Un total de 448 personas han muerto, 595 están desaparecidas y 2.830 han resultado heridas en cien días en Nicaragua, a causa de la violenta crisis que sacude al país, informó este jueves (26.07.2018) la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), una organización no gubernamental. Según dijo su director, Álvaro Leiva, en una rueda de prensa, la gran mayoría de las víctimas eran manifestantes civiles que protestaban contra el Gobierno de Daniel Ortega.
Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) mantiene que la cifra de víctimas mortales se sitúa en 295.
El activista de la ANPDH denunció además al menos 718 secuestros ejecutados por grupos parapoliciales y paramilitares afines al Gobierno, que están «motivados por un fanatismo partidario e ideológico». Del total de secuestrados, la ANDPH dijo que aún permanecen desaparecidos 595 ciudadanos.
Leiva añadió que una buena parte de los secuestros llevados a cabo por estos «grupos ilegales» han ocurrido en los últimos días en la ciudad de Masaya (sureste), destacando el secuestro de familias enteras en el barrio Monimbó, bastión de la resistencia opositora desde que iniciaron las protestas el 18 de abril.
«Existe una profunda crisis de violación a los derechos humanos», dijo Leiva, quien remarcó el «asedio y la intimidación de grupos paramilitares hacia toda la población» y en operaciones fuera del marco de la ley por parte de policías con pasamontañas. Según la ANPDH, de los 2.830 heridos, 72 quedaron con lesiones permanentes.
AL MENOS 358 MUERTOS CON ARMAS DE FUEGO
De los 448 fallecidos, el informe indica que 425 fueron ejecutados y asesinados. De ese total, 358 murieron por heridas de armas de fuego, incluyendo 115 con disparos en la cabeza. Los restantes fallecidos murieron calcinados, acuchillados o en circunstancias aún no aclaradas.
Del total de fallecidos, 383 eran civiles, la mayoría manifestantes opositores, además de 24 policías, un militar y 40 paramilitares. La provincia de Managua registra el mayor número de víctimas fatales con 189, de los cuales 157 se registraron en la capital. En la provincia de Masaya se registran 55 decesos, 28 en León (occidente), 32 en Matagalpa, 19 en Estelí y 17 en Jinotega (norte).
La crisis en Nicaragua se inició el 18 de abril con una protesta de universitarios y se agravó tras la violenta acción de la Policía y fuerzas de choque contra manifestantes civiles. El Gobierno registra solo 56 muertes.
EEUU: ORTEGA LIBRA GUERRA CONTRA IGLESIA
El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, acusó este jueves (26.07.2018) al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de estar librando una «guerra» contra la Iglesia católica, que actúa como mediadora en el diálogo nacional que busca una salida a la crisis sociopolítica que ha dejado más de 295 muertos desde abril, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«El presidente Ortega está virtualmente librando una guerra contra la Iglesia católica», dijo Pence en una ceremonia en el Departamento de Estado, que acoge desde el martes una cumbre sobre libertad religiosa con la participación de más de 80 representantes de Gobiernos de todo el mundo.
El vicepresidente alabó la labor de la Iglesia católica en el diálogo nacional y criticó los ataques contra los obispos por parte de los paramilitares favorables al Gobierno de Ortega y que actúan con el consentimiento de la Policía Nacional, según organismos como la CIDH. «Muchedumbres respaldadas por el Ejército armadas con machetes e incluso con armas pesadas han atacado parroquias y propiedades eclesiásticas. La policía ha agredido físicamente a obispos y sacerdotes», afirmó Pence.
El vicepresidente reconoció al padre Raúl Zamora, que se encontraba en el público y al que llamó «héroe de la fe» por haber refugiado este mes en su parroquia de la Divina Misericordia a los estudiantes que huían de la represión en la Universidad Nacional de Nicaragua (UNAN), uno de los focos de las protestas contra Ortega. «Déjeme decirle padre, nuestras oraciones están con usted y el pueblo de Estados Unidos está con usted por su libertad religiosa y por la libertad en Nicaragua», subrayó Pence.
ORTEGA CULPA A LA INFLUENCIA EXTERNA Y EEUU
Las manifestaciones contra Ortega comenzaron el 18 de abril, aunque la violencia se ha recrudecido en los últimos días con ataques como el de la UNAN y contra ciudades controladas por la oposición, como Masaya, lo que ha provocado la condena de la comunidad internacional. Ortega atribuye la violencia a una influencia de países como EE.UU. para derrocarlo y ha llegado a llamar «golpistas» a los obispos, mediadores en el diálogo nacional que busca una salida al conflicto.
Hasta ahora, EE.UU. ha revocado una veintena de visados a funcionarios y otros individuos implicados supuestamente en la violencia y, además, ha sancionado a tres altos cargos nicaragüenses cercanos a Ortega, entre los que figura el jefe de la Policía Nacional, Francisco Díaz. Al ser preguntado esta semana por Efe, un alto funcionario del Departamento de Estado rechazó detallar si EE.UU. impondrá más sanciones. (DW, dpa, efe, laprensa.com.ni,whitehouse.gov)



