El ex presidente de la Federación Centroafricana de Fútbol Patrice-Edouard Ngaïssona fue acusado este jueves de 111 crímenes de guerra y de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional (CPI) por su papel como líder de la milicia cristiana «Anti-Balaka».
La Fiscalía aseguró que Ngaïssona implementó un plan desde Camerún, donde estaba exiliado, para derrocar al gobierno de los «Seleka», una coalición de fracciones políticas y armadas mayoritariamente musulmanas que accedió al poder en marzo de 2013 a través de un golpe de Estado.
Ngaïssona financió, supuestamente, proporcionó armas y dio órdenes a los «Anti-Balaka», que asesinaron, deportaron y torturaron a musulmanes y partidarios de los «Seleka» entre diciembre de 2013 y diciembre de 2014, según el pliego de acusación de la Fiscalía.
El objetivo era restablecer en el poder al derrocado François Bozizé, presidente de la República Centroafricana entre 2003 y 2013.
Ngaïssona, detenido en Francia en diciembre de 2018, compareció este jueves ante los jueces con una chaqueta de color azul oscuro y dijo, en su única intervención durante la vista oral de confirmación de cargos, que entendía la naturaleza de las acusaciones a las que se enfrenta. (Cooperativa EFE)


