Meta acaba de presentar sus Ray-Ban Display, unas gafas inteligentes que no solo te dejan escuchar a la IA, sino también verla directamente en la lente gracias a su pantalla integrada. Se lanzan el 30 de septiembre en EE. UU. por 800 $, un precio mucho más bajo de lo esperado y que las pone en el radar de millones de usuarios. Desde luego, pintan como el gadget del año.
Eso sí, la presentación fue un auténtico desastre. Durante el evento Meta Connect, Zuckerberg intentó mostrar una videollamada y las gafas no respondieron. Más tarde, un chef trató de seguir instrucciones de la IA y esta asumió que ya tenía los ingredientes mezclados… fail total. Al parecer, el problema fue que miles de dispositivos con Meta AI en la sala se conectaron al servidor de la demo y lo colapsaron. Una caída digna de meme, aunque hay que reconocer el valor de hacer demos en vivo.
Más allá del show, la tecnología es increíble. Las gafas se controlan con un brazalete neuronal que detecta impulsos musculares, lo que permite escribir o manejar funciones con microgestos. Además, ofrecen subtítulos en tiempo real, traducciones, fotos, vídeos y videollamadas inmersivas. Eso sí, en Europa tocará esperar hasta 2026 para verlas en tiendas. Viendo lo que traen, es fácil imaginar que se van a agotar rápido.
COMO USAMOS CHATGPT
La pasada semana OpenAI ha publicado un paper brutal que revela para qué usamos realmente ChatGPT, y los datos sorprenden. Según el informe, desde su lanzamiento en 2022 la mayoría de las interacciones se concentran en escritura (28,1%) y guías prácticas (28,3%), seguidas por búsqueda de información (21,3%). En cambio, áreas que muchos imaginábamos más populares, como la generación de imágenes o el soporte emocional, apenas alcanzan un 4% y un 1,9% respectivamente.
El dato más llamativo es que solo un 4% del uso corresponde a programación, a pesar del enorme potencial de la IA en este campo. También sorprende que el 65% de las consultas no estén relacionadas con el trabajo, lo que muestra que la mayoría de usuarios no aprovecha ChatGPT en su faceta profesional. Para Sam Altman, esto confirma que “el 98,5% del mundo usa mal ChatGPT”, y el estudio lo respalda con cifras claras.
Otro aspecto interesante es la evolución demográfica: el uso femenino ha crecido tanto que hoy ya supera al masculino, con un 52,4% del total. Este cambio apunta a una adopción cada vez más diversa y generalizada. En definitiva, el informe no solo desmonta mitos sobre cómo empleamos la IA, sino que también plantea una oportunidad: empezar a aprovecharla más en entornos de trabajo, donde puede marcar la diferencia. (John Hernández-Newsletter IA)
