Varios partidos y bancadas del Congreso se encuentran en alerta ante el alto riesgo de descuelgues y renuncias de parlamentarios electos y en ejercicio una vez que culmine el período de elecciones de este año. El fenómeno de la migración partidaria ha sido una constante en los últimos años, con 34 diputados (21% de la Cámara) cambiándose de tienda en el actual período (2022-2026).
Ya existen señales de movimientos: la diputada y senadora electa Camila Flores (RN) declaró a días de ganar su cupo que es «muy probable que vaya de Renovación Nacional», dejando abierta la puerta a su salida.
PARTIDOS CON FUGAS
La inquietud abarca transversalmente a bloques y partidos:
Socialismo Democrático (Oficialismo): Hay temor por el senador Pedro Araya (PPD), conocido por su crítica a la coalición y que fue el único voto oficialista que aprobó la acusación constitucional contra el exministro Diego Pardow. Se teme que otros lo sigan si se mueve.
Frente Amplio: Existen fisuras internas que hacen temer la repetición de episodios de discolaje.
Partido de la Gente (PDG): Pese a la reactivación de su bancada con el reingreso de Pamela Jiles, se teme una nueva fuga masiva, exacerbada por liderazgos dispares como el de Javier Olivares y el estilo autónomo de Pamela Jiles.
Renovación Nacional (RN): Enfrenta una amenaza histórica de fugas. En el último período perdió a 5 diputados y 1 senador.
Republicanos: Estuvo cerca del récord negativo al perder 4 diputados y 1 senador (Rojo Edwards), aunque logró sumar a 4 diputados provenientes de otras tiendas.
DC: Sufrió la baja de 3 diputados y dos senadores (Matías Walker y Ximena Rincón).
Además, hay dudas sobre si los parlamentarios electos Francisco Orrego (RN) y Rodolfo Carter (independiente republicano) lograrán acomodarse al perfil de sus respectivas bancadas durante todo su mandato.
CASTIGAR MIGRACIÓN PARTIDARIA
Anticipándose a este escenario, las directivas de los partidos buscan impulsar la agenda de reformas políticas para combatir la fragmentación del Congreso y reducir el llamado discolaje.
Actualmente, existen dos reformas complementarias que abordan el problema:
Reforma del Gobierno: Busca subir las exigencias para constituir partidos y fortalecer a los comités parlamentarios.
Reforma Constitucional de Senadores: Ya despachada por el Senado, establece un umbral para que los partidos obtengan representación y, crucialmente, castiga con la pérdida del escaño a aquel legislador que renuncie al partido por el que fue elegido.
La reforma de senadores también establece que «no podrá jurar o prometer el diputado o senador electo que de forma previa a su investidura renuncie al partido político que hubiere inscrito su candidatura».
Diversos parlamentarios, como Luis Cuello (PC) y Andrés Longton (RN), se han mostrado de acuerdo con una ley que defienda la soberanía popular y disuada las renuncias, calificando el cambio de militancia como un «engaño a la ciudadanía». Sin embargo, figuras como Raúl Soto (PPD) y Jaime Araya (Indep. PPD) llaman a una transición pausada para evitar una «verdadera dictadura de los partidos». El presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN), se mostró abierto a discutir la iniciativa si el Gobierno le otorga la urgencia correspondiente. (NP-Gemini-La Tercera)



