Todo ello se hizo siguiendo la política anunciada por la Presidenta Bachelet en enero de 2016.
El espíritu y la letra del contrato con SQM, confirmado por todas las declaraciones de la época, fueron que Julio Ponce Lerou debía salir de la dirección y administración de SQM, además de perder el control y dar garantías de un cambio de gobierno corporativo, en virtud de su rol en las prácticas corruptas sancionadas por el Departamento de Justicia de EE.UU. por violación de ley anticorrupción.
No cabe duda de que es positivo para Chile que SQM salga de las páginas policiales, en Chile y el mundo; que tenga un mejor gobierno corporativo, y que Julio Ponce Lerou se dedique a la equitación, como lo anunció en algunos publirreportajes que realizó en los últimos años. Y así entiendo las declaraciones del ministro de Hacienda, de los presidentes de la CPC y Sofofa, del Consejo Minero y de muchos otros líderes de opinión.
Sobre el email que publicó el ex abogado de Corfo Felipe Bulnes, es solo un email sacado de contexto, porque tal como reconoció el propio Bulnes, él solo participó en una parte de la compleja negociación entre Corfo y SQM, y porque ese email incluía a la familia de Ponce Lerou. El tema de Julio Ponce Lerou ya había sido zanjado por los propios accionistas, que habían decidido su salida cuando estalla el escándalo del financiamiento ilegal de la política. Nunca se consideró siquiera la posibilidad de que Julio Ponce Lerou volviera a la empresa. Analizamos incorporar una restricción de realizar trabajos profesionales a SQM exclusivamente para Julio Ponce Lerou; no obstante, desistimos cuando se nos hizo presente que esto podía tener visos de inconstitucionalidad, ya que podía ser considerada una restricción discriminatoria a la libertad de trabajo. Como Julio Ponce Lerou ya se encontraba fuera de la compañía y esto era una precondición del acuerdo, el tema estaba resuelto. Con el reforzamiento del gobierno corporativo de SQM, se consideró impensable que el directorio pudiera tomar la decisión que conocimos esta semana.
El regreso de Julio Ponce Lerou al directorio de SQM como asesor estratégico, es decir, con todos los beneficios pero sin ninguna responsabilidad, viola el principio de buena fe en la ejecución del acuerdo suscrito. Todo esto confirma la visión de que él es parte del problema. Julio Ponce Lerou representa una cultura de abuso de torcer siempre las leyes y los acuerdos. Lamentablemente, apoyado inexplicablemente por la unanimidad del directorio de SQM.
Espero que esta carta me permita dar por cerrado, por mi parte, este enojoso episodio y poder volver a dedicarme a la academia y la innovación en Chile y la región latinoamericana. (El Mercurio Cartas)
Eduardo Bitran
Ex vicepresidente ejecutivo Corfo


