Negociación colectiva ramal revive tensión Gbno-oposición-empresas

Negociación colectiva ramal revive tensión Gbno-oposición-empresas

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De forma inesperada, el Gobierno reactivó el debate por la negociación colectiva ramal, luego de que un extenso protocolo de acuerdo que suscribió con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y que se anunció ayer, a pocos días de la Cuenta Pública del Presidente, Gabriel Boric.

Y avanzar hacia la regulación de una negociación colectiva «multinivel» -como la catalogó el Ejecutivo- fue parte de ese acuerdo que considera 10 temas- entre ellos, un paquete de ayudas sociales- negociado en silencio. La idea, detallaron desde La Moneda, es durante este año presentar un proyecto de ley para garantizar «plenamente la libertad sindical».

Un anuncio que generó incomodidad en la oposición y en el mundo económico, catalogándolo como una «mala idea», junto con criticar que se lleven a cabo compromisos de ese tipo con la CUT sin consultar a todas las partes involucradas.

Concretar la negociación colectiva ramal en el país es un antiguo anhelo de la CUT, de hecho buscó incluir -sin éxito- esta idea en la reforma laboral del año 2016 que fortaleció a sindicatos y terminó con el reemplazo en huelga.

En ese entonces, el Gobierno de Michelle Bachelet argumentó que no estaba interesado en implementar una negociación más allá del nivel de empresa.

El tema ya se venía evaluando a inicios de este mes, ya que en la última marcha del Día del Trabajador, la CUT también levantó esta solicitud y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, anticipó que se iba avanzar en la idea de acuerdos laborales por sectores económicos y que también se iba a «mejorar la negociación colectiva a nivel de empresa».

REACCIONES DEL GOBIERNO Y CUT: LO RATIFICADO AYER

«Este acuerdo se da en el marco de una negociación que se produce todos los años entre el Gobierno y la CUT, y que este año no ha tenido el componente salarial, ya que viene producto de una legislación que se avanzó también a través de un acuerdo de salario mínimo que se aprobó hace dos años», sostuvo Jara.

En tanto, el presidente de la CUT, David Acuña, manifestó que «hay un compromiso que volvemos a ratificar por parte del Gobierno, que es poder contar en nuestro país con una negociación ramal, la cual nos permite generar la justa distribución de las utilidades que hoy generan también las empresas».

El líder de la CUT también destacó que «el acuerdo de salario mínimo ya no solo corresponde a un monto, sino que en avanzar en superar las múltiples dimensiones que tenemos».

REACCIONES PARLAMENTARIAS

Sin embargo, el anuncio abrió el debate legislativo, ya que desde la oposición manifestaron sus reparos al respecto. La diputada Ximena Ossandón (RN), integrante de la comisión de Trabajo, comentó que este proyecto es «algo que la ministra Jara anunció al inicio de su mandato. Si lo implementa ahora, quiere decir que el Gobierno evalúa que las condiciones están dadas para ello, al igual que hace tres años, y sabemos que no es así».

Asimismo enfatizó en que la negociación ramal se lleva adelante con organizaciones sindicales, por eso, cuestionó: «¿Quiere decir esto que el 80% no sindicalizado tendrá menores estándares?».

«La multiplicidad de anuncios laborales de las últimas semanas, parecen indicar claramente que la ministra Jara perdió la batalla en su propio sector para levantar una propuesta de consenso en materia previsional que tenga votos en el Senado. Es decir, le están diciendo a la ciudadanía que se dedicaran a otros temas», complementó.

En tanto, el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) subrayó que es una «muy mala idea», ya que considera que «hoy la única pega que crece es la de funcionarios del Estado y tenemos hoy una emergencia laboral».

«Pareciera que a este Gobierno no le gusta que la gente encuentre empleo, cada vez que el Ministerio del Trabajo va a al Congreso es para disminuir horas de trabajo, cerrar comercios o inhibir que la gente pueda trabajar», añadió.

En esa misma línea, el diputado Frank Sauerbaum (RN) advirtió a El Mercurio que «es importante que la negociación ramal respete y no sustituya la negociación por empresa». Asimismo, dijo que «llama la atención que se negocien beneficios sociales con la ministra del Trabajo que compromete recursos sin consultarlo con el Congreso«.

El diputado Cristián Labbé (UDI) sostuvo a Emol que «no conocemos la parte técnica del proyecto, pero es evidente que el Gobierno está cediendo a un grupo de presión que es la CUT». «Siempre hemos sido partidarios de no rigidizar la relación laboral y esta iniciativa va más en los proyectos refundacionales del programa del Gobierno del Presidente Boric que está haciendo guiños nuevamente a la izquierda para mantener su 30% de apoyo», añadió.

Desde el oficialismo, hubo respaldo. El presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Luis Cuello (PC), subrayó a El Mercurio que «es estratégico avanzar en negociación multinivel, pues es la herramienta que permite mejorar significativamente las condiciones laborales». Y agregó que tiene la expectativa de que «podamos tramitarla este año en la Comisión de Trabajo«.

MUNDO EMPRESARIAL

También al respecto, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes, dijo a El Mercurio que sería más adecuado «priorizar en esta agenda aquellas materias que apunten hacia objetivos de más y mejor empleo, como son mejorar la productividad y el mecanismo de reconversión«.

Pero más dura fue la reacción de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), quien por medio de un comunicado manifestó su preocupación y señaló que «desconociendo los alcances específicos que tiene esta propuesta, preocupa avanzar en medidas que rigidicen la relación entre trabajadores y sus empresas«.

«Sin un sistema laboral flexible, las negociaciones multinivel tendrán efectos contraproducentes en una mayor participación laboral formal. También, pueden dificultar un diálogo que incluya las distintas realidades de los trabajadores y sus empresas, complejizando las relaciones laborales«, agregó.

En tanto, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), José Pakomio, dijo a Emol que «medidas y acuerdos como este debiesen involucrar a todos las partes».

Lo anterior, según expuso, ya que les hubiese gustado ser invitados a dialogar sobre «un tema que impactará en muchos niveles a las relaciones laborales». «Actualmente no se ha producido un debate, porque no han estado todas las partes involucradas, pero es un tema con el que debemos tener cuidado, porque no podemos seguir rigidizando las relaciones laborales, menos en momentos en que no hemos recuperado los niveles de ocupación que teníamos antes de la pandemia«, complementó.

EXPERTOS

El director del Ocec de la UDP, Juan Bravo, advirtió que «a medidas que aumenta el grado de centralización de la negociación colectiva, se vuelve más difícil capturar las realidades individuales de cada empresa, lo que puede afectar negativamente a las empresas de menor tamaño«.

A su vez, Jorge Hermann, director de Hermann Consultores, alertó a El Mercurio que «la negociación ramal puede ser anticompetitiva, porque trabajadores y empresas competidoras entre sí se ponen de acuerdo en una variable económica relevante como el salario, y una empresa más eficiente que otras puede instigar un alza salarial para provocar pérdidas, y, por ende, generar la salida de algún competidor del mercado«. (Emol)