Las tenencias mundiales de acciones y bonos chinos se han disparado a más de US$ 800 mil millones, a medida que los inversionistas compraron activos en el país a un ritmo récord. El impulso hacia los mercados chino ha crecido a pesar de las confrontaciones con Washington por cuestiones que van desde las auditorías corporativas hasta la represión de los uigures en Xinjiang, que EEUU calificó como genocidio.
También ha coincidido con una ofensiva de Beijing contra las cotizaciones chinas en las bolsas de EEUU, incluida una investigación sobre la seguridad de los datos en el grupo de viajes compartidos Didi Chuxing anunciada pocos días después de su Oferta Pública Inicial de US$ 4.400 millones en Nueva York.
Los inversionistas extranjeros han comprado US$ 35.300 millones netos en acciones chinas en lo que va de año a través de plataformas de negociación que vinculan a Hong Kong con las bolsas de Shanghái y Shenzhen, según cálculos de FT basados en datos de Bloomberg. Eso es casi 49% más que el año pasado. También han comprado más de US$ 75 mil millones en bonos del Tesoro chino, según cifras de Crédit Agricole, un alza de 50% respecto de 2020.
El entusiasmo por los activos chinos ha sido impulsado por el rápido repunte del país de la pandemia, pero están surgiendo temores de que su crecimiento se esté desacelerando. (FT-DF)
