Los impávidos-Pilar Molina

Los impávidos-Pilar Molina

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Los que tuvieron la suerte de gozar de vacaciones van terminándolas estos días. Aunque tengo mis dudas sobre el alargado receso del Presidente Gabriel Boric, porque más -intuyo- se trata de una escapada terapéutica que de verdaderas vacaciones.  No se explica, de otra forma, que se tome los descansos en medio de los graves incendios (y después de asegurarles, “no los vamos a dejar solos”) y el secuestro de un venezolano al que él concedió refugio político.

Lamentablemente, ni mediando los festivos, el Gobierno saca lecciones y corrige el rumbo. Es patético ver como Chile se suma al descalabro de América Latina deteriorando todos sus indicadores. Y en materias como la economía, peor.  Después de decrecer el año pasado, sigue impávido empeñado en una reforma tributaria, apelando a las urgentes necesidades que vive la población siniestrada en Viña del Mar, cuando no ha sido capaz de presentar un plan de reconstrucción para las miles de viviendas incendiadas.  Si la serie de autoridades designadas no han podido levantarlo, que usen el que le presentaron hace medio mes los colaboradores del segundo mandato de Sebastián Piñera.  Pero, tampoco. ¡Impertérritos!

Secos para idear gastos, como condonar el CAE a profesionales que pueden pagar hasta el 10% de su sueldo, son nulos para invertir y crear riqueza. 2023 fue el año con más baja ejecución en inversión pública desde que existe registro (2005).  Es que el oficialismo está completamente revuelto y escindido, con el PC y los partidos del Presidente en constante pugna con este y el socialismo democrático sin poder enrielar un gobierno descabezado. No son capaces de ponerle proa a los problemas, a pesar que dirigen Interior, Hacienda, la Segpres, RR.EE y otros cinco ministerios.

La izquierda gobernante se desgasta en sus cuitas por las lealtades ideológicas, el apego a la violencia y a las dictaduras que la escinden.  Pero también en sus cuoteos, como mantener un PC “madurista” como asesor de Interior. Mientras,  el inicio del año ha sido lamentable con el desempleo aumentando y el colapso del sector construcción, a pesar de lo cual Mario Marcel presiona por nuevas medidas que desincentivan la inversión en los DFL2, opción que antes permitió a miles de chilenos convertirla en una fuente de ahorro, poniendo, a su vez, combustible a la economía y a la oferta de viviendas.  El actual déficit sólo puede aumentar con la miopía del ministro de Hacienda que se plegó al recetario populista de subir impuestos incluso a la clase media en vez de reactivar la economía y cuidar el gasto y no contratar más empleados públicos y darle pensiones vitalicias a delincuentes.

Pero no hay tiempo en una columna para recorrer los desastres, como el de Atacama, donde nuestras inconmovibles autoridades optaron por disfrutar de sus vacaciones en vez de usar el receso escolar para arreglar los problemas de infraestructura en los colegios de los SLEP. La amenaza es seguir torturando a los estudiantes que no tuvieron colegio por más de 3 meses en 2023.  Pero el Ministro comunista de la cartera, inalterable, continuará con los traspasos a los SLEP, en vez de acordar cómo mejorar esta reforma que es otra del socialismo que ha fracasado.

La seguridad se ha convertido en la prioridad del Gobierno, pero tampoco se nota. Ni en en el sur, que tiene a Chile con el porcentaje más alto de terrorismo después de Colombia, ni en el norte.  Los extranjeros empiezan a abarrotar nuestras cárceles, pero La Moneda impávida, insiste en que los que ingresan clandestinamente se pueden regularizar y se conforma con un despliegue trunco de militares en las fronteras.

Si no puede enfrentar lo evidente, ¿se le puede pedir a esta administración que aborde los problemas de fondo que han creado las reformas socialistas como el deterioro de la educación pública o el fraccionamiento partidista que hace ingobernable a Chile? ¿O que de una vez se allane a mejorar el sistema previsional, no a destruirlo, y a reformar la salud, sin liquidar la atención privada? ¿Y que se haga cargo que sus ideas “geniales” ya fueron plebiscitadas en septiembre de 2022 y fueron ampliamente derrotadas?

Parece mucho pedir para esta bancada de inmutables, que miran impávidos cómo el país cae en picada y sólo atinan a insistir en sus viejas y fracasadas recetas que han terminando siendo para volver al subdesarrollo.  ¿O usted cree que estamos hoy en alguna área mejor que al comienzo de esta administración dos años atrás? (El Líbero)

 Pilar Molina