La «hora de morir» para los cines

La «hora de morir» para los cines

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El negocio del cine podría no terminar en un final feliz. Asediadas durante meses por las consecuencias del coronavirus, cadenas como AMC y Cinemark están mirando al abismo de la bancarrota y sus esperanzas de ser salvadas por los estudios de Hollywood casi han desaparecido.

En el entorno post encierros, los operadores de cine ya están acostumbrados a las conciliadoras llamadas de los estudios, postergando un nuevo debut. Los retrasos de los potenciales éxitos de taquilla como Black Widow de Marvel y las últimas entregas de la Mujer Maravilla y Batman fueron devastadores, pero eran esperados. Pero se suponía que la última película de James Bond, No Time to Die, sería diferente. Recién el miércoles de la semana pasada, el estudio detrás de la franquicia, MGM, había prometido a los cines que el lanzamiento mundial se realizaría en noviembre. Dos días después colapsó.
Una vez más, los cines quedaron vacíos. El aplazamiento fue un «golpe bajo para la industria», dijo Tim Richards, director de la compañía de cine Vue. «Realmente no creo que muchos operadores de cines superen esto».

Los estudios de Hollywood han dependido durante mucho tiempo de los cines para obtener un retorno de sus multimillonarias inversiones, lo que llevó a algunos ilusos ejecutivos de cine a creer que los grandes productores de películas acudirían a su rescate.

Pero empresas como Walt Disney, Universal Studios, de Comcast, o Warner Bros, de AT&T, no están en posición de hacer el papel de superhéroes. Se enfrentan a un futuro igualmente sombrío, luchando bajo el peso de costosas producciones prepandemia sin ningún lugar adonde recurrir salvo por el mundo del streaming.

«Es mejor para los estudios dejar que los cines quiebren y que resurjan luego como empresas más saludables sin ninguna deuda «, dijo a FT una persona cercana a Universal.

La brecha entre los cines y los estudios seguramente se hará más profunda a medida que los ya cambiantes gustos de los consumidores aceleren su transformación en la era post Covid. Algunos estudios han recibido ofertas de streamers por más de tres veces lo que se había puesto sobre la mesa antes de la pandemia.

Todo esto es una mala noticia para los inversionistas de capital y deuda en cines como el grupo de capital privado estadounidense Silver Lake. El grupo históricamente centrado en tecnología dirigido por Egon Durban recientemente firmó un nuevo acuerdo con AMC para mantenerlo a flote. Ahora corre el riesgo de perder la mayor parte de su inversión. S&P espera que AMC se quede sin efectivo en seis meses.

Nosotros seguiremos atentos desde la seguridad de nuestros sofás el próximo giro en la trama de la industria. (FT-DF)

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