Por otra parte, el estudio demuestra que la incorporación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) ha generado un cambio sustantivo en la realidad de los jubilados, permitiendo no solo que todos puedan superar el umbral de pobreza durante la vejez, sino además, mejora sustancialmente la situación de los más vulnerables, cuya tasa de reemplazo llega a 172%, considerando el efecto de la PGU.
A pesar de lo anterior, el Gobierno ha planteado su propuesta previsional en base a un diagnóstico desactualizado. En consecuencia, propone un seguro social cuyo foco es mejorar las pensiones de hoy con la cotización de los trabajadores actuales, a sabiendas del deterioro de sus propias tasas de reemplazo en el futuro. Es decir, solo se está posponiendo el problema.
El diseño de la reforma de pensiones debe tener a la vista la evidencia que el mismo Gobierno ha levantado y que revela una realidad distinta a la existente en las discusiones anteriores de reforma previsional. Parece inevitable concluir que (i) hay que subir la tasa de cotización para elevar el ahorro, especialmente, el de la clase media; (ii) se debe postergar la edad de jubilación, y (iii) cualquier forma de solidaridad no puede ser a costa de los pensionados futuros. Lo demás parece fuera de foco. (El Mercurio Cartas)
Susana Jiménez
Vicepresidenta de la CPC
Jorge Lira
Subdirector de Políticas Públicas de la CPC



