En su primera entrevista, el director de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) en el actual Gobierno, Germán Berger, se defendió de las críticas que le han hecho personas proclives a la Nueva Mayoría respecto a que su formación en un entorno ligado al cine y la realización audiovisual dejan al descubierto su falta de experiencia política para desempeñar ese estratégico puesto, lo que se traduce en que –según algunos–, como el periodista Juan Carvajal, que estuvo en el puesto durante la primera administración de Bachelet, digan que aún no se nota su «sello».
«No creo en sellos personales, creo en el trabajo en equipo. El único sello es el de la Presidenta. Sí te diría que hemos identificado que los mensajes del Gobierno deben tener mayor vocación de masividad (…). Y es verdad, no he sido un funcionario político. No tengo experiencia desde esa perspectiva, pero me parece que el aire fresco y una mirada ciudadana de la política es un aporte», dijo en conversación con La Segunda.
Berger paralelamente desestimó las opiniones de Carlos Correa, quien dejó la Secom en julio y alertó la semana pasada sobre una posible «argentinización» de la estrategia comunicacional del Gobierno, lo que incluye vetos a periodistas, medios y predilección por establecer canales oficialistas de información. «Para nada, me parece que son teorías sin ningún asidero. Solo personas que están fuera del mundo de las comunicaciones o que no están en el día a día podrían pensar una cosa como esa», dijo sobre las palabras de Correa.
Sin embargo, Berger se alejó de la tesis que ronda el oficialismo, donde existe la convicción de que la baja en la popularidad de Bachelet se debe a la hostilidad de los medios de comunicación, e incluso de las palabras expresadas por la propia Presidenta, que en el acto realizado en el Teatro Caupolicán dijo a sus adherentes: «Debemos mostrar capacidad para derribar el muro de la desinformación».
El director de la Secom fue claro al afirmar que «hay libertad de expresión. Los medios tienen sus líneas editoriales. En La Moneda no se veta a ningún medio. Diría que cuesta ver en los medios los avances, buenas noticias. Se ve poco. Y tampoco vemos espacios para que ciudadanos podamos debatir el país que queremos. Pero no creo que haya un sesgo antioficialista», aseguró.
Respecto del presupuesto para avisaje de programas gubernamentales, que en 2016 tiene asignados $1.688 millones, Berger enfatizó que es «el presupuesto más bajo en los último cuatro años».


