El Congreso Nacional iniciará un receso por las festividades de fin de año, retomando sus funciones el 5 de enero de 2026. Esta pausa detendrá momentáneamente las conversaciones transversales que buscan definir el acuerdo administrativo y de gobernabilidad para el próximo periodo parlamentario.
El entendimiento es crítico para la futura administración de José Antonio Kast, ya que implica la repartición de presidencias y la conformación de comisiones. Estos espacios son los que finalmente determinan el ritmo y la prioridad de los proyectos de ley del Ejecutivo.
LA BÚSQUEDA DE LA MAYORÍA ABSOLUTA
Aunque las fuerzas alineadas con Kast cuentan con 76 diputados electos, aún requieren dos votos adicionales para alcanzar la mayoría de 78. Una de las estrategias consiste en negociar con la bancada del PDG, aunque la insistencia de Franco Parisi en postular a Pamela Jiles para la presidencia genera reticencias.
Ante la complejidad de un pacto con el PDG, la derecha ha conformado un comité negociador liderado por José Miguel Castro (RN). Este grupo explora una vía alternativa: cerrar un acuerdo con parlamentarios descolgados de la actual administración, como Jaime Mulet y René Alinco.
ESTRATEGIA PARA SUMAR APOYOS INDEPENDIENTES
La posible incorporación de Mulet y Alinco es vista como una opción pragmática que podría derribar un «dique» de contención, atrayendo a otros legisladores independientes. En este diseño también aparece el nombre de Carlos Bianchi, cuya integración facilitaría un bloque mayoritario sólido.
De concretarse este escenario, los partidos de la centroizquierda tradicional (DC, PPD y PS) se verían forzados a negociar desde una posición minoritaria. El objetivo de estas tiendas sería evitar la marginación total en la distribución de las cuotas de poder dentro de la corporación.
EL FRENO A LA FRAGMENTACIÓN POLÍTICA
Un punto clave en las tratativas con Mulet y Alinco sería el compromiso de no tramitar la reforma que fija umbrales electorales mínimos para los partidos. Esta iniciativa, conocida como «Ley Anti-Alinco», busca evitar la disolución de colectividades pequeñas y sancionar la renuncia de parlamentarios a sus tiendas.
Por su parte, la derecha mira con desdén la posibilidad de entregar el control de la Comisión de Constitución a figuras como Pamela Jiles. Existe el temor de que se utilicen resquicios legales para impulsar reformas que afecten las facultades exclusivas del Presidente de la República. (NP-Gemini-La Tercera)



