A las 17:03 horas el ministro Marco Antonio Ávila tomó su bolso café de una silla a las afueras de la cafetería de la Cámara de Diputadas y Diputados, y se fue. Estuvo ahí alrededor de 20 minutos reunido con su equipo, quienes entre aplauso se iban sumando luego de que la Cámara Bajara rechazara la acusación constitucional en su contra con 69 votos a favor y 78 en contra.
- Ávila había llegado 8 horas antes al Congreso, a las 9:34 horas, para enfrentar el juicio político en su contra que anunciaron las diputadas del Partido Social Cristiano, Sara Concha y Francesca Muñoz, 43 días antes.
- A eso de las 10 de la mañana, sin embargo, el panorama ya estaba meridianamente despejado para el ministro. El diputado Francisco Undurraga (Evópoli) salió a criticar la gestión del ministro, pero señaló que ni el ni Jorge Guzmán participarían “en una acusación débil, difusa y que no reúne los requisitos del Artículo 52 de la Constitución”.
- “Decisiones como estas son una apuñala al corazón de Chile Vamos”, respondió alrededor de 2 horas después el secretario general de RN, el diputado Diego Schalper.
Horas amargas. Schalper había tenido un rol protagónico en la arremetida contra Ávila, redactando incluso 4 de los 7 capítulos presentados en la acusación.
- De ahí que la decisión de los únicos dos diputados de Evópoli —bancada integrada por 4 parlamentarios— generó una profunda molestia en RN y también en la UDI.
- La cuarta derrota en una acusación opositora era dada como un hecho desde temprano (las primeras tres fueron por las acusaciones presentadas a Izkia Siches, Giorgio Jackson y Marcela Ríos) y los brazos cruzados abundaban en el sector en el que se ubica Chile Vamos en el hemiciclo.
- La tensión subió durante las intervenciones de las bancadas al interior del hemiciclo.
- Cuando Undurraga y Guzmán hablaron, desde las gradas les gritaron “traidores”.
- A eso se sumó la intervención del diputado Christian Matheson (ind. Evópoli), quien firmó el libelo acusatorio, y acusó estar “profundamente en desacuerdo” con sus compañeros de bancada.
Lo que viene. La profundidad de la crisis de Chile Vamos aún no está clara, más allá de las recriminaciones internas por entregar un balón de oxígeno a la administración Boric en momentos que enfrenta una severa crisis política a partir del escándalo de Democracia Viva.
- Diversos parlamentarios consultados señalan que será clave lo que ocurra este jueves para testear si habrá o no una sanción a Evópoli, lo que por ahora pasa por expulsarlos del comité parlamentario de RN (considerando que se requieren 7 diputados para poder integrar uno y Evópoli tiene solo 4).
- Tampoco está claro qué ocurrirá en las reuniones de las mesas directivas de la UDI y RN, el próximo lunes, donde algunas voces plantean marcar un punto político (al menos en lo comunicacional).
- Otra idea que circula en ambas colectividades pasa por pedir a cada uno de los partidos de la coalición que entren en una etapa de “reflexión” sobre el tipo de oposición que cada uno quiere ejercer, lo que supone dejar en un pie forzado a Evópoli y sus desmarques de la coalición. Mientras dure ese proceso, piensan los partidarios de esta iniciativa, quieren que no se hable a nombre de Chile Vamos.
Orden en RN y la UDI. Si hay algo que valoran en RN es que lograron cuadrar a sus 23 diputados. Hasta el martes, había dudas con posibles descuelgues, pero finalmente todos aprobaron el libelo acusatorio. Algo similar ocurrió con la UDI. De los 23 diputados, sólo Joaquín Lavín rechazó la acusación.
El factor Aranda y Cordero. En los pasillos del Congreso se convirtió en un sarcasmo recurrente que el gobierno debía agradecer a las intervenciones realizadas en las últimas 48 horas por Marcela Aranda, directora del Observatorio Legislativo Cristiano e integrante del controvertido Bus de La Libertad, y la diputada María Luisa Cordero (ind. RN).
- Mientras Aranda dijo el lunes en la comisión revisora de la acusación que “el libelo acusatorio habla del activismo del ministro, su activismo LGTBIQ+. Su condición ha superado el límite de lo privado”, Cordero señaló ese mismo día en la noche que “la poesía que acompaña el enamoramiento y fisiología de la genitalidad es en la adolescencia y no a los cuatro años como pretende el pervertido del ministro de Educación”.
- Ambas declaraciones fueron claves para que parte de la derecha liberal se descolgara.
- En la sesión, y también después de ella, múltiples parlamentarios de oposición afirmaron que la acusación no era homofóbica, colocando el foco en la gestión del ministro y la denuncia del mal uso de los fondos de JUNAEB que se le atribuyen al Mineduc. Sus internaciones, sin embargo, no movieron la aguja.
