Si bien en los últimos días la huelga que llamó la atención fue la de mina Escondida, que terminó gracias a que la compañía controladora -BHP- accedió a pagar beneficios por $33 millones que pedían los trabajadores, hay otra paralización que tiene inquieta a la industria: la de la mina de cobre Caserones, que hoy cumple una semana.
La faena es operada por la canadiense Lundin Mining. En concreto, el sindicato Lumina en huelga representa a alrededor del 30% de la fuerza laboral: 270 trabajadores.
La movilización comenzó luego de que rechazaran la última oferta de la empresa, de un bono de $18,5 millones y solicitaran un monto de $24,5 millones, según información del Diario Financiero.
Además de esto, entre las solicitudes se encuentran un reajuste de 2,7% en el sueldo base y el pago íntegro del mes, a pesar de los días de movilización.
Según comentó a El Mercurio Marcos García, presidente del sindicato, una de las razones del rechazo apunta a que había pagos condicionados a la permanencia en la empresa por los 36 meses del contrato.
«Llevamos una semana de huelga y desde el miércoles pasado que tuvimos una reunión en la Dirección Regional del Trabajo en Copiapó, no hemos tenido ningún otro tipo de acercamiento con la compañía», dijo, además, a Reuters.
Según una fuente de la industria, recogida por el DF, «la dirigencia del sindicato está buscando bonos de un nivel similar al que dio Minera Escondida a sus trabajadores, en circunstancias de que la realidad de Caserones con esa mina es muy distinta».
La movilización, señalaron fuentes de El Mercurio, ha estado marcada por dificultades, debido a bloqueos que los trabajadores han realizado al único acceso a la faena.
Cabe destacar que en 2024 Caserones ya enfrentó una negociación colectiva, que se llevó a cabo en abril. En esa oportunidad cerró exitosamente un acuerdo con el sindicato N°1.
Caserones se ubica a 160 kilómetros al sureste de Copiapó, y a apenas 15 kilómetros al oeste de Argentina. Está a 4.600 metros de altura, en la cordillera. (Emol)
