Con la presencia de algunos parlamentarios de Chile Vamos y gran parte del contingente que lo ha acompañado en la cruzada que inició desde que abandonó la UDI, José Antonio Kast comienza a dar forma a su mayor desafío desde que es dirigente político.
En la antesala de la ceremonia donde oficializará su movimiento, el ex diputado conversó con EL MURO sobre los desafíos que se ha impuesto en esta nueva etapa que comienza.
En virtud de lo que le ha pasado en varias universidades en las que no ha podido dar charlas por oposición de algunos grupos de inadaptados, ¿considera que las universidades están tomadas por la izquierda?
Decir que las universidades están tomadas por la izquierda es mucho. Lo que sí están tomadas son las federaciones de estudiantes, y no tienen la representatividad que se merece una federación, porque en general los quórums de participación son inferiores al 40%.
De hecho, en la Universidad Católica de Temuco votó el 10%, y el que salió presidente no obtuvo más del 7% del total de votantes, porque había dos listas. Esta falta de representatividad se da especialmente en las federaciones del Consejo de Rectores.
Y lo otro es que hay una preminencia muy fuerte de profesores de izquierda. Entonces, esa mezcla entre profesores de izquierda y federaciones tomadas por la izquierda, da la sensación de que las universidades están capturadas por ese sector político. Pero lo que nosotros hemos visto es que hay una mayoría silenciosa, pero que no sirve ni existe si es silenciosa.
Lo que estamos tratando de hacer es que esa gente despierte y se de cuenta que no tiene por qué estar sometidos a esta especie de dictadura de la izquierda ideológica, y estamos tratando de apoyar a un grupo de jóvenes que instalaron el concepto del “voto democrático” para combatir el asambleísmo, que es básicamente lo que tiene capturado al estudiantado, ya que nadie se atreve a ir a una asamblea por el riesgo que los insulten o agredan físicamente.
¿Hay una responsabilidad de la derecha en esto, al ceder aquellos espacios a la izquierda?
La primera responsabilidad es de los rectores de estas universidades, que no han hecho una defensa adecuada del estudiantado en general. Porque si yo veo que dentro de mis alumnos hay violentistas, lo que tengo que hacer es aplicarles el reglamento. Y hasta ahora eso no se ha hecho. Nosotros hemos visto muchas situaciones de vandalismo y no siempre se actúa contra los responsables. Las universidades se debiesen hacer cargo de marginar a los violentistas.
Y respecto a la derecha, el sector siempre ha creído más en el respeto a los cuerpos intermedios. La derecha no usa en general las federaciones de estudiantes como para decir aquí tenemos tantos dirigentes de nuestros partidos políticos. Respetamos mucho más la libertad de los jóvenes de instalar sus temáticas.
Lo que pasa es que hoy los temas de las federaciones muchas veces no tienen nada que ver con las dificultades que viven los estudiantes dentro de la universidad.
¿Se dedican a hacer política nacional y no política universitaria?
Claro. Hablan del tema de inmigración, de pobreza, pensiones, aborto, libertad de género. SI ves la agenda de la FECH, un mes está dedicado al aborto, otro a No más AFP, y así se van.
Dado el contexto actual, ¿debiese cambiar la derecha su postura no intervenir políticamente en las federaciones estudiantiles?
Como están las cosas, ojalá surjan distintos grupos al interior de las universidades que defiendan la libertad de educación y la libertad de cátedra, porque la libertad de educación implica bastantes más cosas, y esa está cuestionada hoy dentro de los campus universitarios.
Nosotros lo que estamos haciendo es ir a hablar de servicio público y participación estudiantil, más allá de los grupos que se articulen dentro de las casas de estudio.
¿Esta es parte de su estrategia para disputarle esos espacios a la izquierda?
Claramente. Nosotros queremos disputarle los espacios a esa izquierda ideológica que limita la libertad de las personas. Y un lugar donde está absolutamente limitada la libertad de las personas es en las universidades.
¿Se siente huérfano en la derecha dando esta pelea?
Para nada, porque te insisto, esto va mucho más allá de la acción política que tienen que realizar senadores, diputados, alcaldes, concejales. Lo que se debiera hacer es que los centros de pensamiento asuman un rol. Esto supone más que los parlamentarios expongan de política. Es para que se vayan a plantear ideas.
Yo no voy a las universidades a pedir que las personas se afilien a tal o cual partido. Por eso no me siento para nada huérfano; de hecho, estoy haciendo algo que he realizado toda mi vida, y que ahora salió al tapete por la agresión en Iquique. Pero yo cuando ejercí como diputado y antes como concejal, ya circulaba en las universidades tratando de motivar gente para el servicio público.
¿Siente que la derecha aún no toma conciencia de la importancia de dar la pelea cultural en el ámbito de las ideas?
Haría una distinción en los temas de cultura, porque la derecha obviamente se ha ido más por el tema del crecimiento económico, y nos ha faltado desarrollar el concepto de progreso, que es mucho más amplio que el crecimiento económico. Nosotros necesitamos crecimiento económico, porque es la base fundamental para el desarrollo y para la promoción de las personas. Pero el progreso implica bienestar cultural, social, ambiental, y ahí estamos al debe. (Por Carlos Cuadrado S./El Muro)
