durante el gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos. El segundo proceso constituyente se hubiese ganado con los acuerdos necesarios que ya estaban. Sin embargo, la superioridad moral de republicanos volvió a jugar su partido en el fracaso de este segundo proceso en 2023.

El octubrismo no murió del todo. En diciembre de 2022, el Presidente Boric indultó a 13 personas: doce involucradas en delitos del estallido y uno al exfrentista Mateluna. Fue un gesto que generó su mayor desaprobación y una señal preocupante: la violencia premiada. Mientras tanto, Jara, promete no abrir un nuevo proceso constituyente, aunque su partido no abandona la idea.

Hoy, varios ex convencionales del proceso fallido son candidatos al Congreso por parte del oficialismo o están en el gobierno o en el comando de Jeannette Jara. No hubo retiro ni autocrítica: hubo reacomodo. Como dice Ruggero Cozzi en su libro, aún se debe volver a rechazar.

Mientras los overoles blancos sigan actuando sin castigo, mientras la violencia sea relativizada o alentada, y mientras se premie a quienes atentaron contra la institucionalidad, el fantasma del octubrismo seguirá activo.

Pero hay esperanza. La experiencia del Rechazo mostró que una ciudadanía unida puede defender la democracia desde la institucionalidad. La tarea pendiente es construir una democracia sólida, que no deje lugar a quienes desean imponer el cambio a través de manipulaciones institucionales y violencia. Solo así podrá cerrarse de una vez por todas el ciclo que partió en octubre de 2019 y que no debe repetirse. No debe avalarse ninguna ni violaciones a los DD.HH. jamás. La advertencia es demoledora: no hay lugar a violencia, ni a overoles blancos, ni a golpes institucionales en Chile.

Como bien dice María José Naudon: “Octubrismo, Estado plurinacional, justicia indígena, ecoconstitución, derechos de la naturaleza, extractivismo, eliminación del Senado, fin de los partidos, entre otros-, conformaron no solo un catálogo, sino un verdadero mapa emocional de un periodo que transformó el clivaje político de nuestro país y que aún condiciona muchas de nuestras decisiones”.

La estabilidad institucional es fundamental para resolver los múltiples problemas que atraviesan los ciudadanos y la seguridad que necesita el país. (El Líbero)

Iris Boeninger

Imacec crece solo 1,8% en julio, bajo expectativas del mercado

La actividad económica en Chile registró un débil desempeño en julio, con una expansión de apenas 1,8% interanual, informó este lunes el Banco Central al publicar el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec). La cifra se ubicó en la parte baja de las proyecciones del mercado.

En términos desestacionalizados, el indicador aumentó 1,0% respecto de junio y 2,3% en doce meses. El emisor explicó que el resultado se debió al crecimiento de los servicios y el comercio, compensado parcialmente por una menor producción minera.

El Imacec no minero avanzó 2,5% en un año, mientras que ajustado por estacionalidad subió 0,5% en comparación con junio y 3,0% en doce meses.

La producción de bienes retrocedió 0,9% anual, arrastrada por la minería y la generación eléctrica. La menor extracción de cobre, hierro y litio fue determinante, aunque la industria logró crecer gracias a una mayor fabricación de productos metálicos y químicos. En la medición desestacionalizada, los bienes repuntaron 1,4% por efecto de la minería.

El comercio destacó con un alza de 6,6% anual, impulsado por las ventas mayoristas de maquinaria, alimentos y vestuario, junto con el dinamismo del comercio minorista en supermercados, grandes tiendas y plataformas online. El sector automotor también mostró mayores ventas y mantenciones. Ajustado por estacionalidad, el comercio creció 1,4% mensual, apoyado en el desempeño mayorista.

Los servicios aumentaron 2,6% en doce meses, con protagonismo de los servicios empresariales y personales, especialmente los de salud. En la serie desestacionalizada, el alza fue de 0,7% mensual, impulsada por los servicios empresariales.

MINISTRO GRAU

El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, comentó esta mañana el resultado del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) correspondiente a julio, que mostró una expansión de 1,8%, cifra considerada baja respecto a las expectativas. Pese a este desempeño, Grau subrayó varios aspectos positivos en los resultados.

El crecimiento de la actividad no minera, que representa cerca del 90% de la producción nacional, alcanzó un 2,5% respecto a julio del año pasado, lo que el ministro calificó como el dato más relevante. Añadió que, considerando variables como estacionalidad y calendario, el crecimiento desestacionalizado fue de 3% interanual, a pesar de una base de comparación exigente.

Por sectores, el ministro resaltó el impulso del comercio, con un crecimiento de 6,6%, y de los servicios, que aumentaron 2,6%. En cuanto a la minería, si bien su resultado fue mejor que lo previsto en el mes, mostró una caída interanual transitoria, explicada principalmente por el desempeño de algunos actores privados. Precisó que esta baja en minería explica la diferencia entre la expansión del PIB no minero (2,8%) y el resultado total del Imacec en los últimos doce meses (1,8%).

Al comparar los datos desestacionalizados entre junio y julio, Grau observó una aceleración significativa: el total del Imacec subió 1,1% en un mes y la economía no minera lo hizo en 0,5%, cifras que proyectadas anualizadas reflejan una velocidad destacable.

