– Este domingo debutará para unas elecciones presidenciales el sistema del voto en el exterior, que permitirá a los chilenos en el extranjero ejercer su derecho a sufragio desde sus países de residencia.
El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, se refirió al debate que surgió respecto a la tendencia política de los ciudadanos que viven en otros países y aseguró que «yo creo que había un mito urbano en esto». «Se pensaba que podía ser de una determinada tendencia la votación en el exterior por el fenómeno del exilio, pero resultó que nosotros hicimos una encuesta, un registro de los chilenos en el exterior, y demostró que un 12% tenía razones políticas para residir en el exterior», contó este miércoles a Radio Cooperativa. En ese sentido, explicó que «la inmensa mayoría estaba lejos de razones políticas, sino que buscaban mejores horizontes económicos, querían estar con su familia, estudiar, y por lo tanto yo creo que se va a reflejar en el exterior la misma dinámica y dispersión de la votación que va a ocurrir en Chile».
Eventual voto electrónico
Los comicios en el extranjero se llevarán a cabo de la misma forma que se hace en Chile. De hecho, la Cancillería debe enviar todos los elementos (lápices, urnas, cámaras, papeletas) a cada una de las 110 circunscripciones en los 62 países donde será posible el sufragio. Muñoz calificó como «impecable» el debut de este sistema, que fue el 2 de julio para las primarias. «Fue muy prolijo el modelo de votación, votó una cantidad respetable de personas considerando que eran primarias», dijo. Para esa ocasión, se inscribieron cerca de 21 mil personas (de un universo de 360 mil ciudadanos habilitados para votar en el exterior), de las cuales poco más del 30% acudieron a las urnas. «Ha sido muy ordenado y está dentro de los estándares de participación. Esperamos que ahora voten un porcentaje mucho mayor que las que votaron en las primarias», sostuvo el canciller. Aún así, no todas las ciudades en el extranjero tienen sus propios centros de votación, por lo que las personas tienen que movilizarse para poder sufragar. Consultado sobre la posibilidad de implementar la modalidad del voto electrónico en próximas elecciones, el secretario de Estado señaló que «eso lo debatimos bastante con el Ministerio del Interior y pensamos que como ésta era la primera experiencia del voto de los chilenos en el exterior, un hito en nuestra democracia (…), queríamos hacerlo lo más transparente y que fuera un espejo de lo que se hace en Chile».
«Por eso se optó por ese método, pero yo no excluyo que a futuro se pueda pensar en voto electrónico o incluso el voto por correo, que muchos países tienen. Esa es una reflexión que hay que hacer, particularmente para el exterior», comentó. Papa y demanda marítima Otro tema que ocupa la agenda del Ministerio de Relaciones Exteriores es la visita del Papa Francisco en enero del próximo año. Hace algunas semanas, se dio a conocer la solicitud que el embajador Mariano Fernández le hizo al Vaticano para que el Pontífice no se refiriera en su paso por Chile a la demanda marítima que lleva a cabo Bolivia en contra del país.
Sobre esto, Muñoz sentenció que «el Papa puede hablar y visitar lo que él estime conveniente. Él es un líder espiritual, viene en una visita pastoral y yo creo que él no tiene ninguna limitación para referirse a los temas que él estime conveniente y lo vamos a recibir con brazos abiertos». El canciller también comentó sobre el diálogo que han mantenido con el Vaticano respecto a los posibles temas a los que se pueda referir Jorge Bergoglio, y aseguró que éstos estarían relacionados a la pobreza y la desigualdad, los pueblos originarios y la inmigración. Respecto a la cancelación del viaje de la Presidenta Bachelet al Vaticano en noviembre, el ministro de Relaciones Exteriores aseguró que las relaciones entre el Gobierno y la Santa Sede «están muy bien. Por algo la Presidenta fue invitada a este seminario por la Academia de Ciencias del Vaticano». Explicó que «se nos complicó la agenda porque teníamos que estar en Vietnam un par de días después, entonces al final la Presidenta optó por no ir al viaje a Europa y de tener el mínimo de tiempo para trasladarnos casi 30 horas de vuelo a Vietnam».
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