Los dieciocho asesinatos registrados en Chile la semana pasada son una muestra del grado de deterioro que tiene el país en materia de inseguridad. Es notoria la incapacidad del gobierno para detener el avance de la inseguridad y la violencia.
La debilidad institucional, la duda y demora en sancionar leyes para mejorar la seguridad, la migración irregular delictiva, la permeabilidad de las fronteras y puertos, la demora en el fortalecimiento de las policías sumada a la falta de inteligencia en esta materia han sido un incentivo para el ingreso de criminales y narcotraficantes. Sin duda, estamos frente a un problema grave de seguridad nacional.
El crimen organizado ha sido definido por Naciones Unidas como “todo grupo delictivo organizado, existente durante un período de tiempo, que tiene por fin la comisión de un delito transnacional grave, mediante la acción concertada, utilizando la intimidación, la violencia, la corrupción u otros medios, para así obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico o material”. Establece, además: “Incluye actividades ilícitas como lavado de dinero, tráfico de drogas, armas o personas, contrabando de material nuclear, tráfico ilícito y robo de obras culturales”.
El crimen organizado y los delincuentes se instalan en aquellos países cuyas políticas de inseguridad son laxas en los que puedan correr menos riesgos de ser descubiertos y detenidos.
Temucuicui por ejemplo responde al concepto estricto de crimen organizado. Las policías no pueden entrar a la zona. No pudieron ser censados. Pareciera que Chile perdió una parte de su territorio. Y la CAM sigue haciendo atentados. Se adueñaron del territorio. Hacen negocios con droga y robos de madera.
Acontecen además del fenómeno del crimen organizado otras situaciones que favorecen el aumento de la violencia y la inseguridad.
Las cofradías político judiciales son corresponsables de este flagelo.
Los narco funerales de alto riesgo aún se continúan custodiando y los colegios cercanos deben cerrar para proteger la integridad de los alumnos.
Aseguran que el Servicio de Impuestos Internos tiene capacidades subutilizadas para enfrentar al crimen organizado. La ley permite levantar el secreto bancario con las debidas justificaciones. Venezuela lo hizo en el año 2011 ingresando a las cuentas de todos los individuos. El motivo era otro.
El tráfico de armas desde Perú, Bolivia, Brasil, EE.UU. además de otros países es grave. El gobierno sólo intenta perseguir y controlar las armas legalmente inscritas, lo que es un grave error. ¿Cuál será la razón? Tal vez no sea popular. Las policías no tienen herramientas tecnológicas para repeler ataques en que los agresores no usen armas. Se ve día a día cómo la delincuencia común agrede a los encargados de hacer cumplir la ley.
La carencia de recintos de detención es un aliciente para el ingreso de criminales.
Desde la muerte de la carabinera Rita Olivares, las sucesivas y brutales muertes de carabineros, el secuestro y muerte de Ronald Ojeda y la despiadada masacre de jóvenes en la Región Metropolitana, se han sucedido los anuncios por parte del Presidente Boric en materia de seguridad. La situación exige conocer cuánto se concretó de los anuncios y dónde están las demoras o fallas de implementación.
El Presidente Boric ha manifestado su enorme preocupación y decisión de detener esta situación en Chile. Que así sea.
El anuncio de construir más una cárcel es importante. Sin embargo, no parece razonable lo anunciado. Existen cincuenta mil reclusos y quince mil están sobre la norma. Se informa que se construirá una cárcel para quinientos reclusos en la Región Metropolitana. No parece suficiente el tamaño ni adecuada la ubicación.
Como ocurre ya en el centro de detención Santiago 1, el barrio comienza a funcionar en función de los detenidos y modifica el entorno. ¿Cómo bloquean las redes de conectividad y otras medidas de este tipo si afectan a un barrio de Santiago más allá del centro penitenciario mismo?
Hace un mes, en la Cárcel de Alta Seguridad, la gendarmería estuvo combatiendo tres días. ¿Y el entorno? Sin duda los centros de detención deben estar fuera del radio urbano.
La política de seguridad es un asunto de Estado más allá de la ideología y de quien gobierne. Esto lo deben tener claro gobierno y oposición.
Los actores violentos se miden contra la capacidad de respuesta del Estado, las instituciones y la sociedad civil.
En este contexto, es preciso preguntarse una vez más: ¿Qué pasa con la ANI? ¿y con la Ley de Inteligencia? Preguntas aun sin respuestas.
