El comunacho Parisi

El comunacho Parisi

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Si bien durante la campaña presidencial de segunda vuelta, el candidato del Partido de la Gente, Franco Parisi, repitió exitosamente que él no es “ni facho, ni comunacho” (ni fascista, ni comunista) en las dos semanas que han transcurrido desde la reelección. Ha buscado transformar su independencia de la derecha y la izquierda, y el tercer lugar que obtuvo en la votación de primera vuelta, en una plataforma para lanzar su campaña presidencial de 2029.

Parisi, que se presentó por tercera vez como candidato presidencial (la primera fue en 2013 y la segunda en 2021, cuando hizo campaña remotamente desde Estados Unidos), ha dejado en claro que su único norte no es el bienestar de Chile en los próximos cuatro años sino su propio camino a La Moneda. Aunque muchos lo acusan de populista, irresponsable y megalómano, el menos Parisi es lo suficientemente honesto y transparente para dejar en claro que lo que más le importa es su propia carrera política, algo que comparte con la mayoría de los políticos, pero que él no hace ningún esfuerzo en ocultar.

Como su norte en la vida es ser presidente, a sus 58 años, Parisi deberá evitar desgastar su imagen y desdibujarse en los próximos cuatro años. Para ser competitivo en 2029, lo más conveniente para Parisi es que el gobierno actual no sea muy exitoso. De esa forma, aumentarán sus posibilidades de que el electorado vote por alternancia en el poder en la próxima elección. Si Parisi se perfila como líder de alguna de las tantas oposiciones que habrá frente al gobierno de Kast (si el candidato favorito en las encuestas efectivamente logra ganar la elección de segunda vuelta), aumentarán las posibilidades de convertirse en el candidato del cambio en 2029.

Ahora bien, si el probable gobierno de Kast es exitoso, aumentarán las posibilidades de que un candidato de continuidad -alguien que destaque como ministro del gabinete de Kast- se convierta en la persona favorita para suceder al actual candidato. Los exitosos gobiernos de Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006), lograron mantener a su coalición en el poder con las victorias de sus ministros estrellas, Ricardo Lagos en 1999 y Michelle Bachelet en 2005. Por cierto, por eso, si Johannes Kaiser -el candidato de extrema derecha que terminó en cuarto lugar- quiere optimizar sus chances de ganar en 2029, parece poco razonable quedarse fuera del gabinete de Kast. Si el gobierno de Kast no es exitoso, es muy difícil que el sucesor sea alguien de derecha. En cambio, si es exitoso y Kaiser se queda fuera del gabinete, el candidato del Partido Nacional Libertario arriesga a quedar desplazado ante la popularidad ascendiente de los que serán los exitosos ministros del gobierno de Kast.

Para Parisi, que no quiere identificarse como derechista ni como izquierdista, la decisión sobre qué hacer en la segunda vuelta no es fácil. Si apoya a Kast, amarra su futuro al éxito que pueda tener un gobierno de derecha en el que Parisi tendrá nula influencia. Por otro lado, si apoya a Jara, Parisi se hace copropietario de lo que se perfila como una derrota electoral el 14 de diciembre.

En cambio, si permite que se le identifique con el llamado a anular el voto, Parisi logrará posicionarse entre Kast y Jara. Si el voto del 14 de diciembre confirma lo que hoy dicen las encuestas, Kast llegará a la presidencia, pero Parisi podrá desvincularse de Kast si el gobierno del derechista extremo pierde pronto el apoyo de la población.

Aunque su decisión de no apoyar a Kast lleve a que algunos lo acusen de ser un comunacho, Parisi prefiere correr ese riesgo que quedar catalogado por muchos como facho al apoyar al candidato republicano. En 2021, Parisi terminó apoyando a Kast en la segunda vuelta. Pero ese apoyo sirvió de poco, porque muchos de sus votantes optaron por Boric, que ganó cómodamente la segunda vuelta. En esta ocasión, el economista -que espera ir por su cuarta elección presidencial en 2029- cuando tenga 62 años, prefiere arriesgar a ser tildado de comunacho que amarrar su suerte a lo que parece ser un próximo gobierno de la derecha dura. Si Kast tiene éxito, Parisi podrá articularse como un candidato de oposición de la derecha populista. Si en cambio tropieza, Parisi buscará posicionarse como la opción populista que compita con la alternativa más radical de izquierda que presentará el oficialismo actual.

Cuatro años es mucho tiempo y, como se está dando la política electoral, pocos se acordarán de lo que diga o haga Parisi en las próximas semanas. Por eso, demostrando que está más preocupado de su propio futuro que del bienestar del país en los próximos cuatro años, Parisi parece haberse decidido a apoyar el voto nulo en la segunda vuelta. Como ese parece ser el mejor camino para optimizar sus chances en 2029 -aunque esas apuestas de largo a menudo fracasan- Parisi ha optado por arriesgar a que, en las próximas semanas, algunos lo califiquen de comunacho. (El Líbero)

Patricio Navia

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