Utilizando como argumento que el Gobierno no ha cumplido sus compromisos, los comuneros mapuches acusados de quemar una iglesia evangélica en Padre Las Casas, cuando aún había fieles en su interior, Benito y Pablo Trangol decidieron retomar la huelga de hambre.
Estos últimos ya habían protagonizado una situación similar, en la que según sus cercanos estuvieron más de 100 días, pero se bajaron luego de que desde el Ejecutivo se les anunciara que el Ministerio del Interior retiraría el delito terrorista, mientras que su hermano Ariel decidió continuar con la medida de presión.
Según informa radio Cooperativa, a juicio de los comuneros, el anuncio del Gobierno aún no se materializa, lo que fue descartado por el gobernador de Cautín, Ricardo Chancerel.
«El Gobierno no puede ejercer presión sobre otro poder del Estado y luego, entendemos que el retraso en el inicio del juicio obedece a diligencias que pidió la propia defensa de los imputados», dijo el gobernador.
«Aquí todos queremos que esto se inicie cuanto antes: los familiares, la Fiscalía, el Gobierno», añadió la autoridad provincial.
Por su parte, Ariel Trangol es quien presenta los mayores problemas de salud e incluso en las últimas horas se negó a recibir medicamentos.
Chancerel recalcó que el Gobierno no tiene nada que ver con la dilación del juicio, ya que esto se debe a solicitudes hechas por la propia defensa de los comuneros.
«Llevamos más de un mes intentando dar inicio a la audiencia de preparación de juicio oral y no ha podido hacerse. Se fijó una nueva suspensión el día lunes pasado para el día 14 de noviembre y esta suspensión es producto de diligencias solicitadas por la propia defensa, por lo tanto, el interés nuestro fundamental es que esto pueda iniciarse cuanto antes», añadió el gobernador. (Emol)
