En el marco de Fides 2015, el ex presidente de la República, Ricardo Lagos, hizo un repaso al actual panorama económico de América Latina, señalando que Chile se encuentra en una posición privilegiada al tener una sólida política fiscal.
Sin embargo, indicó que nuestro país tiene un «talón de Aquiles que es el tema de la productividad», sosteniendo que en 50 años América Latina ha disminuido a la mitad sus niveles de productividad.
Lagos expuso que desde ya el Gobierno chileno debe asumir esta tarea y que para esto es necesario lograr el entendimiento entre el sector público y el privado.
Proponiendo para resolver esta falencia incentivar el ahorro, diversificar la economía, mejorar la productividad de los empleados y sobre todo llegar a entendimientos políticos.
Para el otrora mandatario, fortalecer la productividad pasa, necesariamente, por un entendimiento público-privado, considerando que «el Estado invierte 20 y los privados 80, y la clave es aumentar la inversión».
En esa línea, llamó al gobierno y al empresariado a «superar esta situación de antagonismo que tenemos», ya que los países sólo progresan «con una mirada convergente». Adicionalmente, sugirió mirar el largo plazo afirmando que ello facilita un entendimiento y la búsqueda de un proyecto conjunto.
En el contexto de ese necesario consenso, Lagos advirtió que una buena política macroeconómica es lo que le da sustento al desarrollo de un país. Y precisó que «buenas políticas macroeconómicas implican que sea previsible lo que pasa en un país. Eso es lo fundamental en lo cual tenemos que insistir y no dejar atajos porque en economía no hay atajos, hay que hacer el trabajo duro todos los días».
También señaló que la crisis es política y no económica o social, y apuntó a la conducción del Ejecutivo al señalar que «si la crisis es política, pensemos que tenemos un mundo empresarial y laboral que tiene que hacer la pega, pero también tiene que haber una dirección que pueda dirigir este proceso».
Además, el ex jefe de Estado dedicó algunos minutos a explicar una de las principales causas de las disparejas realidades económicas existentes hoy en América Latina. A su juicio, el modo en que cada Estado enfrentó la «década dorada» entre 2003 y 2013 tiene directa relación con las diferencias que se evidencian hoy, por ejemplo entre la situación de Brasil y Chile.
«Tiene que ver con la forma en que cada uno de los países enfrentó el tema de la bonanza: o con políticas macroeconómicas serias en donde hay que entender que en períodos de bonanza hay que ahorrar para cuando vengan períodos un poquito más lluviosos, o aprovechamos de gastar, gastar y gastar», señaló.
Así también, Lagos afirmó que la crisis política de hoy «se ha ido dando porque ha habido un sector que ha podido establecer un veto».
En ese sentido, dijo que «a veces los países tienen que hacer cambios anticipatorios, porque cuando los cambios no se hacen a tiempo, después vienen cambios revolucionarios y esos sí que son complicados».
Respecto del proceso constituyente, señaló que «que se pueda apurar el tranco ojalá. Pero si los trancos son los que estableció la Presidenta, bueno, usémoslos, pero esa es materia de debate, no es de vida o muerte».
El ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, en acuerdo con el ex mandatario sostuvo que «el mayor desafío que Chile tiene es incrementar la productividad».
Enfatizando que la desaceleración económica es una gran oportunidad para cuestionarnos «¿Cómo vamos a seguir creciendo a futuro?, este es un buen momento para resaltar».


