La candidata presidencial de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas, Evelyn Matthei, aseguró con convicción que logrará pasar a la segunda vuelta de las elecciones, pese a que las encuestas la sitúan en un tercer lugar e incluso cercana a Johannes Kaiser (PNL).
Matthei fundamentó su optimismo aludiendo al reciente triunfo de Rodrigo Paz en Bolivia, un economista que sorprendió en la primera vuelta al imponerse a pesar de haber figurado en los últimos puestos de los sondeos. «Ayer resultó electo la persona que se suponía que no pasaba a segunda vuelta en Bolivia, ganó la primera y ganó la segunda vuelta. Y nosotros estamos seguros que vamos a pasar a segunda vuelta y vamos a ganar», sostuvo la abanderada.
Desde el comando de Matthei, existe la creencia de que el factor del voto obligatorio, sumado a un potencial «voto silencioso de centroizquierda», podría permitirle superar al candidato republicano José Antonio Kast y acceder al balotaje. El presidente de Evópoli, Juan Manuel Santa Cruz, afirmó que la candidata y sus adversarios se están «acercando» y que en varias encuestas ya existe un «empate técnico».
Académicos analizan la posibilidad de que se repita el «sueño boliviano» en Chile. Mauricio Morales, de la Universidad de Talca, señaló que «siempre existe la probabilidad de que las encuestas fallen» en un régimen electoral inédito que combina la inscripción automática con el voto obligatorio. Sin embargo, indicó que, pese a los matices, todas las encuestas pronostican una segunda vuelta entre Kast y Jara, y coinciden en el estancamiento de Matthei.
Roberto Munita, académico de las universidades de Los Andes y Andrés Bello, consideró «plausible» un fenómeno similar al de Bolivia con Matthei. Explicó que existirían dos tipos de «votos ocultos»: el votante de centroizquierda que optaría por ella para evitar un balotaje entre Kast y Jara, y los cerca de cinco millones de nuevos votantes obligados que podrían inclinar la elección.
En contraste, Eric Latorre, de la Universidad Autónoma, ve «muy difícil» que ocurra el fenómeno boliviano con la exalcaldesa, argumentando que Kast ha consolidado su segundo lugar con un piso que ronda los 20 puntos, mientras Matthei se acerca a su propio piso (14-16 puntos). Latorre no visualiza un «bolsón de votos tan importante» que se dirija totalmente a su candidatura.
En cuanto al alza de Johannes Kaiser, las opiniones en la oposición están divididas sobre a quién afecta más. Morales sostiene que el crecimiento de Kaiser está «correlacionado con la caída de Kast», aunque la brecha entre el segundo y tercer lugar sigue siendo ventajosa para el republicano.
Por otro lado, Munita cree que el alza del candidato del PNL afecta a ambos (Kast y Matthei), pero en mayor medida al líder republicano, mientras que Latorre apunta a que Kaiser, al tocar su propio techo, afecta a Matthei al hacer que se le vea como una candidata más débil, que incluso es amenazada en el tercer puesto.
Finalmente, el jefe programático de Matthei, Juan Luis Ossa, defendió que la carrera sigue «completamente abierta» debido a la incertidumbre del comportamiento del voto obligatorio, el cual decide su opción muy al final y, a menudo, no aparece reflejado en las encuestas. (NP-Gemini-Emol)



