Por estos días, Evópoli saca cuentas alegres. Su principal bandera de lucha -poner a los niños primero en la fila- se ha tomado la agenda del Gobierno y fue varias veces destacada en la Cuenta Pública del Presidente Sebastián Piñera.
El senador Felipe Kast, quien fuera el candidato presidencial del partido, manifiesta su satisfacción por los resultados de la Mesa Nacional por la Infancia, la que culminó con contundentes propuestas. Además, destaca otra victoria: el ingreso de la indicación sustitutiva a la Ley de Adopción.
Tras las críticas de la oposición señalando que la propuesta no contemplara explícitamente la adopción homoparental, el parlamentario -que propuso en su campaña a primarias el matrimonio igualitario- defiende la redacción «no discriminatoria» y asegura que su partido la apoyará con fuerza.
-El Movilh acusó que con la indicación a la Ley de Adopción se sienten «profundamente engañados». ¿Cuál es su evaluación de la propuesta del Ejecutivo?
-Esta ley tiene un componente social muy grande. Hay muchos niños que se transforman en crónicos en las residencias del Sename, porque le Ley de Adopción funciona mal. Adicionalmente, tiene la gran virtud de que termina con la prelación. Defendiendo el interés del niño, permite que todas las familias puedan postular y que sea el juez el que decida cuál es la mejor familia para cada niño. Es un avance tremendo y, por lo mismo, estamos muy orgullosos de apoyar este proyecto de ley.
-¿Para ustedes es claro que se elimina la prelación?
-No solamente es claro, es explícito que no se aceptará ningún tipo de discriminación.
-¿Los deja conformes la redacción?
-Nos deja muy conformes, porque se hace cargo de un problema social tremendo, que es lo más importante, y permite que todas las familias puedan postular a los procesos de adopción.
-Dada su interpretación, ¿por qué cree que se generó la idea de que una familia homoparental no tendría igualdad?
-El proyecto es muy claro en materia de discriminación y en que elimina la prelación. Antiguamente, la ley tenía compartimentos estancos; en este caso, se eliminan absolutamente. Es una ley muy favorable.
-¿No cree que al considerar el rol «de padre y madre» en el hogar se podría afectar la igualdad de condiciones para familias homoparentales?
-Espero que los jueces tengan un criterio que siempre prime, que es lo que el proyecto dice en sus ideas matrices, que es garantizar el interés superior del niño. Que nadie sea discriminado.
-¿Esa consideración no podría condicionar al juez?
-Yo lo leo con el objetivo de buscar que cada niño tenga acceso a una familia. Sabemos que hay múltiples familias; por eso, a renglón siguiente de esa indicación dice que no se podrá discriminar. Es un proyecto muy positivo para Chile y que particularmente a nosotros, en Evópoli, nos deja muy contentos. No discrimina a ningún tipo de familia, dejándole al juez el mandato de elegir la mejor familia.
-¿Están conformes con que sea el juez el que decide si da pie a la adopción homoparental?
-Absolutamente. Esa fue mi posición en la campaña presidencial, que no le impongas al juez una restricción de poder elegir un tipo de familia u otra. Eso queda muy bien explicitado en el proyecto.
-La UDI también quedó contenta con la indicación. ¿Fue una redacción de consenso interno?
-No hay que mirar este proyecto como que viene a encasillar algún tipo de familia; sino todo lo contrario, viene a poner el interés superior del niño en medio de la mesa y termina con algo histórico, que en Chile no podían postular antes, no estaba contemplado en la ley, parejas homoparentales, y hoy día esta ley lo permite explícitamente.
-Sin embargo, el presidente de su partido, Hernán Larraín Matte, dijo que verán en el trámite legislativo si es que es una ley no discriminatoria.
-A todas luces concordamos en que no es una ley discriminatoria. Que pueda tener mejoras, se tendrá que ver en el debate. Hoy, la posición de Evópoli es de satisfacción, porque sentimos que el Gobierno está afrontando con prontitud, en forma oportuna, como parte de la agenda de infancia, la Ley de Adopción.
-¿No presentarán, entonces, alguna indicación, como lo habían adelantado otros sectores liberales de Chile Vamos?
-Evópoli va a apoyar este proyecto con mucha fuerza y lo va a empujar. Si alguno de los parlamentarios en el proceso legislativo sintiera que hace falta algún tipo de modificaciones, lo veremos y cada uno es libre.
