Psiquiatra: ¿qué te trae para acá por primera vez?
Yo: me agobia la incertidumbre. Dicen que la esperanza venció al temor, pero está por verse qué es esperanza y qué es realismo en vez de miedo.
Psiquiatra: Pero, ¿qué te pasa a ti… cómo te afecta, pensando que tienes hijos grandes y nietos creciendo sanos y te ganas bien la vida?
Yo: en todo. La idea del péndulo me da vértigo, de empezar a ver cómo copiamos modelos e ideas que han funcionado puntualmente en algún país desarrollado y que creemos que podemos replicar prescindiendo de todas las demás variables.
Psiquiatra: ¿a qué te refieres?
Yo: más que a las ideas comunistas, que están aplastadas por la historia, temo a los gurúes del Frente Amplio. Citan a Mariana Mazzucato para promover el protagonismo y dirigismo del Estado para desarrollar nuevas industrias y a Joseph Stiglitz para subir y subir impuestos en aras de mayor igualdad. Descubrieron la receta perfecta para el desarrollo…
Psiquiatra: ¿y qué hay con ello? Ella es una reconocida economista progresista y él un premio Nobel que tienen posturas muy válidas.
Yo: y, ¿quién se hace cargo que Stiglitz también asesoró a Chávez para implementar su panacea del socialismo del siglo XXI en Venezuela, experimento que lleva 22 años de fracaso, pobreza y demolición del que antes era el país más rico del continente? En 2007 elogiaba el reparto equitativo de la renta petrolera que “no debe considerarse un objetivo revolucionario, sino novedoso”, decía entonces. El y Mazzucato detestan los tratados de libre comercio y ella inspira a los frente amplistas que creen que es cuestión de darle protagonismo al Estado, en áreas nuevas como el litio, para desarrollar la industria y convertirnos en pioneros. Me deja estupefacta esa simplificación de copy paste de iniciativas excepcionales, como que una agencia estatal creara internet en Estados Unidos y luego, el sector privado lo impulsara a lo que conocemos hoy. Son recetas que no han demostrado ser exitosas en ninguna parte para ser aplicadas desde afuera, si no el Estado sería el emprendedor por excelencia en todo el mundo y, eso no ocurre. Otra cosa son los incentivos y la colaboración con el sector privado, que también hemos visto en Chile el desarrollo de áreas como la forestal, los salmones o los start up que ha promovido Corfo y se convierten en “unicornios”.
Psiquiatra: pero todas esas recomendaciones se pueden adaptar al país, para qué te urges.
Yo: no me urjo, pero los cambios tienen que estudiarse y ser graduales y me angustia el recetario mágico para subir impuestos hasta por el 5% el PIB en cuatro años, cuando Bachelet recaudó menos de la mitad de su objetivo que era el 3% del PIB, y eso que ahora hay inflación, la inversión está estancada, el dólar disparado y no sabemos cómo se comportará la pandemia este año. Y, ¿qué tal si en vez de más recaudación – porque mayor riqueza no se creará por el arte de subir los impuestos – tenemos más pobreza, menos empleo, un dólar más alto y, no te olvides de añadir, un mal producto de la Convención Constitucional para orientar los próximos 40 años del país?
Psiquiatra: pero el equipo de Boric es razonable, ese 55% que lo eligió confía en que hará los ajustes del caso si las cosas no se dan, en economía, al menos. Tienes que darle un espacio a la esperanza y no sentirte amenazada.
Yo: ¿cómo que no? Si todavía no sé si podré conservar la propiedad de mis ahorros previsionales. Boric dijo que no, luego que sí, después que eliminará sí o sí las AFP y yo me pregunto: ¿a dónde podré arrancar con mis ahorros para que me den el mismo 14% de rentabilidad REAL que me dieron las AFP el año pasado en el fondo A? Y, ¿por qué me van a expropiar mis cotizaciones futuras para financiar sus programas estelares y condenar a los chilenos a pensiones miserables en 40 años más? Van a destruir sin tener alternativa a la vista y seguirá creciendo la brecha en educación, la violencia validada como arma política…. ¿Quieres que siga?
Psiquiatra: la vida no es pura economía. Y tampoco política. Tal vez podríamos tener un país más justo e igualitario, hasta más feliz, como dijo un día Joaquín Lavín, aunque crezcamos menos.
Yo: es que, lamentablemente, los únicos a los que no les importa crecer o, derechamente, promueven el decrecimiento por diversas razones, son aquellos que tienen sueldos asegurados y normalmente, altos. Sea en el sector público, una universidad o similar. El resto tiene miedo a perder el empleo y quiere progresar en todos los ámbitos, y terror a la inflación que es en lo que terminan los países que en vez de producir riqueza terminan financiando las promesas sociales vía emisión.
Psiquiatra: ¿no estás muy negativa, cuando en exterior muchos elogian al nuevo gobierno de Boric?
Yo: ya conocemos la frivolidad de algunos europeos y similares para experimentar con la pobreza latinoamericana que perpetúan. Chile era el único que tenía un modelo distinto, los resultados eran los mejores de toda la región y eso no lo pueden desmentir, porque se da también en todos los indicadores de desarrollo humano. Y ahora en vez de refundar el sistema de los que no han obtenido resultados, innovamos con la excepción. ¿No es para inquietarse? (El Líbero)
Pilar Molina



