Por décadas la economía chilena se ha destacado en Latinoamérica en ofrecer un buen clima para el desarrollo de negocios. Un aspecto primordial, ha sido contar con reglas estables y razonables, para atraer inversiones y hacer factible el financiamiento con la banca nacional e internacional.
Especialmente sensibles a la estabilidad de las reglas y normativa son los proyectos de Pequeños Medios de Generación Distribuída (PMGDs) solares y eólicos, los cuales son fundamentales para la transición a una matriz energética limpia y sustentable.
Los PMGDs solares y eólicos, son centrales pequeñas entre 300 KW y 9 MW que inyectan su energía renovable directamente en las redes de distribución muy cerca del consumidor final. Aparecieron en la matriz chilena el año 2016 y tuvieron un crecimiento importante en 2017, gracias principalmente al “Precio Estabilizado” creado por el DS244 para eliminar las barreras del mercado a energía descentralizada, renovable y de nuevos actores. El Precio Estabilizado, como su nombre lo indica, es un mecanismo amortiguador de las fluctuaciones de corto plazo y efectos transitorios del mercado, que en el largo plazo converge con el promedio del mercado.
Esta señal de precio estable ha permitido financiar gran parte de los proyectos PMGDs existentes hasta hoy, ya que permite estabilizar y proyectar con menor incertidumbre sus ingresos y flujos de caja, comparado con la alternativa de vender su energía en el mercado spot, que se caracteriza por tener una alta volatilidad. Para el levantamiento de capital (inversionistas) y la estructuración del financiamiento (bancos) de estos proyectos, dicha estabilidad es absolutamente fundamental.
Sin embargo, el día 22 de abril, el Ministerio de Energía informó oficialmente su intención de modificar el DS 244 y presentó una propuesta que considera, entre otras modificaciones, cambiar la forma de cálculo del Precio Estabilizado utilizada hasta ahora. Esta intención de modificación del Precio Estabilizado no era novedad ni para la banca ni para los inversionistas nacionales y extranjeros, pues la Ministra Jiménez ya lo había anunciado un par de semanas antes en un seminario de Bloomberg en Nueva York.
El solo anuncio generó un efecto inmediato en el clima de inversión, habiéndose deteniendo el financiamiento de los proyectos que se estaban desarrollando dada la incertidumbre que introduce en la proyección de ingresos. Especialmente preocupante es que estos proyectos requieren un largo proceso de desarrollo, hasta lograr obtener los permisos y todo lo que se necesita para poder construirlos, por lo que el anuncio sorprendió a la mayoría de los desarrolladores con capital y financiamiento ya comprometidos, pero todavía lejos de la construcción y puesta en marcha de sus proyectos.
Confiamos en que el Ministerio de Energía se abrirá a tener un debate regulatorio donde todos los actores participen en igualdad de condiciones, con plazos razonables y por sobre todo, basado en sólidos antecedentes técnicos, para garantizar certeza jurídica a este sector y no perjudicar a quienes ya tienen capital comprometido y proyectos en desarrollo, y permitir el financiamiento bancario indispensable para su concreción. (La Tercera)
Fernando Olave
