Oficialismo reitera molestia contra diputado Ibáñez (CS), pero el FA cierra filas

Oficialismo reitera molestia contra diputado Ibáñez (CS), pero el FA cierra filas

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“Pendejo”, “tonto” y “miserable”. Esos son solo algunos de los adjetivos con los que se ha tildado al presidente de Convergencia Social, el diputado Diego Ibáñez, en las últimas 24 horas.

Esto, a raíz de su cuestionada intervención ayer en la Cámara, en que emplazó a los diputados de Demócratas, y criticó con dureza a la senadora Ximena Rincón, para que respaldaran la idea de legislar la reforma previsional que impulsó el gobierno del Presidente Gabriel Boric, pese a que la bancada ya había dado la luz verde. “No se dejen iluminar por la senadora, exdirectora de AFP Provida”, le dijo a la bancada del partido de Rincón.

Al interior del oficialismo, es una idea compartida que Ibáñez puso en riesgo innecesariamente la votación legislativa más importante a la que se ha sometido esta gestión de la ministra Jeannette Jara (Trabajo). Por lo mismo, son varios los dirigentes y parlamentarios oficialistas que han manifestado -en duros términos- su malestar con Ibáñez.

“La prudencia es fundamental, no solo en el ejercicio político, sino en la vida. Fue una acción temeraria que puso en riesgo una de las líneas estratégicas del gobierno en materia previsional. Por un pequeño gusto político se expuso a la derrota a los ministros de Trabajo y Hacienda”, comentó el diputado socialista Raúl Leiva.

Fue un error infantil y torpe, una irresponsabilidad del porte de un buque. El presidente del partido del Presidente de la República no puede poner en riesgo la reforma más importante del gobierno por un gustito político, por hablarle a las galerías, a su electorado”, aseveró el expresidente de la Cámara Raúl Soto.

“Gobernar no es un juego, legislar tampoco, ya está bueno que todos asuman el peso de la responsabilidad que implica”, agregó.

DIPUTADO RAUL SOTO FOTO: BASTIAN SEPULVEDA

En tanto, el diputado socialista Marcos Ilabaca aseveró que “fue una irresponsabilidad y una tontera. No comparto en ningún sentido las palabras del diputado Ibáñez, en un momento tan complejo del único proyecto que podemos sacar adelante en el gobierno del Presidente Gabriel Boric. Lo que hizo ayer puso en riesgo la idea de legislar. Eso no se hace. Los presidentes de partido deben ser incluso más responsables en sus dichos”.

Por su parte, la diputada Camila Musante (Independiente-PPD) señaló que “no puedo estar de acuerdo con el momento en que eligió el diputado Ibáñez para darse un gustito. No estamos en un escenario para darnos gustitos de esas características”. En todo caso, ella es de la idea de que el frenteamplista “no dijo ninguna mentira”.

En esa misma línea, el presidente del Partido Radical, Leonardo Cubillos, manifestó que “yo por lo menos hubiese privilegiado asegurar el objetivo estratégico”, pero condenó que “los diputados demócratas, que patrocinaron la indicación 3-3, después la votaron en contra o no la votaron”.

Incluso desde La Moneda lamentaron la frase del presidente de Convergencia Social. Esta mañana, el ministro Luis Cordero (Justicia) afirmó que “cuando uno solicita cooperación, un acto tradicional de amistad cívica es tratar con cordialidad a aquellas personas que uno solicita su colaboración. Ayer se ocuparon expresiones impropias”.

Sobre la posibilidad de ofrecer disculpas públicas, como exigió Demócratas, el secretario de Estado sostuvo que es “conveniente en este tipo de situaciones que cada uno actúe con la responsabilidad institucional. Por lo tanto, quien profirió esas expresiones probablemente sea el que deba realizar esa reflexión”.

El ministro Luis Cordero en una sesión de la comisión de Justicia del Senado en Valparaíso.
Foto: Pablo Ovalle Isasmendi / Agencia Uno.

El hecho generó incomodidad en el gobierno del Presidente Boric. Y es que la ministra Jara estuvo durante toda la semana conviviendo día a día con los parlamentarios del oficialismo en el Congreso y siempre les pidió no elevar el tono, menos apuntar contra Demócratas, votos clave en la negociación que ella encabezó.

