En este nuevo contexto, la Fed debiera repensar su estrategia. ¿Por qué? Porque es muy probable que el crecimiento del crédito, que ya se estaba ralentizando, se detenga aún más como resultado directo de los últimos acontecimientos. El “canal del crédito” de la política monetaria se hará más evidente porque los bancos regionales afectados por la crisis de confianza restringirán su oferta de crédito frente a este escenario de mayor riesgo de perder depósitos, con sus valorizaciones muy disminuidas y un renovado y exhaustivo monitoreo por parte del supervisor estatal. Estos bancos representan cerca de un 50% de los activos bancarios a nivel nacional, casi la mitad de los créditos inmobiliarios y un tercio de los préstamos comerciales e industriales.
El recrudecimiento del canal del crédito y los efectos sobre la economía real de un escenario financiero más incierto, para bien o para mal, le “hacen la pega” a la FED, la que ya no necesitaría seguir subiendo su tasa de política para reducir la inflación. Incluso, tal vez, debiera comenzar a bajarla más pronto que tarde. (El Mercurio Cartas)
Felipe Morandé
Economista