Condonación del CAE y política regresiva

Condonación del CAE y política regresiva

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La condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE) fue uno de los más vistosos anuncios de la campaña del Presidente Boric y ello ha provocado un retraso y una fuerte morosidad de los pagos de este crédito. Si se hace una promesa de condonación, es lógico que ninguno de estos deudores esté al día en sus pagos. El mayor riesgo es que la tasa de morosidad siga aumentando. Se acerca al 60% de los deudores, y es evidente que cuando se hizo esta promesa de campaña, así como en aquellas oportunidades en que el Presidente ha reiterado este compromiso, los impagos aumentaron.

El subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, señaló que están preparando un proyecto de ley que se haga cargo de la extinción del CAE y de la condonación progresiva de las deudas. Se trataría de un millón de personas que tienen una deuda con el Crédito con Aval del Estado; afirmó que con este proyecto se acaba la deuda bancaria para los que vienen y para los que la tienen, y a todos les mejora la situación, pero lo hace ciertamente en una progresión y, por lo tanto, con justicia, reconociendo la diversidad de situaciones.

La ministra Camila Vallejo señaló que para avanzar en la solución para los deudores del Crédito con Aval del Estado se requiere un proyecto de ley, un trámite legislativo, mucha discusión y también pensar no solo en los deudores, sino en cómo se produce el tránsito en el modelo de financiamiento. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, declaró que se trata de un compromiso de gobierno, pero hay que hacerlo de manera ordenada, sostenible, y no a costa de otras prioridades de políticas que son importantes. Para Apruebo Dignidad y el Partido Comunista, esto era una medida esencial y que pasa por favorecer a los estudiantes deudores del CAE.

Critica la medida Allan Álvarez, que es presidente de la Juventud Socialista. Señala que no está entre las prioridades de la ciudadanía y que será muy costoso para el Estado. Si se toman cien deudores del CAE y cien personas que no han ido a la universidad, lo más probable es que se termine beneficiando a quienes por tener título universitario tienen un mejor pasar económico. Senadores del Partido Socialista, entre ellos José Miguel Insulza y Gastón Saavedra, declararon que para hacer esta condonación no existen hoy los recursos.

La economista Cecilia Cifuentes declaró que el pago del CAE efectivamente complica fuertemente el pacto fiscal, porque es tremendamente costoso en términos de recursos, que alcanzan el límite de los US$ 10.000 millones. Lo mismo señaló el exministro de Hacienda Ignacio Briones: condonar el CAE es una política pública cara, injusta, regresiva y que equivoca prioridades cuando tenemos un drama en la educación escolar y preescolar.

Un informe de Horizontal, centro de estudios vinculado a Evópoli, informa que se necesitarían US$ 11.270 millones a julio de 2023, que equivale al 3,7% del Producto Interno Bruto. En cualquier escenario, se trata de una política altamente costosa y regresiva.

Es muy discutible que se necesite diseñar un nuevo sistema de financiamiento cuando el CAE ya ha sido reformulado, fijando una tasa de 2% real anual, y limitando el monto de pago mensual según ingresos, condiciones a las cuales también pueden acceder los deudores que se encuentren al día en sus pagos.

La reforma de la desmunicipalización de la educación parvularia, escolar y de media, que es propia del gobierno de Bachelet II y que desde el 2017 está creando los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), está siendo privada de recursos públicos y se nota que los que están en funcionamiento no son capaces de gestionar la educación, como ha sucedido con el SLEP de Atacama, cuyos profesores se resisten a acudir a los colegios y terminar con el paro de actividades.

Nos oponemos a cambiar el sistema del CAE, que ya ha sido reestructurado, para sustituirlo por otro modelo de financiamiento, y menos que se comiencen a condonar las deudas que provienen de este sistema, ya que con ello se incentiva a los deudores morosos y se comete una injusticia con aquellos deudores del CAE que ya pagaron sus deudas. (El Mercurio)

Hernán Corral