Deutsche Bank AG vendió su negocio británico de seguros Abbey Life a Phoenix Group Holdings como parte de su campaña para reducir activos no esenciales, en un esfuerzo por tranquilizar a los inversores ansiosos y satisfacer las demandas de los reguladores.
Phoenix, el mayor propietario británico de fondos de seguros de vida cerrados a nuevos clientes, pagará 935 millones de libras esterlinas (US$1.220 millones) por la unidad que gestiona activos por valor de 10.000 millones de libras y tiene 735.000 asegurados, dijeron las compañías.
Aunque el acuerdo anunciado este miércoles dará lugar a una pérdida antes de impuestos de unos 800 millones de euros (US$895 millones) en el primer trimestre, principalmente por amortizaciones para Deutsche Bank, impulsará el ratio de capital del prestamista alemán en 10 puntos básicos.
La venta era una buena noticia inusual para los inversores de Deutsche Bank y las acciones del banco subían un 3,1% en 0742 GMT, rebotando desde el mínimo histórico que tocaron el martes por las preocupaciones sobre la salud de la industria financiera en la mayor economía de Europa.
RECHAZA APOYO ESTATAL
Las acciones del primer banco alemán Deutsche Bank toman este miércoles un respiro en los mercados ante las noticias de que podría necesitar una fuerte inyección de capital para hacer frente a litigios en EEUU por las hipotecas basura.
La prensa alemana señala que el Gobierno de Angela Merkel está trabajando en un plan de rescate de la entidad, mientras su consejero delegado, John Cryan, negó que vaya a necesitar ayudas públicas y que fuera a realizar una ampliación de capital.
Este miércoles, el diario Die Zeit señala que el Ejecutivo germano y las autoridades financieras del país están preparando un plan de rescate para la entidad en el caso de que no fuera capar de captar los 14.000 millones que necesita para resolver una investigación del Departamento de Justicia de EEUU relacionada con la emisión y suscripción por el banco de valores respaldados con hipotecas basura entre 2005 y 2007. Según el diario, el Gobierno de Merkel en un caso extremo de necesidad se ofrecería para tomar una participación directa del banco de hasta un 25%.
El periódico señala que, de momento, Berlín confía en que el banco pueda resolver sus problemas sin necesidad de ayuda estatal, aunque ya se han puesto sobre la mesa todos los escenarios posibles.
El consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, a su llegada a la rueda de prensa en la que ha presentado la reestructuración del primer banco alemán. REUTERS/Kai Pfaffenbach
No obstante, desde Deutsche Bank insisten en que no necesitan ayuda pública. En una entrevista en otro diario alemán, Bild, el consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, descarta la posibilidad de recibir ayuda del Estado alemán y aseguró que por el momento no se plantea una ampliación de capital de la entidad bancaria para afrontar los problemas.
Cryan recalca que no entiende cómo alguien puede pensar que ha pedido ayuda a la canciller alemana, Angela Merkel, y señala que ni lo ha insinuado. «No nos lo planteamos», responde a la pregunta de si la entidad necesita ayuda del Estado.
El primer ejecutivo del banco alemán asegura que la entidad «cumple con todos las exigencias de capital y trabaja duro para que seguir así cuando las exigencias sean mayores». «La situación es mejor de como se percibe desde fuera», asegura tras señalar que en los en los pasados meses se ha avanzado mucho para mejorar la situación del banco.
La multa del Departamento de Justicia de EEUU, vinculada a los negocios inmobiliarios entre 2005 y 2007, es una «primera propuesta de acuerdo» que, asume, ha generado «mucha preocupación». «Pero desde el principio ha estado claro que no pagaremos esa suma», afirma antes de confiar en que las autoridades estadounidenses den al Deutsche Bank el mismo «trato justo» que ha dado a los bancos americanos con los que ha cerrado acuerdos.




