A medida que se acercan las elecciones presidenciales y parlamentarias del 16 de noviembre, el candidato independiente Harold Mayne-Nicholls comienza a delinear los contenidos de su franja televisiva, cuya emisión está programada para iniciar el próximo 17 de octubre. En el marco de la V Caminata por el Alzheimer, realizada en La Pintana, el aspirante a La Moneda compartió detalles sobre el enfoque que tendrá su campaña audiovisual.
Mayne-Nicholls aseguró que su franja buscará conectar con la ciudadanía a través de un mensaje constructivo y alejado de la confrontación. “Esperamos hacer una buena franja, algo que le guste a la gente”, señaló, destacando que el contenido será “una cosa distinta” y que apelará a elementos nostálgicos de los años 80, bajo la dirección de Boris Quercia y Alberto Geswein, ambos con amplia trayectoria en el ámbito audiovisual.
El candidato enfatizó que su propuesta no se centrará en atacar a sus contrincantes ni en descalificar sus posturas. “Queremos captar la atención de la gente no tanto por ir contra el sistema, sino que a favor del sistema. Cómo podemos con el sistema construir algo mejor”, explicó, agregando que esa visión responde al sentir ciudadano que ha recogido en sus recorridos por distintas comunas.
En esa línea, reafirmó que evitará los “temas agresivos” y cualquier contenido que implique hablar mal de otros postulantes. “Eso es lo que la comunidad está esperando”, sostuvo, en alusión a una campaña que privilegie el respeto y las propuestas por sobre la confrontación.
La estrategia de Mayne-Nicholls se inscribe en un contexto electoral marcado por la apertura del periodo de propaganda oficial, iniciado el pasado 17 de septiembre según lo establecido por el Servicio Electoral (Servel). Con ello, los candidatos comienzan a desplegar sus mensajes en medios y espacios públicos, en una carrera que se intensificará con el inicio de la franja televisiva.
El enfoque del candidato independiente busca diferenciarse en un escenario competitivo, apelando a una narrativa que priorice la colaboración y el fortalecimiento institucional, en lugar de la crítica directa a sus adversarios. Con ello, Mayne-Nicholls apuesta por una campaña que refleje el tono que, según él, la ciudadanía demanda en tiempos de alta polarización.