Finalmente, informó que el crecimiento anual móvil hasta julio del Imacec es de 2,7%, manteniendo las proyecciones oficiales para 2025 en el rango de 2,5% de crecimiento, tal como fue adelantado por el Ministerio de Hacienda en su último informe sobre finanzas públicas. (NP-GPT-Perplexity-Emol)

Encuestas sobre eutanasia: la ley del más fuerte-Roberto Astaburuaga

Esta semana, la Comisión de Salud del Senado terminará de escuchar a los expositores sobre el proyecto de ley de eutanasia, para luego votarlo en general. Sus promotores han enfatizado dos argumentos: el largo tiempo que lleva en el Congreso y el alto apoyo ciudadano, según distintas encuestas. Hay que hacer un doble click.

El origen del actual proyecto de ley de eutanasia se remonta a cuatro iniciativas de diputados: una de 2011, otra en 2014 y dos en 2018. Todas ellas fueron refundidas en agosto de 2018, aprobándose por la Cámara y despachándose al Senado en abril de 2021. En cuatro años, el Senado solo ha destinado 10 sesiones para su revisión (cinco en 2021, ninguna en 2022 y 2023, 2 en 2024 y 3 en 2025), lo que totaliza apenas cuatro horas de discusión en los últimos dos años. Que un proyecto lleve varios años en el Congreso no significa que se discutió con profundidad. Es evidente que no ha existido un debate serio y profundo, en comparación con otros temas vitales y profundamente delicados. El Gobierno apura al Senado, buscando legislar a matacaballo.

El segundo argumento apunta a las encuestas ciudadanas. Partamos reconociendo que los ciudadanos no son infalibles y se pueden equivocar: el nivel de apoyo o rechazo ciudadano a una medida no dice nada sobre su licitud o ilicitud. Hay medidas controvertidas con gran apoyo ciudadano, pero de ello no se sigue que deban legalizarse o apoyarse: 65,7% repondría la pena de muerte (Signos; mar., 2025); 70% prefiere tener seguridad sobre libertad (Criteria; nov. 2022); 88% apoyaba un segundo retiro del 10% (Pulso; nov., 2020).

Además, la opinión puede cambiar, especialmente si se trata de mediciones a largo plazo: ¿un joven sano que apoya la eutanasia a los 18 o 25 años tendrá la misma opinión cuando sea un adulto mayor de 70 años? ¿Acaso no ha cambiado la opinión ciudadana en temas como apoyo a la migración o retiros de AFP, considerando especialmente los efectos que han tenido? Si se aprueba la eutanasia porque hoy tiene apoyo ciudadano, ¿se podrá revertir si la opinión cambia el día de mañana? No es responsable legislar basándose en encuestas.

Los encuestados pueden estar apoyando algo con lo que en realidad no creen y la aprobación real a la eutanasia sea mucho menor. Un estudio canadiense de 2007 mostró que los encuestados confundía la eutanasia con el retiro de tratamientos (66%), con la provisión de analgésicos que alivian el dolor que también aceleraran la muerte (49%) y con la suspensión del tratamiento (38%). Muchas encuestas no definen lo que es la eutanasia ni se explica cuando se ocupan eufemismos como muerte anticipada/digna/asistida solicitar/recibir asistencia médica para morir. Es decir, «si la formulación de qué es eutanasia no es precisa, es más probable que los encuestados confundan términos y declaren apoyar algo en lo que en realidad no creen» (Suazo, Un atajo hacia la muertep. 26).

Por otro lado, en las encuestas no se pregunta por una opción para aliviar el sufrimiento distinta de la eutanasia, sino que lo reducen a apoyar o rechazar la eutanasia, provocando que los encuestados entiendan, como advertía Houellebecq, que se les pregunta si preferirían que les ayudaran a morir o pasar el resto de su vida en un sufrimiento terribleLas encuestas no incluyen la alternativa de los cuidados paliativos. Sea porque ignoren su existencia de los cuidados paliativos o no este en las alternativas de respuesta, la aprobación de la eutanasia, como “salida” al dolor, es mucho más alta de lo real.

¿Quiénes responden las encuestas? ¿Enfermos terminales y/o incurables? Las encuestas no detallan el estado de salud de los encuestados, pero difícilmente serán personas que están en situaciones de enfermedad terminal y con dolores insoportables. Los estudios revelan que los pacientes que entran a unidades de cuidados paliativos solicitando la eutanasia, luego de un tiempo, desisten de esta idea: el dolor se alivia, la soledad se reemplaza por el acompañamiento. Si los sanos deciden por los enfermos Chile retrocede a la ley del más fuerte imponiéndose sobre el más débil.

Además, algunas encuestas revelan que los sectores socioeconómicos más vulnerables y los grupos de mayor edad son los que menos aprueban la legalización de la eutanasia: el sector D-E (68,5%) tiene 10,1 puntos menos que el sector ABC1 (78,6%); los de 51 años o más (57,4%) tienen más de 20 puntos de diferencia con los de 18 a 30 años (84,4%) (Pulso Ciudadano; junio, 2025).

Esto es especialmente relevante, porque las causales de eutanasia del proyecto de ley y de las indicaciones del Ejecutivo (prácticamente, eutanasia libre) están muy lejos de coincidir con los supuestos de las preguntas de las encuestas, y, en el fondo, con las convicciones reales de los chilenos. (El Líbero)

Roberto Astaburuaga

Necesidad de la inmediatez