Una fuerte controversia estalló en Rusia tras confirmarse que Lyubov Marchenko, esposa del diputado Alexander Dorozhkin —miembro del partido Rusia Unida de Vladimir Putin—, viajó a Chile para que su hijo nazca en territorio nacional. El objetivo declarado por la propia Marchenko en sus redes sociales es obtener la nacionalidad chilena para el recién nacido, debido a los beneficios de movilidad global que otorga el documento.
Marchenko admitió que, aunque evaluaron opciones como Estados Unidos o Canadá, eligieron Chile porque el pasaporte nacional «permite viajar sin visa a muchos países alrededor del mundo». Esta declaración ha sido interpretada en Rusia como una «falta de patriotismo» y una contradicción flagrante con el discurso nacionalista y de soberanía que promueve el bloque político de Dorozhkin, especialmente tras el aislamiento diplomático derivado de la invasión a Ucrania.
REPERCUSIONES POLÍTICAS Y ÉTICAS EN EL KREMLIN
El caso ha escalado a niveles institucionales en Moscú. Según medios como Nóvaya Gazeta, el diputado Dorozhkin enfrenta una posible destitución y la pérdida de su cargo como presidente de comité en la Duma de su ciudad. Su propio partido ha remitido los antecedentes a la Comisión de Ética, cuestionando la coherencia de un legislador oficialista que busca evadir las restricciones de su propio país mediante la obtención de una nacionalidad extranjera para su descendencia.
EL AUGE DEL «TURISMO DE PARTO» EN SUDAMÉRICA
Este incidente no es un hecho aislado, sino que forma parte de un fenómeno creciente denominado «turismo de parto». Se reveló que el propio diputado Dorozhkin fundó la agencia «Kids», una consultoría que ofrece paquetes de lujo para que ciudadanos rusos viajen al extranjero a dar a luz.



