IPOM de marzo: cautela frente a la incertidumbre-Hermann González

IPOM de marzo: cautela frente a la incertidumbre-Hermann González

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El Informe de Política Monetaria (IPOM) recientemente publicado trajo los esperados ajustes de proyecciones del instituto emisor, después de tres meses en que han pasado muchas cosas en la economía, en la política y en los mercados. En EE.UU. asumió Donald Trump e inició una guerra arancelaria distinta de la de 2018, con efectos financieros poco comunes, que incluyen una fuerte depreciación del dólar y un significativo ajuste de la bolsa americana. En Chile se aprobó la reforma de pensiones, la actividad ha sorprendido al alza y la inflación terminó el año pasado por debajo de lo esperado, pero partió 2025 con un sorprendente aumento de 1,1% en enero, más de un tercio de la meta de inflación en sólo un mes.

¿Cuál es el balance de estas noticias según el Banco Central? Para este año proyecta un crecimiento del PIB entre 1,75% y 2,75%, es decir un cuarto de punto porcentual más que en diciembre. Esto se explica principalmente por el impulso con el que cerró la economía 2024 y comenzó este año, pero los riesgos de esta proyección están sesgados a la baja. Si bien las proyecciones de crecimiento mundial se han empezado a revisar a la baja como consecuencia de la guerra arancelaria en curso, este proceso aún es incipiente y podría continuar si se profundiza el conflicto. Por su parte, las proyecciones del Banco Central no incluyen el necesario ajuste fiscal que debería anunciar el Ministerio de Hacienda en las próximas semanas para cumplir la meta fiscal. A su vez, los factores que explican las sorpresas recientes en el crecimiento, como el turismo argentino y las excepcionales exportaciones de cerezas, no seguirán incidiendo de la misma forma en los próximos meses.

La proyección de inflación de fin de año se revisó al alza desde 3,6% a 3,8% y se espera que converja a la meta de 3% a inicios de 2026. El consenso de mercado tiene dudas sobre este descenso de la inflación, sin embargo, hay buenas razones para esperar una moderación en el incremento de los precios. El tipo de cambio ha bajado más de 9% desde mediados de enero, el precio del petróleo se ubica bajo US$70 el barril y el impulso externo será menor debido a los efectos de la guerra comercial. Además, un factor no menos importante es que a inicios del próximo año no estarán presentes los efectos de las últimas alzas de tarifas eléctricas, lo que debiese permitir un descenso rápido de la inflación.

Sin embargo, la inflación sigue alta -en niveles “incómodos” según palabras del Banco Central- y mientras no haya certeza de su descenso, no veremos nuevos recortes de la tasa de interés de política monetaria (TPM). Una tasa de 5% sigue siendo contractiva, pero tendremos que esperar hasta el segundo semestre para ver nuevas bajas y hasta la primera parte de 2026 para que la TPM llegue a su nivel neutral (entre 4% y 4,25%). Eso en el escenario base, porque en escenarios de riesgo, donde la guerra comercial deja de tener efectos “acotados” sobre nuestra economía, como cataloga el IPOM los impactos hasta el momento, el encuadro macroeconómico sería muy distinto a lo presentado esta semana por el Banco Central.

En suma, el IPOM de marzo es un informe con pocos cambios y pocas sorpresas en sus proyecciones, pese a la gran cantidad de noticias de los últimos tres meses. La principal novedad de este informe es la constatación de que los riesgos internacionales han aumentado de forma significativa, por lo que la incertidumbre en torno a las proyecciones es especialmente alta. ¿Cómo enfrentar este escenario? El Banco Central es claro en sus recomendaciones: el país debe mantener su economía equilibrada, fortalecer su posición fiscal y trabajar para reimpulsar los motores del crecimiento económico. En eso y en preparar un plan de respuesta económica frente al impacto potencial de un agravamiento de las condiciones internacionales deberían estar abocados los esfuerzos de las autoridades económicas. (El Líbero)

Hermann González