La instalación de un nuevo y sofisticado sistema de radar estadounidense de largo alcance en la isla de Tobago está provocando una creciente alarma en el Caribe, debido a la intensificación de las tensiones militares y diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela. El despliegue, confirmado por las autoridades locales tras asegurar que las tropas de EE.UU. que realizaban maniobras habían abandonado el país, ha sido calificado por expertos como un giro hacia la «defensa activa» en el sur del Caribe, muy cerca de la costa venezolana.
El teniente comandante retirado Norman Dindial, exjefe del Centro Nacional de Vigilancia Costera por Radar de Trinidad y Tobago, advirtió que el radar en Crown Point requerirá un sistema de defensa antimisiles, implicando la llegada de capacidades de ataque tierra-aire y tierra-tierra. Dindial se preguntó quién operará y controlará los datos del sistema, y si el escudo defensivo necesario para protegerlo abriría la puerta a una presencia estadounidense permanente en la zona.
INCERTIDUMBRE REGIONAL Y CUESTIONAMIENTO AL DEPLIEGUE
La falta de transparencia en torno a la instalación del radar ha aumentado la preocupación en la población de Trinidad y Tobago. El expresidente de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, criticó que el despliegue incrementa la vulnerabilidad de Trinidad y Tobago y debió haberse debatido a nivel regional entre los miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom).
Gonsalves cuestionó la ubicación, señalando que el radar podría haber sido instalado en alta mar o monitoreado desde instalaciones de EE.UU. ya existentes, y advirtió que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sin duda lo percibe como una forma de presión. La instalación se produce días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, declarara el espacio aéreo venezolano «cerrado en su totalidad». Pese a los temores, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, informó que ella solicitó el radar a EE.UU., asegurando que aumentará la seguridad del país.
EL IMPACTO NEGATIVO EN LA ECONOMÍA TURÍSTICA DE TOBAGO
La escalada de tensiones y la actividad militar en Crown Point ya están impactando la economía de Tobago, fuertemente dependiente del turismo. El presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de Tobago, Reginald MacLean, reconoció que el sector está entrando en un «período difícil e incierto».
La Asociación de Operadores Turísticos de Trinidad y Tobago reportó que las líneas de cruceros han reducido las reservas, e incluso una embarcación canceló su escala programada. El economista Taharqa Obika afirmó que los operadores turísticos se enfrentan a una depresión económica debido a la disminución de reservas y llegadas. Algunos ciudadanos, como Cassarina Moodie, temen que, aunque la capacidad de vigilancia pueda tranquilizar a algunos turistas estadounidenses, un aumento de la acción militar entre Venezuela y EE.UU. afectaría a todo el Caribe. (NP-Gemini-EFE-Emol)



