La designación como embajador de la campaña de Jeannette Jara de un artista urbano imputado en una causa por violencia de género, no es un mero error anecdótico. Es una señal más de que esa candidatura es la continuación de este mal gobierno.
Sin perjuicio de la correspondiente presunción de inocencia del señalado -eso no es materia de esta columna- lo llamativo es que una puesta en escena de ese calibre, donde se presentan más de 40 nuevos embajadores de la campaña, es algo que se organiza con detención y no de un día para otro.
Es evidente que hubo omisiones muy importantes al momento de visar este nombramiento en particular, lo cual dicho en simple, es una expresión clara de continuidad.
La lista de bochornosos antecedentes protagonizados durante esta administración es generosa. En marzo del 2024, el recientemente nombrado seremi de Justicia del Biobío, Gonzalo Soto Muñoz, duró solo 9 horas en el cargo. Salió porque se conocieron mensajes inaceptables en sus redes sociales.
En octubre de ese mismo año, Ninoska Berríos, designada como seremi de Desarrollo Social en Tarapacá duró menos de 24 horas; incumplió requisitos legales por no tener experiencia.
En diciembre, nuevamente del 2024, el gobierno le pidió la renuncia a Alejandro Jerez, delegado Presidencial Provincial de Biobío, a solo un día de haberlo nombrado. ¿La razón? Se evidenciaron sus nexos con grupos violentistas en Alto Biobío.
Eso sumado a que una semana antes, Alfonso Sagredo, no alcanzó ni siquiera a asumir. Fue revertida su designación como delegado presidencial provincial de Malleco a solo horas de ser nombrado.
El 2025 la situación no fue mucho mejor. La seremi de Energía de Aysén se sumó a las autoridades de gobierno que duraron un día en el cargo. Odiosos comentarios previos contra el presidente Piñera le costaron el cargo.
Este amateurismo no es un accidente, sino la continuidad natural de un modo de actuar donde prima el descuido y la improvisación.
Cuando quienes aspiran a conducir el país replican los mismos errores del gobierno al que pertenecieron, difícilmente gozarán de la credibilidad suficiente para desmarcarse de esa raíz, que no solo es ideológica, sino que también es metodológica. (Bio Bio)
Diego Schalper



