A 10 años de la promulgación de la Ley de Transparencia, y de forma unánime, el Consejo para la Transparencia (CPLT) decidió impulsar un rediseño institucional y pedir la renuncia de sus seis directores.
El presidente del CPLT, Marcelo Drago, desde que asumió -el 30 de octubre de 2017- ha expresado su deseo de reestructurar el organismo y darle mayor visibilidad.
Así, se desarrollará un proceso de concurso para los cargos directivos, los que deberán ser elegidos por Alta Dirección Pública, como también ocurre en la actualidad. El objetivo es corregir toda brecha que no se apegue a los estándares actuales del sistema y «permitir espacios de renovación de sus directivos», según la institución.
Sin embargo, el anuncio ha causado preocupación en algunos expertos. Alberto Precht, director ejecutivo de Chile Transparente, asegura que habría sido más prudente «esperar a ver cuál va a ser la propuesta del Gobierno en torno a posibles cambios dentro del CPLT, ya que se ha anunciado que viene una reforma a la Ley de Transparencia (…) Es una noticia sorprendente y que quizás llevará a -una vez que se haga esta reforma- tener que volver a reestructurar, porque las condiciones del consejo podrían ser distintas».
«Por otro lado -explica-, hay que ver si estas personas pueden volver a concursar. Ahí se daría algo ilógico: que una persona sea despedida, indemnizada y pueda volver a ser contratada».
En esa línea, el CPLT informó que el proceso recién está comenzando y que sus términos exactos serán informados a los directivos durante la próxima semana.
«El Mercurio» intentó comunicarse con el removido director general del consejo, pero no estuvo disponible durante la jornada. (El Mercurio)
