Ojo que no es solo la boleta- Jorge Claro

Ojo que no es solo la boleta- Jorge Claro

Compartir

El exdirector del SII Michel Jorrat afirmó en un par de entrevistas recientes que su proyección de mayor recaudación tributaria por menor evasión del IVA, gracias a la aprobación de la boleta electrónica obligatoria, era de US$ 20 millones anuales para 2023, en lugar de los US$ 1.000 millones proyectados por el Ministerio de Hacienda en el proyecto de Modernización Tributaria.

Me voy a permitir discrepar de ambas proyecciones y explicar por qué.

Es importante tener claro que se trata de proyectar la mayor recaudación por menor evasión del IVA del “trío electrónico obligatorio” y no solo de proyectar la recaudación individual de la boleta al ser electrónica. Así, los tres instrumentos son: factura, guía de despacho y boleta. De hecho, los dos primeros ya son obligatorios.

Revisemos algunos datos: La evasión estimada en 2018 era de 21,29 puntos porcentuales sobre la recaudación potencial del IVA, equivalentes a unos US$ 6.290 millones anuales, según el SII. La cifra está lejos de los 14 puntos en promedio de evasión que se produce en los países de la OCDE.

Por otra parte, el ministro Felipe Larraín logró visionariamente en enero de 2014 hacer que la factura electrónica fuese obligatoria, después de estar disponible por 12 años de manera voluntaria. A partir de ahí, la emisión de facturas electrónicas creció desde 134.000 empresas (16% del total) a 934.000 (100% del total) este año, según datos del SII. Actualmente, hay solo 200 empresas que legalmente emiten facturas en papel.

Además, en 2014 se emitieron voluntariamente 728 millones de boletas electrónicas (21,4% del total), y en 2018, siendo aún voluntarias, superaron los 2.283 millones (50,5% del total). Siendo tan sencillo emitir boletas electrónicas en la actualidad, ¿qué motivos tendrán los contribuyentes que no las emiten?

Pues bien, con estos datos a la mano, ¿cómo proyectar la menor evasión en el pago del IVA cuando operen estos tres instrumentos electrónicos obligatoriamente? No sirve basarse en lo que sucedía con el antiguo sistema manual de fiscalización. Por el número de empresas y documentos tributarios involucrados, quienes querían evadir podían hacerlo de muchas maneras y con un bajo riesgo de ser descubiertos. Y su beneficio era grande porque se quedaban con el IVA (o competían con una gran ventaja de precios) y, además, sus utilidades disminuían en el monto de estas ventas y no porque hubieran ganado menos, sino porque no declaraban la venta realizada sin boleta o factura.

Con el nuevo sistema electrónico de fiscalización en línea eso ya no será posible: el SII dispondrá de computadores que descubrirán fácilmente cualquier intento de evasión.

Ahora, ¿en cuánto se debe disminuir la evasión del IVA para cumplir la meta de Hacienda de recaudar US$ 1.000 millones? Basta solo bajar la evasión de 21,29 a 19,52 puntos para recaudar US$ 523 millones por IVA más US$ 477 millones por renta. La recaudación mayor por renta es un tema que no hay que olvidar, pues para los contribuyentes que emiten boletas en papel, el SII ha estimado que cada punto de recaudación adicional de IVA genera indirectamente 0,91 puntos adicionales a esta cifra en recaudación por renta, gracias al aumento de las utilidades de las empresas. Así, la suma de US$ 523 millones de recaudación por IVA más US$ 477 millones por renta da un total aproximado de US$ 1.000 millones adicionales anuales en la recaudación total.

Esto no parece muy difícil para el SII chileno, uno de los más eficientes del mundo, cuando pueda contar con el más moderno sistema de fiscalización en línea de la evasión del IVA del mundo. Es más, en mi opinión, el SII fácil y rápidamente podrá igualar al menos la tasa de evasión de la OCDE (de 14%) y así más que cuadruplicar las cifras de recaudación proyectadas por Hacienda y recaudar al menos US$ 4.100 millones antes de 2023.

La confianza en mis proyecciones se basa en conocer muy bien este tema, pues Acepta, empresa de la que fui socio hasta comienzos de 2018, inventó la factura electrónica en 2001 y se la dio a conocer al SII, que hizo un trabajo independiente de gran calidad técnica en su implementación. (El Mercurio)

Jorge Claro

Dejar una respuesta