De sonrisa difícil, la mayor parte del diálogo, Xu muestra un rictus permanente. En ocasiones levanta sus manos y hace gestos, los que coinciden con su defensa de China, después de una semana en la que diputados de la DC revelaron haber sido contactados por el embajador, para expresarles su “queja”, ante la presentación de un proyecto de resolución, para condenar la violación de los DD.HH. en el país asiático.
—¿Cuál es el principal impulso de su gestión?
—El interés es promover un entendimiento mutuo entre los dos pueblos y promover en la población de ambos países en materia educacional, científica, cultural y tecnológica, así como impulsar la comunicación de los dos gobiernos, órganos legislativos y otros ministerios. Ese es mi deseo.
—Sin embargo, el foco ha estado en su figura después de responder a diputados DC y antes a Mike Pompeo de EE.UU.
—En primer lugar, Chile y China tienen una estrecha relación económica y comercial. Chile ha sido el primer socio comercial de China consecutivamente durante muchos años. El año pasado el volumen comercial entre ambos países fue de US$ 42.800 millones con el superávit de Chile de US$ 11.000 millones.
—¿Cree que esa realidad se conoce de manera extendida?
—La mayoría de los chilenos no están conscientes de estos resultados y en la prensa chilena tampoco han hecho mucha publicación al respecto. Hay aun menos chilenos que conocen cómo es la sociedad china y cómo es la política china, y cómo es la condición de vida del pueblo chino. En poco tiempo no podemos cambiar esta realidad, que es el poco conocimiento mutuo entre ambos pueblos.
—Me reuní con un empresario chileno que tiene relación de negocios de frutas con China, él ha visitado decenas de veces el país. Él me comentó que la verdadera China es muy distinta a la que tienen pensado los chilenos. Y también me ha comentado que la verdadera China es muy distinta a la imagen que aparece en la prensa occidental. He trabajado mucho tiempo en el Reino Unido y Estados Unidos y estoy muy consciente de la situación que él me comentó.
—¿Esa opinión contrasta al parecer con lo expresado por parlamentarios DC?
—Cuando los diputados en Chile criticaron la situación de los derechos humanos en China me pareció muy absurdo. Por eso en el artículo que se publicó en “El Mercurio” yo dije que para ver el tema de los derechos humanos tenemos que partir de diferentes perspectivas. Creo que algunos políticos occidentales y algunos políticos chilenos suelen provocar la atención del público con algunos temas que le interesan al público y a la prensa llamar la atención. Me parece mal la situación.
—El pueblo chino alberga un afecto amistoso hacia el pueblo chileno, porque Chile fue el primer país en establecer relaciones diplomáticas con China y también fue el primer país en suscribir un tratado de libre comercio con China, sobre todo en los últimos años en cerezas, vinos y el salmón de Chile en gran volumen al mercado chino, y eso produjo la buena acogida de los chinos hacia los productos chilenos.
EXPRESIDENTE FREI
—¿Por qué cree que habría más atención a las diferencias?
—La prensa suele poner foco en los temas candentes que atraen más atención pública. También he trabajado en prensa, haciendo columnas en China sobre actualidad y política internacional. Cuando tenía alrededor de 30 años de edad publiqué artículos sobre cuestiones internacionales. A veces el foco de atención de la prensa concuerda con la necesidad de conocimiento del público y otras veces la prensa puede desviar esa atención.
—¿A cuántos parlamentarios conoce?
—En artículo de “El Mercurio” en el que el diputado Matta me criticó de intervenir en temas internos de Chile y algunos comentarios sobre que sobrepasé yo mi deber al contactar con los parlamentarios de Chile, yo creo que esos comentarios pueden desviar la atención del público chileno, porque a través de su publicación se aumentó la influencia de esos comentarios. Eso hace pensar que yo estaba interfiriendo en los temas internos del Congreso.
—En la Cámara de Diputados hay 155 diputados y 43 senadores y la mayoría de ellos aboga por la amistad entre China y Chile y la mayoría de ellos son amigos míos, los que no creen que mis contactos con algunos diputados sobrepasen mis deberes como embajador. En la DC la mayoría posee diferentes posturas en comparación con el diputado Walker y Matta. No puedo decir que conozco a todos los diputados y senadores, pero he tomado contacto con muchos de ellos. Creo que el expresidente Eduardo Frei, del mismo partido DC, tiene una postura distinta a la de los diputados Matta y Walker.
—¿Qué le parece que lo consideren “el poderoso señor Xu”?
—Me parece muy curioso que me tilden de poderoso, porque yo creo que un embajador no puede ejercer sus deberes sin el apoyo del gobierno, del órgano legislativo y los amigos del empresariado del país donde se reside. Conozco a muchas personas, y los trabajos que he hecho concuerdan con las necesidades de ambos países y por eso he logrado el gran apoyo del gobierno local, el órgano legislativo y los amigos empresarios; y eso hace que aparentemente yo fuera como poderoso.
