El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos anunció este jueves una nueva serie de sanciones dirigidas contra familiares y asociados cercanos al círculo íntimo del mandatario venezolano, Nicolás Maduro. Esta medida busca desarticular lo que Washington denomina una red de «narco-corrupción» que sirve de soporte financiero al Ejecutivo en Caracas.
La ofensiva administrativa apunta específicamente a los parientes directos de Carlos Erik Malpica Flores, sobrino de la primera dama Cilia Flores. Entre los sancionados figuran sus padres, su hermana, su esposa y su hija, además de personas vinculadas al empresario panameño Ramón Carretero Napolitano, señalado por operaciones financieras con el gobierno chavista.
CONGELACIÓN DE ACTIVOS Y RESTRICCIONES COMERCIALES
La medida, que afecta a un total de siete individuos, implica la congelación de cualquier activo o propiedad bajo jurisdicción estadounidense y prohíbe terminantemente a ciudadanos o empresas de ese país realizar cualquier tipo de transacción con los señalados. La Casa Blanca los acusa de ser cómplices en transacciones corruptas y de beneficiarse de proyectos públicos en Venezuela.
Este movimiento ocurre apenas una semana después de que Washington sancionara a otros tres sobrinos de Maduro por presuntos vínculos con el narcotráfico, incluyendo a los conocidos «narcosobrinos», quienes fueron indultados en 2022 y que, según reportes de inteligencia, habrían retomado actividades ilícitas en 2025.
ESCALADA DE PRESIÓN MILITAR Y PETROLERA
Bajo la actual administración de Donald Trump, la estrategia de presión ha escalado a niveles críticos:
Sector Energético: Se han bloqueado seis buques y sancionado a seis compañías navieras vinculadas al transporte de crudo.
Control Marítimo: Esta semana se ordenó la interceptación de petroleros sancionados y la incautación de cargamentos cerca de las costas venezolanas.
Acción Militar: La presencia de EE.UU. en el Caribe se ha intensificado, reportándose el bombardeo de más de 30 embarcaciones rápidas presuntamente vinculadas al tráfico de drogas, en operativos que han dejado un saldo de más de un centenar de fallecidos.
Con estas acciones, Washington reafirma su postura frente a lo que califica formalmente como una «narcodictadura», elevando la tensión diplomática y militar en la región a un punto de máxima alerta. (NP-Gemini-Emol)