El llamado, de hecho, quedó manifestado cuando ella le solicitó al diputado Jaime Sáez (Revolución Democrática) bajar una publicación en su cuenta de “X”, en que apuntaba directamente contra el partido liderado por Rincón. En particular, acusó un “giro inentendible” de Demócratas.

En el caso del Frente Amplio, evitan ser tan duros con Ibáñez. Desde la coalición remarcan que el diputado tenía un punto, puesto que la bancada de Demócratas se había comprometido en un documento -firmado el 3 de enero- para apoyar la propuesta del 3-3 impulsada por la Democracia Cristiana, lo que finalmente no fue respaldado por el partido de Rincón.

“Los demócratas previamente ya habían señalado que no cumplirían con el acuerdo que ellos mismos firmaron para la distribución del 3 y 3. Poner el foco en esto en particular, cuando ya habían tomado una decisión que incumplía el compromiso que se llegó con el Ejecutivo, no tiene asidero en la realidad”, afirmó la diputada Gael Yeomans (Convergencia Social), quien preside la Comisión de Hacienda.

El diputado Sáez, quien también integra la comisión, reconoció que “es algo que se pudo evitar”. Sin embargo, enfatizó que “me parece deshonesto por parte de Demócratas utilizar el discurso de Ibáñez como chivo expiatorio. Horas antes habían anunciado su voto favorable a la idea de legislar, pero que rechazarían el articulado. Lo que corresponde es asumir una legítima divergencia en lugar de victimizarse y caer en chantajes emocionales”.

Diputado Jaime Sáez. Foto: Dedvi Missene

“Es bien poco comprensible que personas que presentaron una indicación y que el gobierno acogió, después hayan votado en contra de esta. Espero que eso no se repita en el Senado (…). Es importante dialogar todo lo que sea necesario y dar vuelta la página, pues el desafío por una vejez más digna es tarea de todos”, dijo Diego Vela, presidente de Revolución Democrática.

Ante la nueva polémica, y en el día de su cumpleaños 35, Ibáñez ha optado por el silencio. Hasta el cierre de esta edición, él y su equipo preparaban una declaración para hacer frente a las críticas.

Así también lo han percibido los personeros de Convergencia Social que han podido conversar con él. Tampoco ha realizado ninguna autocrítica en la interna, pese a que desde su militancia no se tomó de buena manera la polémica frase de Ibáñez. De hecho, en su partido hay militantes que trabajan en el Ministerio del Trabajo y en la reforma previsional.

Una de sus últimas apariciones públicas de Ibáñez fue cerca de la medianoche de este miércoles, cuando subió una historia a su cuenta de Instagram, en la que citó a Jean Paul Sartré. “Deberíamos adquirir el coraje de no ser como todo el mundo”, suscribió en la publicación.

RELACIONES CONGELADAS

Tema aparte es la bancada de Demócratas, donde han sido particularmente duros con el diputado que emplazó a su presidente. Hasta el cierre de esta edición, el diputado no había pedido disculpas a la senadora Rincón ni a la bancada de diputados del partido.

Tampoco, dicen desde Demócratas, han tenido contacto con el Presidente Gabriel Boric, quien está de vacaciones en el sur del país. Al no haber disculpas, aseguran desde el partido, las relaciones con el Ejecutivo continuarán congeladas.

La jefa de bancada del partido, la diputada Joanna Pérez, increpó a Ibáñez frente a frente. De acuerdo a quienes supieron de ese intercambio, ella lo llamó a retractarse y a “tener humildad” en consideración de que el oficialismo no contaba con los votos. Él le respondió que ya había hablado con Calisto, lo que enfureció aún más a Pérez, quien le hizo ver que ella es la jefa de bancada y que lo consideraba machista.

Como sea, en Demócratas valoran los acercamientos que tuvieron los ministros Jara, Álvaro Elizalde (Segpres) y Camila Vallejo (Segegob) luego del impasse con Ibáñez.

También valoran que diputados del propio Frente Amplio, como Gonzalo Winter Yeomans (ambos de Convergencia Social) se hayan acercado a la bancada de Demócratas para hacer ver que los dichos de su presidente no representaban al partido y que fueron desafortunados. La diputada Karol Cariola (PC) incluso le acarició el brazo a Calisto para intentar calmarlo en medio de la discusión. (La Tercera)