- La diputada Cordero también intentó hablar. Pidió punto de reglamento. Desde el oficialismo le gritaban que no podía intervenir porque estaba desaforada tras la querella que presentó la senadora Fabiola Campillai por insultarla (aún falta que la Suprema ratifique la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago).
- Finalmente intervino por 17 segundos. “Voy a tener que cortarla porque no es punto de reglamento”, le dijo Mirosevic, interrumpiéndola.
- Acto seguido, se paró y se acercó a hablar con Ávila, pero no tuvo éxito.
Las fotos del comité político. El ministro estuvo flanqueado por buena parte del comité político y su abogado, Francisco Cox. Al momento de la votación en la testera estaban Álvaro Elizalde, Luis Cordero, Antonia Orellana, Camila Vallejo y Carolina Tohá. Las tres últimas se tomaban fotos sentadas en el hemiciclo, visiblemente alegres. Para algunos, el salvar a Ávila se había convertido en un importante test para el gabinete político, en momentos en que ha sido criticado por sobreexponer al Presidente Boric en la crisis que detonó el caso Democracia Viva.
- Uno de los puntos que más celebraron en La Moneda fue que la DC y la CDU (compuesto por ex decé) rechazaron en bloque la acusación. El PDG, por el contrario, tomó distancia del gobierno.
- Se trata de votos claves para las votaciones que vienen, sobre todo la de las reformas.
- Como sea, exactamente 10 minutos antes de que se votara la acusación ingresó al hemiciclo la última diputada oficialista que faltaba: Maite Orsini (RD). La parlamentaria se encontraba en su oficina, pero asistió a la sala, pese a estar enferma. Lo mismo hizo Carmen Hertz (PC) y Marcos Ilabaca (PS).
LA EXPLICACIÓN DE EVOPOLI PARA EL RECHAZO
El diputado y jefe de bancada de Evópoli, Francisco Undurraga, votó en contra de la acusación constitucional al ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, a quien, paradojalmente, considera el peor ministro de Educación de la historia. Ante las duras críticas de Diego Schalper (RN), dice: “Diego es un buen político. Pero como secretario general de Renovación Nacional, tiene que tomar conciencia de que debe respetar a sus aliados”.
-Guillermo Ramírez (UDI) decía que era una ofensa para ellos que los trataran de homofóbicos. ¿Crees que hubo algo de eso en la acusación?
-Aquí se pretendió teñir una acusación constitucional por la orientación del ministro Ávila y evidentemente para muchos miembros de la UDI tiene que ser una ofensa que les digan que son homofóbicos. Para mí, también lo sería.
-¿Ustedes rechazaron la acusación porque no tenía fundamento jurídico o porque era discriminatoria?
-Claramente no tenía fundamento jurídico. Nosotros estuvimos buscando en las mil cien y tantas páginas que tenía la acusación, para ver cuáles eran los argumentos, las infracciones que están en el artículo 52 de la Constitución de la República. Y no había nada.
Hicimos nuestra pega. Uno se debe al texto, no a las situaciones que aparecen posteriormente, que son todas reprochables. El ministro Ávila es el peor ministro de Educación que ha tenido la República de Chile.
-¿Y por qué lo apoyaron?
-Nosotros lo apoyamos porque el texto que fue sometido para que lo juzgáramos, no tenía fundamento. Si yo alegué durante cuatro años, contra la revancha política realizada a través de las acusaciones constitucionales por parte del Frente Amplio y del Partido Comunista, tengo que actuar a lo menos en coherencia. En algún minuto la política tiene que ser coherente.
Si vamos a estar siempre escuchando a la galería y haciendo la cosa fácil, podemos linchar a cualquiera. Pero aquí no se trata de linchar, aquí se trata de juzgar.
-El oficialismo apostó al tema de la homofobia. ¿Los de la UDI o de Renovación Nacional expresaron algún rasgo discriminatorio?
-Tendría que preguntarles a ellos.
-¿Pero viste algo de eso en el libelo?
-No. En el libelo vi situaciones valóricas, más que homofóbicas. Claramente el libelo fue escrito por un respetable grupo conservador de la patria, pero en cuyo texto no se aprecia infracción alguna del ministro a la Constitución. Si nosotros queremos hablar de cosas valóricas, tengamos discusiones en materia de leyes, en programas de gobierno. Pero no son infracciones a la Constitución ser más conservador o más liberal.
-Diego Schalper, de RN, dijo que esto era una puñalada al corazón. ¿Hay un quiebre en la coalición?
-No acostumbro a contestar situaciones internas por la prensa. Como jefe de bancada y fundador de Chile Vamos, exijo respeto por las posiciones que tienen cada uno de los partidos. Yo no voy a irrespetar a Renovación Nacional, ni le voy a faltar el respeto a la UDI. Los diputados militantes de Evópoli no estuvimos de acuerdo con lo que ellos estaban sosteniendo y actuamos en consecuencia. Con los costos evidentes que esto puede tener para mucha gente.