-Evópoli fue el primer partido en plantear la adopción homoparental en la centroderecha. Hoy vemos que otros sectores tienen una visión más crítica del proyecto y buscan más apertura. ¿Hay un giro en el partido?
-En lo más mínimo. Así como ocurrió con la identidad de género, creemos que el Gobierno está tomando decisiones correctas. Confirmamos nuestras convicciones y sentimos que el Ejecutivo dio un paso importante en adopción. Había un riesgo no menor de que se discriminara en la ley a las parejas homosexuales. Estamos orgullosos de que un gobierno de centroderecha sea el que impulse la posibilidad de tener adopción homoparental.
CUENTA PÚBLICA
-¿Qué le parecieron el discurso del Presidente y el diagnóstico que presentó?
-Tuvo una Cuenta Pública contundente, en la que le dejó claro al país que busca generar un desarrollo social integral y en el que hay ciertas reformas estructurales que probablemente van a marcar el sello de este gobierno. Tenemos un Presidente con un nivel de madurez y con una capacidad de cambiar la geografía política. No es simplemente hacer un buen gobierno, está empezando a ocurrir algo en la centroderecha, y Evópoli colabora mucho en esa dimensión, que es cambiar el eje cultural.
-¿En qué sentido?
-Hoy, la clase media se siente más interpretada por nuestra coalición y eso no había ocurrido antes. Este giro cultural va mucho más allá de la gestión, es la capacidad de ofrecerle a Chile un sueño. No solo venir a cuidar el statu quo , sino que es una centroderecha reformista, con un sueño claro de justicia, donde la agenda social de los niños permite hacer un contrapunto a la agenda que venía marcando la Nueva Mayoría.
-Se dijo que Piñera le habló al mundo conservador. ¿Qué opinión tiene al respecto?
-Cuando un Presidente se dedica a proponer su proyecto político y lo hace en forma consistente, es la mejor estrategia que puede seguir. Está haciendo lo que la ciudadanía lo mandató. Habría sido un error que hubiese hecho un discurso inconsistente con lo que le ofreció al país, y este le dio la mayoría que tuvo en las elecciones.
-El Presidente mencionó un proyecto de integridad pública. ¿Concuerda con la propuesta de ustedes sobre nepotismo?
-Es correcto que esto se enmarque en un proyecto más amplio de modernización del Estado. Lo miramos como una forma de devolverle el Estado a los ciudadanos, lo que significa que los partidos seamos generosos y dejemos de utilizar al Estado como una agencia de empleo y botín de campaña.
-Ya con distancia, ¿fue un error o un acierto el momento en que lo anunciaron?
-No fue un error. La forma en que el Gobierno reaccionó, corrigiendo una decisión, incorporando el proyecto de ley, permite que salga fortalecido. Si Evópoli hubiese guardado silencio, se habría hecho un flaco favor a sus convicciones y al Gobierno.
CHILE VAMOS
-Finalizada la instalación del gobierno, ¿cómo ve el futuro del bloque en la nueva etapa y el rol de Evópoli?
-Afortunadamente se han ido terminando muchas fricciones que se generaron al inicio, siento que hay una maduración. Es muy importante que no hagamos de las diferencias un problema, sino una gran virtud. Hay ciertas materias en que es legítimo que tengamos diferencias, y el mundo conservador con el liberal deben no solo tolerarse, sino respetarse y valorarse. Hay un desafío de cambiar la geografía política y de lograr que esta coalición sea cada vez más representativa del Chile moderno. Menos representativa de las élites y más del Chile real, diverso, y donde esa diversidad es el gran triunfo de la libertad.
-¿Cómo se lleva a la práctica esto, particularmente en el Congreso?
-Hay que hacer política y entender que tenemos una responsabilidad como Chile Vamos. Hay que hacer una invitación de un sueño más largo. No puedes hacer todo de la noche a la mañana. Pero el hecho de que la ciudadanía nos vea con una ruta larga y con una agenda social contundente, cambia el paradigma. Por mucho tiempo, la centroderecha fue vista como la que trancaba la pelota, que no quería cambios. Ese cambio de paradigmas, Piñera lo está encarnando de buena forma. (El Mercurio)



