En comicios históricos por el 77% de participación alcanzada, -10 puntos más que en 2012 y considerando que nunca se había obtenido más de un 70%-, la formación nacionalista Junts pel Sí, defensores de la independencia de Cataluña, ganó ayer las elecciones regionales con 62 escaños de un total de 135 del Parlamento autónomo catalán, a sólo seis de obtener la mayoría absoluta (68). Es por eso que el presidente catalán saliente, Artur Mas, necesitaría de la otra formación independentista, CUP (izquierda radical), que logró 10 diputados, para llevar adelante su proyecto de una eventual separación de Cataluña del resto de España. En tanto, Ciudadanos fue la segunda fuerza más votada, con 25 escaños, y el PP, el partido del jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, obtuvo 11.
A juicio de los analistas, el sólido resultados de los grupos favorables a la independencia representó un revés para Rajoy, cuando faltan tres meses para las elecciones nacionales. Sin embargo, a pesar de que Junts pel Sí y CUP suman mayoría absoluta de escaños, no lo hacen en votos. El primero obtuvo un 39,6%, mientras que el segundo un 8,2%. De acuerdo al diario español El País, esto podría provocar que el mensaje de su triunfo quede debilitado. Además, la CUP ha dicho reiteradas veces “que la mayoría absoluta, para ser legítima, debe darse también en votos. Y el apoyo de la CUP puede ser imprescindible para poner en marcha el proceso”, asegura el medio. La CUP, que pide la salida del euro y de la Unión Europea (UE), ha dicho que no apoyará la investidura como presidente de Mas.
Pese a que más de cinco millones de ciudadanos estaban llamados a votar para elegir a los miembros del Parlamento regional y no para expresar su apoyo o rechazo a la independencia de Cataluña, Mas convirtió los comicios en un plebiscito sobre el futuro de la comunidad autónoma. Esto, ya que el gobierno de Rajoy se ha opuesto a negociar la realización de un referendo, considerado anticonstitucional. El jefe del gobierno español ha demostrado su profundo rechazo a la iniciativa, e incluso ha sido culpado por la prensa local de generar una “campaña del terror” contra el “Sí”.
“Esto nos da una enorme legitimidad para seguir adelante con este proyecto”, dijo ayer Mas, tras proclamar la victoria en las elecciones. Sin embargo, el portavoz del PP, Pablo Casado, afirmó que “la mayoría de los catalanes rechazó la independencia”, puesto que las dos listas independentistas no reunieron la mitad de los sufragios. “Vamos a seguir garantizando la legalidad, vamos a seguir defendiendo la unidad de España”, advirtió. Por su parte, el secretario general del Psoe, Pedro Sánchez, consideró que los independentistas han perdido el plebiscito ya que “hay una mayoría de catalanes que no quiere la independencia”, en referencia al porcentaje de votos obtenidos.
De acuerdo a lo que ha prometido, Mas pretende separarse de España en 18 meses. Sin embargo, el camino que viene es incierto. Según la hoja de ruta elaborada por el gobierno catalán, existen dos vías: con la colaboración del Estado español, que involucra la proclamación de la independencia y la aprobación de una Constitución para Cataluña, o sin ella, contrario a cualquier negociación.
Bruselas reiteró ayer que si una región se separa sale de la UE. “Cataluña quedaría fuera y debería iniciar un largo proceso de reconocimiento internacional”, advirtió una alta fuente comunitaria citada por El País.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró hoy que los partidarios de la secesión de Cataluña no han tenido el respaldo de la ley en su intento de ruptura y ahora se ha comprobado, en las elecciones autonómicas del domingo, que tampoco lo tienen de los ciudadanos.
Rajoy compareció ante la prensa al día siguiente de esos comicios en Cataluña, ganados por una candidatura favorable a la independencia, Junts pel Si con 62 escaños, y que, con el eventual apoyo de otra fuerza secesionista la CUP que obtuvo diez escaños, podría formar gobierno.
Los partidarios de la independencia no lograron, sin embargo, su objetivo de conseguir la mayoría de los sufragios, al quedar por debajo del 48 por ciento.
El jefe del Ejecutivo afirmó que los comicios del domingo demostraron que Cataluña es plural y destacó que su gobierno trabajará en favor de la unidad, porque «ese es el deseo de la mayoría de los españoles».
Rajoy insistió en su disposición a un diálogo «constructivo y leal», pero siempre «dentro de la ley». «No estoy dispuesto a liquidar la ley», insistió.
El Gobierno español rechaza la independencia de Cataluña porque la Constitución española no contempla esa posibilidad. El presidente del Gobierno español insistió en que «juntos ganamos todos», en referencia a mantener la unidad de España.
Rajoy mostró su disposición al diálogo con las otras fuerzas políticas nacionales contrarias a la independencia como el partido socialista o Ciudadanos (centro liberal).»En lo sustancial coincidimos, que es no cuestionar los principios básicos de la convivencia».
El jefe del Ejecutivo insistió en que los comicios de ayer fueron una elecciones regionales, «aunque algunos han querido darle un carácter plebiscitario» y en este sentido, insistió en que los independentistas no consiguieron la mayoría de los votos, ya que lograron el 47,8 % de los sufragios.
En tanto la coalición independentista Junts pel Sí, reafirmó este lunes su determinación de iniciar un proceso de secesión de esta región española.
«El mensaje es claro, tenemos una mayoría clara que legitima totalmente iniciar el proceso» de secesión, señaló Raul Romeva, cabeza de la lista.