Pero si no nos atrevemos a hacer política desde la base de las convicciones, ¿entonces a dónde nos va a llevar la política? Tenemos que cuidar la democracia. No estamos cuidando al gobierno del presidente Boric: lo que estamos cuidando es la democracia y sus instrumentos.
-¿La derecha, en general, está un poco dispersa, como dijo Max Colodro? Da la idea de que no están aprovechando todos los errores del gobierno, que hay divisiones tal como pasó ahora.
-Es normal votar en algunas cosas a favor y en otras en contra, no todos como piña. Y así ha sucedido en la historia de la coalición, no solamente durante esta legislatura, sino en la legislatura anterior. Evidentemente creo que tenemos que coordinarnos de mejor forma, pero eso no significa que la posición de Francisco Undurraga tiene que ser la misma de la UDI y Renovación Nacional o viceversa.
-Schalper estaba muy enojado y fue muy crítico de Evópoli, aunque solo eran dos votos. ¿Te dolió?
-Yo creo que Diego es un buen político. Pero como secretario general de Renovación Nacional, tiene que tomar conciencia que debe respetar a sus aliados; y si tiene alguna diferencia con ellos, tratarla de la mejor forma posible. Eso se hace a través de los canales institucionales.
-¿Te gustaría una derecha más unida, más sólida, en un objetivo común?
-Un Chile Vamos más unido, más sólido, evidentemente, sí.
-Porque la impresión que queda en la gente es: ¿qué pasa con la derecha que termina votando dividida?
-No voy a forzar la unidad obligándome a votar de otra forma. Sobre todo en estas materias. No estamos hablando de la Ley del Tránsito.
-¿Cómo describirías las relaciones actuales en Chile Vamos después de lo que pasó este miércoles?
-Yo tengo gran respeto por todos los dirigentes y militantes de los partidos que son socios nuestros. La crítica política que yo espero que se mantenga como tal, corre por un carril y la crítica personal, a la cual yo no voy a caer, corre por otro. Esta vez no estuvimos de acuerdo. Obviamente, a mí me hubiera gustado sumar a más gente como a ellos le habría gustado sumarnos a nosotros. Pero bueno: no fue, nomás.
-¿Cómo ves los acercamientos con Republicanos? ¿Son viables?
-No los veo. Los republicanos han generado un lineamiento que es respetable para ellos. Y ellos están desarrollando su propia personalidad.
-Pero tú como Evópoli, ¿te imaginas en una alianza con Republicanos?
-No se ha conversado eso. Si tuviera los números del Loto estaría jugando Loto.
-Ramírez hablaba de una cosa muy grave en la Junaeb: se habrían gastado 3.500 millones de pesos en 30 colaciones… ¿Hay fundamentos?
-Eso hay que probarlo, pero no estaba en el libelo acusatorio. Y nosotros tenemos que ser responsables. Si pedimos responsabilidad durante cuatro años tenemos que ser coherentes. No estoy tratando de irresponsable a nadie. Esos antecedentes aparecieron producto de una declaración de una persona que fue a la comisión, pero no están en el texto que estaba juzgado. Hay que investigarlo, hay que ir a la Contraloría, incluso hay que querellarse. Y no hay que dejar pasar absolutamente ningún desfalco a nadie, porque son platas de todos los chilenos.
-¿Cómo evalúas la manera en que ha manejado el Gobierno y el presidente Boric todo el tema de los convenios y las fundaciones?
-Yo esperaría más celeridad en esa materia y que fueran más transparentes. Mientras no podamos ser capaces de aclarar la verdad, tendrá que actuar la Contraloría y la Fiscalía. El gobierno tiene que dar todas las facilidades para que así suceda.
-¿Pero tú crees que debería haber un cambio de gabinete en que salieran los ministros Montes y Jackson?
-Los responsables políticos de ambos gabinetes son los ministros Montes y Jackson. Ahora, aquí no se trata de cortar cabezas por cortar cabezas. Aquí se trata de poner orden. Dejar que las instituciones funcionen.
-En general, ¿qué piensas de esta tendencia de hacer acusaciones que algunos definen como un circo?
-Espero que terminemos con esta mala costumbre. No podemos abusar del circo. Por ejemplo, tenemos fundaciones que han existido en la historia de nuestro país, que nos han acompañado no solamente en las catástrofes sino también en el desarrollo. Instituciones muy serias que le han ayudado a la ciudadanía, donde el Estado no ha podido llegar, y que son muy rescatables. No podemos meter al Hogar de Cristo, a Techo, a la Teletón, y a un sinfín de fundaciones en el mismo saco. No se lo merecen ni los voluntarios ni las personas a quienes ayudan.
-Resumiendo, ¿te sientes ofendido por la manera en que te trataron RN y la UDI?
-Yo sé distinguir entre la crítica política y la crítica personal. A mí no me atacaron en forma personal. (Ex Ante)



