Trueque. Así se podría definir coloquialmente el intercambio que realizaron la Fundación Salvador Allende y el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) para pagar una deuda que se comenzó a acumular desde 2004, tras la adquisición del Palacio Heiremans por parte de la organización.
En ese marco, en octubre de 2015, la fundación manifestó la intención de pagar la deuda -la cual ascendía a $566.924.113- mediante cuadros tasados por la misma entidad en 830.000 dólares aproximados, unos $600 millones.
Sin embargo, a ocho años del acuerdo, las obras aún no están en manos del Serviu.
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ELIZALDE: «DECISIONES DE GOBIERNOS ANTERIORES»
El ministro del Interior, Álvaro Elizalde (PS) descartó que el gobierno haya tenido injerencia en la forma de pago que se determinó para la deuda que mantenía la Fundación Salvador Allende con el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu).
“Tengo entendido que el contrato es de 2004 y la razón de pago a la cual usted hace referencia es de 2015. Por tanto, son decisiones que se tomaron en administraciones anteriores conforme a nuestro ordenamiento jurídico”, señaló Elizalde.
En esa línea, zanjó que “no es una decisión que se haya tomado bajo la actual administración”.
El nombre de la familia Allende volvió a estar en la agenda pública luego de extensas polémicas por la fallida compra que realizó el gobierno a la vivienda del expresidente ubicada en Providencia. Los vicios constitucionales del contrato terminaron en la destitución de la histórica senadora Isabel Allende y la renuncia de maya Fernández al Ministerio de Defensa.
Ahora, acorde a una información publicada por El Mercurio, la fundación de la familia es la que está envuelta en una trama de presuntas irregularidades.
En concreto, la sede de la organización fue adquirida a través de un intercambio con el Serviu. La propiedad ubicada en Avenida República 475, que también funciona como museo, pasó a manos de la fundación con la promesa de un millonario pago en cuotas. Sin embargo, la deuda nunca fue saldada.
El medio citado asegura que en 2015, diez años después de las condiciones iniciales de pago, el Serviu pactó la deuda a cambio de 93 obras de la fundación avaluadas en 800.000 dólares. Pese a que los cuadros fueron otorgados legalmente a la institución, hasta la fecha no han sido entregados físicamente a la entidad pública con el argumento de que el servicio no cuenta con la capacidad para resguardar las obras.
Ante esto, el ministro recalcó: “Insisto, ocurrió hace casi 7 años la acción de pago. Sí es una figura que está contemplada en nuestro ordenamiento jurídico y fue una decisión que se tomó por las autoridades de aquel entonces». (Emol-La Tercera)



