Después de que fuera difundido un extracto con la declaración de Giorgio Martelli al Fiscal Nacional Sabas Chahuán, donde el hombre clave del caso SQM identificó a Jorge Rosenblut, presidente de Enersis, como quien ideó el mecanismo de financiamiento de la precampaña bacheletista, muy pocos en el ambiente empresarial y político se atreven a opinar respecto del papel de Rosenblut como recaudador.
Uno de los pocos es el empresario José Antonio Guzmán, presidente del directorio de Enersis entre 1997 y 1999. Para Guzmán, la situación de Rosenblut –que se encuentra en Miami– al interior de la empresa se ha vuelto insostenible. «Es impresentable para los accionistas y para la opinión pública que Jorge Rosenblut siga en su cargo. Ya lo deberían haber apartado», dijo a La Segunda.
El empresario, que presidió la CPC en los 90 y estuvo al frente del directorio de AFP Habitat,cree que «el involucramiento del presidente de la compañía en hechos que rayan lo ilícito, impiden que siga al mando de la empresa», dijo.
Además estima que la situación del ejecutivo también afecta a su pareja, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón. «También afecta a la ministra Rincón y al gobierno. Hay un problema de transparencia que se debe resolver, porque la ley obliga a los altos funcionarios públicos a dar cuenta de cualquier conversación y reunión que sostengan con personajes del sector privado», concluyó.
LAS AFP
A diferencia de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, las AFP han decidido mantenerse como espectadoras de lo que sucede en una de las empresas en la que están invertidos los fondos, Enersis, y que se encuentra en el ojo del huracán, por distintas razones.
Pero la más apremiante de éstas es la situación de su presidente, Jorge Rosemblut, quien habría sido sindicado junto al ex jefe de gabinete de La Moneda, Rodrigo Peñailillo, como los autores intelectuales de las gestiones para obtener fondos con el fin de costear una precampaña de la presidenta de la República, Michelle Bachelet, según la declaración del recaudador político, Giorgio Martelli, ante la fiscalía.
Y a pesar de que varios esperaban que las AFP solicitaran la renuncia del ejecutivo, lo cierto es que esto aún no ha sucedido. La razón, esgrime el gerente general de una de las administradoras, es que Rosemblut «se ha convertido más en un problema para el gobierno que para los minoritarios, por lo que esperamos que pronto reciba una señal, de algún político, para que dé un paso al costado, ya que lo lógico es que lo hubiese dado desde un principio».
Otro alto ejecutivo de los institucionales agrega a lo anterior el hecho de que el sector eléctrico es bastante «delicado», porque se trata de una industria regulada, por lo que su permanencia en el cargo generaría aún más ruido.
A esto se sumaría, finalmente, un factor que tiene que ver con los planes de la compañía, la que se encuentra en medio de una compleja reorganización de activos, planeada por Enel. Ésta ha encendido las alarmas de los minoritarios, debido a que Enersis dejaría de ser el único vehículo de inversión del holding en la región, lo que había sido pactado, a petición de los accionistas, para lograr destrabar el polémico aumento de capital de 2012, en el que se recaudaron más de US$ 6.000 millones –unos US$ 2.300 millones aportados en efectivo por los inversionistas locales-. Por ello, agrega, se espera que esta situación no se extienda por muchos días más.
De hecho, una de las versiones que circula entre los institucionales es que esta demora en su renuncia se ha debido, principalmente, a que aún no se ha dado con el nombre de un ejecutivo que lo reemplace, y que tenga un perfil idóneo con el cargo, capaz de tender puentes con los inversionistas –para lo cual, agrega la fuente, es fundamental que provenga del mercado local-, y que, de paso, no tenga ninguna relación con la política.


