Dos días de paro de “brazos caídos” llevan 48 funcionarios del servicio de cirugía adulto del hospital Gustavo Fricke, en Viña del Mar, recinto hospitalario que en 2018 atendió a 1.067.094 usuarios de la Región de Valparaíso.
Los técnicos paramédicos y auxiliares acusan sobrecarga laboral, por un aumento en la población migrante y por la prisa del Ministerio de Salud (Minsal) en terminar con las listas de espera. “Se está doblando la carga de trabajo por sacar las listas de espera, con la misma cantidad de funcionarios”, acusó Juanita Wikee, presidenta de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fenats) del hospital Fricke.
Además, por “el tema de la migración, que ha aumentado la población que se atiende, los pacientes no están siendo bien atendidos”, señaló Roberto Lobos, presidente de la Fenats Viña – Petorca.
Una versión que Wikee comparte. Obviamente hay un aumento de migrantes. Pasaron a ser parte de este país, porque llegaron para quedarse, pero necesitamos los recursos para que sean atendidos”. En este caso, los funcionarios piden 4 nuevos técnicos paramédicos. Uno por turno.
Sin embargo, la percepción de los funcionarios dista de lo declarado por eldirector del hospital, Leonardo Reyes, a La Tercera: “De acuerdo a los datos estadísticos, se observa un aumento de las atenciones para la población migrante en el servicio de ginecología y obstetricia, con un aumento de 200 partos al año, lo que equivale a un incremento de un 8%”.
En esta línea, Myriam Sagredo, auxiliar de maternidad, señaló que “a veces, en una sala de seis recién nacidos, cuatro son de mujeres migrantes”.
No obstante, el director del Fricke indicó que “en las atenciones de adultos en general”, es decir, en el resto de los servicios, la atención a usuarios extranjeros “no supera el 2%”. Aun así, el hospital incorporó en 2018 a 4 orientadores para migrantes, junto con capacitar en creolé a 20 funcionarios.
Pero ellos solo trabajan durante el día, afirma una de las paramédicas movilizadas, por tanto deben destinar más tiempo en comunicarse. En tratar de informarles que recibirán un baño, o que se les proporcionará algún tratamiento, por ejemplo.
Por otro lado, Wikee cuestiona que “solo el 30% de los pacientes (de cirugía) es autovalente”, lo que dificulta aún más su trabajo. “Se necesitan 4 personas para que este conflicto se solucione”, afirma. Hoy están a la espera de una respuesta de parte del Servicio de Salud. Mientras tanto, la unidad cirugía adulto funciona al 40%, con “alumnos en práctica y funcionarios a honorarios”, indicó. (La Tercera)