—En las publicaciones en las que aparecen los comentarios de los diputados aumentaron sus influencias hacia el público chileno. Una de las características muy interesantes de la cultura y la filosofía china es siempre ver las cosas del lado positivo y del lado negativo. Una cosa buena se puede convertir en mala y al revés. Existen varias características en la cultura china, y una de ellas es que entre las distintas opiniones y discrepancias tenemos que buscar un equilibrio.
—¿Cómo está presente ese balance en la cultura china?
—Estas ideas de la cultura y la filosofía china se reflejan en la construcción de la sociedad china y en la construcción de su sistema político. Y otra característica de aquello es la neutralidad; es decir, cómo podemos lograr un compromiso para lograr un equilibrio entre las distintas opiniones opuestas o externas. Como le dije, no existe una sociedad ni un sistema político perfecto. Lo que tenemos que hacer es satisfacer las necesidades del pueblo buscando una vía entre las distintas propuestas. Existen en el mundo actual el extremismo y el nacionalismo; eso es porque algunos políticos quieren lograr el apoyo de las masas populares recurriendo a estas ideas y eso provoca la fractura de las sociedades y es precisamente lo que ocurre en Estados Unidos.
—¿Ante otros proyectos de resolución contra China cómo reaccionaría?
—Nosotros siempre estamos opuestos a las críticas hacia China que no concuerden con la realidad y sin ningún fundamento. Si tenemos discrepancias podemos sostener intercambios de opiniones y esa es nuestra posición. Si después de intercambiar las opiniones aún no podemos llegar a un consenso en nuestras posturas entonces hay que buscar convergencias para dejar de la lado las discrepancias y evitar que obstaculicen las relaciones entre ambas partes.
“TAMPOCO PODEMOS GUARDAR RENCOR”
—¿Le molestó la intervención de Walker y Matta?
—Cuando uno tiene una contradicción con otros, las conversaciones y el diálogo no siempre funcionan para que ambas partes lleguen a un consenso. Tampoco podemos guardar rencor hacia otra persona que tiene una controversia con uno. Lo que tenemos que hacer es buscar una convivencia con esta persona dejando de lado la discrepancia. El respeto mutuo es importante. Unos diputados, incluido el diputado Walker, critican a China sin tener ningún conocimiento. En esa circunstancia, como embajador, no puedo sino hacer mi respuesta.
—¿Qué responde a los dichos de estar interfiriendo en asuntos internos del país con sus declaraciones?
—Por supuesto que no voy a interferir en los asuntos internos de un país y es justamente la posición de China: la no interferencia en los asuntos internos de otro país. Algunos parlamentarios chilenos en el proyecto de resolución criticaron sin ningún fundamento a nuestro país y en esas circunstancias hice las gestiones correspondientes. No creo que eso sea una intervención en asuntos internos. Tengo que decir, más bien, que esos parlamentarios están interfiriendo en los asuntos internos de mi país. ¡Qué derecho tienen de interferir en los asuntos internos de China! En China existe una población de 1.400 millones de personas. En las últimas decenas de años, 800 millones de personas salieron de la pobreza para disfrutar de una vida rica, de la democracia y las libertades. ¿Qué otro gobierno puede lograr esos resultados?
“ES ABSURDO MIRAR A CHINA CON IGUAL VISIÓN QUE A CUBA O VENEZUELA”
—¿Cree que la visión de China es muy distinta en occidente?
—En China hay un dicho que es la rana en lo profundo del pozo; es decir, desde lo profundo del pozo esa rana solo puede ver una parte del cielo y eso le hace pensar que esa parte constituye la totalidad del cielo. Un político no puede ser una rana en el fondo del pozo, sino que tiene que conocer integralmente la situación internacional y concordar con la tendencia mundial. Me parece muy absurdo mirar a China con la misma visión que se mira a Cuba y a Venezuela.
La condición de vida de los cubanos no es tan mala en comparación con la condición de otros pueblos de Centroamérica y el caribe. Cualquier país debe guardar respeto hacía otro país, evitando hacer críticas arbitrarias a otros países. Sin las condenas y bloqueos de Estados Unidos, Cuba podría disfrutar de una condición de vida mejor. Si Estados Unidos no guarda tanta oposición hacia el gobierno de Chávez y ahora al de Maduro, la situación económica de Venezuela sería mucho mejor que ella.
—¿Ha estado de visita o ha residido en esos países?
—No he estado en Cuba ni en Venezuela. Tampoco creo que tenga mucho derecho a hablar de esos temas, pero he leído en la prensa que la vida del pueblo cubano no es mala en comparación con la condición de vida de otros pueblos, como América Central y caribeños. Como ahora trabajo en Chile siempre presto mucha atención a los reportajes sobre países latinoamericanos.
—Luego de un año en el país, ¿qué le parece Chile?
—A ojos de los chinos, Chile es un país con buen nivel de desarrollo económico y una estabilidad política, y también es un país muy amigo de China. Durante la visita del Presidente Sebastián Piñera a China y Shenzhen, ha logrado una gran bienvenida del pueblo chino y eso ha demostrado el gran afecto del pueblo chino. (El Mercurio)



