La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI) abordó la carrera política que compartió con Sebastián Piñera y las voces que la han señalado como una posible sucesora del fallecido expresidente.
“Conocí a Piñera cuando todavía no era nadie en el campo empresarial y cuando estaba muy lejos de la política. Era un alumno de doctorado recién llegado a Chile. Estaba casado, tenía una o dos niñitas, no recuerdo bien. Ya era hiperactivo, un gran jefe, y yo admiraba su capacidad de trabajo, su rigor. A los pocos años me propuso trabajar en Bancard -una empresa que estaba formando- y me fui como subgerenta. En ese tiempo venía el fin del régimen militar y teníamos posturas bien distintas. Él estaba por el ‘No’. Yo estaba por el ‘Sí’, pero seguíamos conversando, riéndonos…”, rememoró en entrevista con La Tercera.
Asimismo, se refirió a los inicios y al desenlace -marcado por el episodio “Kiotazo”- de la “patrulla juvenil”, un grupo de parlamentarios de derecha de los años 90′ compuesto por Evelyn Matthei, Sebastián Piñera, Alberto Espina y Andrés Allamand.
“Eramos brutalmente competitivos. De alguna manera, casi enemigos. Había una rivalidad fuerte. Reconozco que yo admiraba el despliegue que tenía esa generación de la UDI liderada por Pablo Longueira y en que también estaban Andrés Chadwick, Juan Antonio Coloma. Estaban haciendo muy bien la pega”, dijo.
Sobre el episodio Kiotazo -una grabación telefónica clandestina en la que Piñera se refería en malos términos a Matthei y daba instrucciones para “dejarla como cabra chica” en un debate televisivo- la jefa comunal de Providencia comentó que “muchas veces he tratado de entender qué pasó. En el fondo, creo que ahí hubo una realidad que a mí me tenía incómoda. Se suponía que éramos cuatro, pero en realidad eran tres. Ellos se ponían de acuerdo en todo”.
“En el fondo, yo sentía que era la carita bonita que adornaba. Era tratada un poco así... Había un apetito por el poder de ellos tres que era muy fuerte y, en el fondo, las decisiones las tomaban entre ellos (…) No quiero ser injusta ni decir que me dejaban afuera. También es posible que yo misma haya sido más retraída. Soy más sola, más de tomar decisiones propias (…) Había una competencia con Piñera en algún minuto. Eso fue lo que desató todo. Y en esa competencia, yo sentía que lo que se decía no era lo mismo que lo que se hacía. Se decía que había igualdad de competencia, pero en la realidad eso nunca fue”, explicó.
En cuanto a quienes la señalan como una eventual sucesora política de Piñera, Matthei optó por no profundizar en el tema: “Quiero dejar muy en claro que este es el momento de Sebastián Piñera y de su familia. Cualquier intento de aprovechamiento sería visto con muy malos ojos por todos los chilenos. Pero, además, hablaría de una miseria humana inaceptable, de una falta a la ética. Y lo segundo, es que la muerte tan inesperada del Presidente Piñera nos recuerda lo frágiles que somos todos”. (La Tercera)