He estado en contra de los tres retiros y por supuesto retiré el primero. Evité que me lo robe la política, lo ahorré (pero si se vienen los impuestos al patrimonio lo gastaré); el Estado me regaló un 35% liberándome de impuestos y tengo otros ahorros que espero complementen mi jubilación. Esto era malo para Chile, pero bueno para mí.
No hay inconsistencia en oponerse a una política pública que nos parece mala para el país, pero que nos beneficia en lo personal. Y si se aprueba, a pesar de nuestra oposición, beneficiarse. A menudo nos pasa lo contrario: oponerse a algo malo para el país y malo para uno y, si se aprueba, cumplir lo ordenado. Son actos de responsabilidad ciudadana, no de incoherencia. (El Mercurio Cartas)
Gerardo Varela A.
Abogado
