Álvaro Saieh apuró la venta de Duna y las negociaciones estarían en la fase final. Es la radio de la élite, defensora del modelo, pero con un tinte liberal y no dogmático. “Hablemos en Off” e “Información Privilegiada” son dos programas por los que cada mañana desfila el poder político, económico y empresarial.
Hay dos grupos de inversores en pugna. Uno de ellos lo conforman inversores cercanos a la actual presidente de TVN, Anita Holigue. Habrían sondeado a varios exDuna que se fueron a Infinita para ver si volverían a la radio de tener éxito la oferta. Holigue, junto a su pareja, el empresario Felipe Lamarca, son los fundadores de la radio. Saieh se las compró en 2005 y puso a Holuigue a cargo del negocio radial.
Posible conflicto de interés. Si se concreta esa operación, el vínculo con Holigue podría generar ruido. Su rol como presidenta de TVN podría complicarse porque se convertiría en un claro conflicto de interés. Fuentes que conocen a la empresaria aseguran que ella no forma parte del grupo y no participa en ninguna forma. Sí reconocen que se le han acercado algunos inversores.
El grupo Restini. Compitiendo a Holuigue para quedarse con la radio está el empresario Gonzalo Restini, conductor del programa “Información Privilegiada”. Entre sus inversores estaría Fernando Tisné, uno de los socios de la administradora de fondos Moneda.
BTG Pactual lidera las negociaciones. Hace meses que en forma sigilosa comenzó a tener conversaciones informales y reservadas con posibles interesados. El banco brasileño es socio de Saieh en el negocio inmobiliario y ha participado en varios créditos sindicados a otras empresas y sociedades de Saieh. El presidente del directorio es Fernándo Massú, ex alto ejecutivo de CorpBanca y en su momento muy cercano al empresario.
El precio. No pude saber a ciencia cierta, pero en el mercado estiman que sería alrededor de US$ 7 millones.
Por qué vende Saieh. Su decisión no estaría directamente relacionada con sus problemas con el pago de la deuda de US$ 500 millones de CorpGroup, sino que en pos de “hacer caja” para pagar las indemnizaciones de una serie de nuevos despidos que estarían en carpeta en Copesa. (Por Iván Weissman, El Mostrador)