Cuando no se da solución (respuesta) al problema ciudadano, se genera descontento, y desgaste. La gente pierde la confianza en las instituciones. Esto afecta la gobernabilidad.
Por otra parte, y ligado a la institucionalidad, el gobierno intenta disminuir multas al que no asiste a votar y eliminárselas al votante extranjero con un objetivo especulativo de sacar más votos. De esta forma transforma la democracia representativa en especulativa. Estas son también señales de debilidad institucional ya que las reglas se rompen de forma acomodaticia.
Las cosas no están bien.
La política tiene un rol y responsabilidad en esto.
Se obtienen votos cuando los ciudadanos perciben que el gobierno y toda la dirigencia política se ocupa de que su calidad de vida mejore y continúe progresando. Vivir en un país seguro, con acceso a buena salud y educación para todos, que cuente con un sistema sustentable de pensiones, requiere de habilidad y decisión política. Esta debe estar exenta de objetivos personales y manipulaciones electorales, para lograr llevarlo a cabo.
Se trata de volver a crear y sostener a Chile como un lugar mínimamente seguro y con posibilidad de desarrollo para cada persona. Un Estado atento, eficiente y organizado es imprescindible. No hay lugar para el mal gasto fiscal. No hay lugar para la distracción del político que se queda en el “ganar una elección”.
Debe ganar Chile. Deben ganar sus habitantes.
El oficialismo busca que no les vaya mal o tan mal en las elecciones municipales y manipulan en pleno periodo electoral la calidad del voto.
Tener claras las capacidades con que se cuenta para poder asumir la inmensa tarea de gobernar es una responsabilidad mayúscula. Esto atañe a todos los que aspiran a dirigir un país.
Chile necesita a los mejores gobernando, con propuestas claras y equipos sólidos transversales. No hay lugar para la pelea política chica.
La oposición incluyendo a las derechas y al centro político no lograron hasta ahora una cohesión como la que supieron construir para trabajar a conciencia por el Rechazo al plebiscito constitucional del 4 de septiembre de 2022. Lejos de ello, lamentablemente.
No se gana porque el otro es malo, se gana porque se es mejor, integralmente mejor.
¿Es tan distinta la situación de riesgo en Chile hoy? No lo es. Distinto es el accionar político centrado fuera del objetivo que debe ser sacar adelante al país. He aquí el problema.
El gobierno actual es malo a nivel nacional, regional y municipal. Si realmente desea otro grupo político gobernar, requiere altura de miras y responsabilidad por la Patria.
Presentar más de un candidato opositor en cada municipio y gobernación muestra una manera de ejercer la política que va por un objetivo pequeño partidario y no por el verdadero triunfo que significa devolverle gobernabilidad a Chile.
La oposición no está dando el ancho. Competir con estrategia y propuestas país. Tanto el gobierno como la oposición debe hacer todo lo posible para sacar adelante leyes importantes.
Es fundamental hacer conocer cuáles son las diferencias irreconciliables para tratar de llegar a un acuerdo. Informar al ciudadano acerca de los puntos de fricción para que ojalá no se escuche: “la derecha no quiere” o “la izquierda no quiere”.
La nota que sacó el actual gobierno cuando fue oposición fue muy mala. Quienes hoy gobiernan, siendo oposición votaron en contra de las leyes más importantes para mejorar la seguridad en Chile y combatir el crimen organizado.
Promovieron la nefasta política de retiros que desarmó el mercado de capitales cercenando entre otras cosas la posibilidad de continuar con la excelencia tradicional de Chile en préstamos hipotecarios a tasas bajas y largo plazo para quienes necesitaran adquirir una vivienda. Las inversiones se detuvieron.
Quisieron destituir al entonces Presidente Piñera acusándolo de violaciones sistemáticas a los DD.HH., que se demostró eran falsas. El entonces director del Instituto Nacional de DD.HH., Sergio Micco fue humillado y perseguido por haber informado que esa acusación era falsa. El ex Presidente Ricardo Lagos manifestó: “No sabía que los Derechos Humanos se perseguían dentro del Instituto de DD.HH. de Chile”.
Este caos ha afectado la institucionalidad de Chile, su gobernabilidad y la calidad de la democracia. El desorden y la debilidad institucional es carne de cultivo para el aumento de la violencia y crimen organizado.
No se debe manipular la democracia cambiando las reglas de juego electorales a conveniencia.
Todo está relacionado.
No hay más anuncios ni tiempo que esperar.
Es indispensable ordenar la casa ahora. Ojalá no sea tarde. (El Líbero)
Iris Boeninger



