Competencia tecnológica en América Latina: el dilema de Chile

Competencia tecnológica en América Latina: el dilema de Chile

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En un contexto internacional marcado por la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China, América Latina ha dejado de ser un espectador pasivo para convertirse en un terreno estratégico de disputa digital. Frente a esta nueva realidad, resulta pertinente observar con atención los movimientos recientes de actores tecnológicos globales como Huawei, y las decisiones que deben tomar países como Chile.
Huawei consolida su presencia regional

El pasado mes de agosto, Huawei organizó en São Paulo el evento Huawei Network Summit 2025, donde presentó nuevas soluciones de redes inteligentes basadas en inteligencia artificial, arquitecturas para centros de datos, y el libro blanco sobre Wi‑Fi 7 Advanced. Esta cumbre no fue solo una muestra de innovación tecnológica, sino también una declaración de intenciones: posicionarse como proveedor integral de infraestructura digital en América Latina, más allá del ámbito tradicional de las telecomunicaciones.
Entre presiones geopolíticas y preocupaciones de seguridad

El avance de Huawei en la región ocurre en paralelo con los esfuerzos de Estados Unidos por limitar su influencia, argumentando riesgos para la soberanía de los datos y la seguridad de las comunicaciones críticas. En este marco, países como Costa Rica han comenzado a revisar sus vínculos con la firma china, orientándose hacia proveedores considerados más seguros desde la perspectiva de sus alianzas estratégicas.
Chile frente a un dilema estructural

Chile, que mantiene una estrecha relación comercial con China y, al mismo tiempo, sólidos lazos institucionales con Estados Unidos, se encuentra en una posición particularmente sensible. Las soluciones que ofrece Huawei pueden contribuir al desarrollo de infraestructura digital y modernización educativa, pero también plantean interrogantes cuando se trata del manejo de datos sensibles, servicios públicos críticos o redes estatales. La dependencia tecnológica en sectores estratégicos puede tener consecuencias difíciles de revertir en el mediano plazo.

La autonomía digital como política de Estado

Más que elegir entre potencias, el verdadero desafío para Chile radica en cómo preservar su capacidad de decisión, asegurar la transparencia de sus sistemas y mantener márgenes de maniobra tecnológica. Es necesario reflexionar en torno a políticas públicas que fortalezcan la gobernanza de datos, fomenten la diversificación de proveedores y refuercen los estándares de ciberseguridad con una visión de largo plazo.
Conclusión: el poder de decidir

El avance de Huawei no es aislado, sino parte de un reordenamiento tecnológico global en el que América Latina está cada vez más involucrada. En este nuevo escenario, lo que está en juego no es solo el acceso a infraestructura moderna, sino la posibilidad de definir un modelo digital propio. Para Chile, ello implica ejercer con convicción su soberanía tecnológica y evitar quedar subordinado a dinámicas que escapan a su control. (Red NP)

Andrés Liang

Experto en Geopolítica y Seguridad