El ministro de Hacienda resalta que “hay necesidades de gasto que no parecen postergables”. Esto es obvio. Siempre habrá gastos que no parezcan postergables. Pero deberíamos esperar que un ministro de Hacienda se preocupara también de encontrar gastos que no rinden lo suficiente y que se abocara a su eliminación.
La espiral de crear nuevos gastos y no suprimir ninguno, pretendiendo cubrir el gasto creciente con impuestos crecientes, no subsiste en el largo plazo. La economía chilena está dando señales claras de estancamiento tras los constantes aumentos de impuestos, y a menor actividad, la recaudación tiende a disminuir.
Por eso es que un buen ministro de Hacienda debe intentar que los recursos se gasten bien, en vez de aumentar desaprensivamente los impuestos. Que los recursos se gasten bien requiere una gestión que, antes que subir impuestos para financiar “gastos que no parecen postergables”, se oriente a identificar y eliminar aquellos gastos que no valen la pena, liberando así recursos para los “gastos impostergables”. Pero de esto último no se habla en Chile. (El Mercurio Cartas)
Gerardo Jofré
